Gato Malo 𐚁 hyunin ✔

💭 33 : enamorarlo

Jeongin había logrado convencer a seungmin de que dejara a hyunjin llevar las cosas solo, y aunque seungmin le había dicho que quería sólo platicar amablemente con él, jeongin se negó, y le pidió por favor que lo dejara, y sobre todo que confiara en él. Al final seungmin cedió y le mandó un beso.

Lo siguiente que jeongin tuvo que pasar esa misma mañana, fue cómo jisung y chan lo envolvieron de preguntas, y cómo hyunjin se hacía el desinteresado, cruzado de brazos en el sillón.

—Observa esa cara, chan... bonita sonrisa, veo sus ojos brillando, yo sé lo que pasó — jisung disfrutaba demasiado de ver cómo Jeongin lo miraba confundido, y cómo hyunjin rodaba los ojos, porque sabía que estaba avergonzado, y ver a hyunjin avergonzado siempre le resultaba gracioso.

—Callate, no quiero saber nada... — chan acariciaba las orejas de jeongin, quien se encogía de hombros ante las divertidas miradas de parte de jisung. Prefería mantenerse al margen, algunas veces no entendía ciertas conversaciones entre jisung y hyunjin, jisung le agradaba, pero no podía negar a que a veces le parecía extraño. Aunque hyunjin también, pero todo estaba bien para él.

Chan le había repuesto el frasco de jarabe perdido, aún cuando hyunjin opinaba que no era necesario, jeongin insistió a chan con una expresión en su rostro de suma dolencia y ternura. También había recibido más galletas de avena de su parte, y un regaño porque hyunjin le había comprado unas de chocolate.

—Si vuelves a darle pastel a jeongin sin decirme te fosilizaré debajo de mi cama. — A jeongin también se le había escapado en una ocasión su experiencia gloriosa con el pastel que hyunjin lo había llevado a comer. Y bueno, chan regañó a hyunjin de nueva cuenta.

—Una vez al año no hace daño — excusó hyunjin.

—Y dos por quincena te pone de buenas — jeongin había interrumpido la conversación entre sus hyungs.

—Ah, te está contagiando lo idiota... — chan rodó sus ojos y se cruzó de brazos —no le hagas mucho caso a hyunjin, jeongin.

Chan decidió conseguirle un celular a jeongin, no solo para estar más en contacto con él y poder tener una mayor vigilancia a cómo hyunjin lo cuidaba, sino porque no quería arriesgarse demasiado. Todo pese a que una tarde, en la que hyunjin y jeongin decidieron salir a pasear al centro comercial porque jeongin había oído en el trabajo que habían abierto una heladería ahí y era muy buena, hyunjin terminó perdiendo de vista a jeongin por estar discutiendo con un niño (y después con su mamá) acerca de que él había ordenado el último cono con cubierta de chocolate que ese niño mal educado quería tomar.

Hyunjin tuvo que ceder su cono especial al niño, después de ser insultado por la mamá de éste, y negarse a un cono normal. Además, de que se resignó a llamar a chan después de que había buscado a jeongin durante un rato.

—Hey chan, amigo... hablo porque tengo una duda, es que, bueno, ¿a donde podría ir un gato en un centro comercial? es para, una tarea, ya sabes.

—Que te conteste jeongin, es un gato.

—Ah sí, cierto, jeongin, es un gato... es mi gato, un buen gato que está conmigo, a mi lado, lo quiero mucho, gracias por cuidarlo tanto.

— ¿Qué le hiciste ahora?

— ¿Yo? yo no le hice nada, ¿como que ahora? yo nunca le hago nada malo a jeongin, él está bien...

— ¿En qué museo de historia natural te gustaría pasar el resto de tus días fosilizado?

— ¡Se perdió! yo solo me di la vuelta y ¡bum! ya no estaba, desapareció... es que es muy curioso y bueno, yo quizá estaba pensando en qué comprarle porque soy muy detallista con él, sabes... deberías ayudarme a encontrarlo, porfis...

Resultó ser que jeongin estaba en una tienda de mascotas, platicando con la encargada acerca de lo mal que le parecía que vendieran mascotas en lugar de ponerlas en adopción. Cuando hyunjin y chan lo encontraron, la encargada del establecimiento estaba intentando consolarlo, porque había empezado a llorar frente a la jaula de un par de gatitos peludos que le maullaban entre las rejas de su compartimento.

—Ustedes son pequeños, y deberían tener a su familia... — jeongin acariciaba los pequeños hocicos de los gatitos, que le respondían con un suave ronroneo, dando la impresión de estar consolando a jeongin, éste ahora había empezado a recordar cuando él era pequeño.

—Lo siento joven, él llegó y empezó a hablar con los animales, después se enojó conmigo y de repente empezó a llorar, no sé qué le ocurre... — la chica se había encargado de explicarles la situación a hyunjin a chan, mirando a Jeongin con el par de gatitos.

—Disculpe usted señorita, cierto dueño irresponsable que no presta atención a su mascota es el culpable. — chan en realidad quería decir "cierto novio irresponsable" pero se limitó a lo que dijo. Tomó a jeongin de la mano, mirando molesto hacia hyunjin, después de hacer que el menor se desprendiera de la jaula lo condujo fuera del centro comercial, con hyunjin siguiéndolos detrás.

—jeongin es muy sensible con esas cosas, creí que lo sabías — chan le había dirigido la palabra a hyunjin una vez que jeongin ingresó al auto y quedó sin escucharlos.

—Ya lo sé, no sabía que terminaría allí, y mucho menos llorando, lo siento ¿si? debo cuidarlo mejor... — hyunjin se recargó en el cofre el carro, con sus manos en los bolsillos de su pantalón. En realidad disculparse no era muy suyo, y a pesar de que muchas cosas en él habían cambiado con la llegada de jeongin, no se sentía mejor con decir que lo sentía cuando tenía a jeongin llorando en la parte trasera del carro. Ni siquiera había conseguido su helado.

—Cuando seungmin adoptó a jeongin... — chan empezó a hablar después de haber soltado un suspiro. Se había puesto junto a hyunjin con los brazos cruzados —le contaron que lo habían rescatado de cría, así que no conoce a su madre, y si tuvo hermanos no lo sabrá nunca, es por eso que es muy sensible con esto de la familia y querer compañía, supongo...

Hyunjin asintió, mirando hacia el suelo, dándose cuenta de que nunca se había detenido a pensar en eso, y que era algo egoísta el no haberlo hecho.

—Fue adoptado una vez de cachorro, pero adoptantes no resultaron ser la familia que él merecía, terminó siendo un gato de la calle, así como nació. Yo creo que por eso es tan miedoso, y a veces desconfiado, pero la verdad es que su nobleza le impide desconfiar mucho, a veces es malo ser muy amable, en especial para jeongin. Después llegó kim a amarlo como se merecía por primera vez, y después llegaste tú, a hacerlo llorar, a decirle feo, a decirle que era un gato malo, a hacerlo llorar de nuevo, a darle galletas de chocolate y pastel, a perderlo en el centro comercial...

Hyunjin soltó un bufido, no era como si pudiese quejarse, porque chan tenía la razón. Y un sentimiento de culpa lo estaba invadiendo, muy a pesar de que hacía tiempo él ya había aceptado su posición con jeongin. Sentía ahora que lo que hacía no era suficiente, el hecho estaba en que jeongin merecía mucho más de lo que él era capás de darle.

—Pero a enamorarlo. Y eso compensa todo lo anterior... — chan sonrió de lado, marcando su hoyuelo cuando sus miradas se cruzaron — ¿no es así?

—Yo... supongo, que sí... — declaró inseguro. En realidad ahora dudaba, porque era muy cierto que jeongin no merecía todos aquellos malos momentos que lo hizo pasar, y su culpa se lo recordaba.

—No lo supongas, tienes que estar seguro de ello, porque la manera en la que haces sentir a jeongin no puede dejar espacios a dudas. Después de todo, ya es tiempo de que ese gato sea feliz, y tú maldito idiota, puedes lograr que lo sea.

Hyunjin había recibido una amigable palmada en su hombro, para después ser dejado atrás por chan, quien se dirigía a entrar al carro. Esa ocasión chan compró helado para ambos.