Capitulo 25

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Suelto un suspiro de satisfacción y termino mi baño. Mi celular vibra por tercera vez, salgo del agua, ya fría después de varios minutos, y enrollo la toalla en mi cuerpo.

Rechazo la llamada de Donovan y me siento en la cama con una sonrisa. Donovan sí que es tan... Perfecto. Una de las mejores folladas de mi vida, sin duda.

Sacudo la cabeza y decido dejar todos esos pensamientos para otro momento. Busco una blusa beige junto a una falda oscura y mis tacones negros. Cepillo mi cabello y hago unas trenzas en la parte superior. Aplico un poco de maquillaje y brillo labial.

Hoy me siento muy, pero muy, bien.

Al salir, encuentro a Anny, Ale y Maddy desayunando.

— ¡Buenos días, amiga!— dice Ale acercándose. Me da un abrazo y susurra—: Me vas a contar todo. Anoche no llegaste y quiero saber sí fue por la razón que estoy pensando.

— ¡Mami, buenos días!— Anny se acerca y me da un abrazo. Muerdo mi labio inferior, asiento en respuesta a Ale y ésta solo sonríe con suficiencia.

— Buenos días, cariño. Buenos días Maddy.

Tomo mi desayuno en calma y noto que Anny tiene puesto el collar que Deneb le regaló. Suelto un suspiro y tomo nota mental de ir cuánto antes y hablar con el niño y su guardaespaldas.

Me despido de Anny con un beso mientras ella va dando saltos alegres. Ale y yo nos dirigimos a la empresa en mi auto sin decir nada. Noto las ansias de mi amiga por saber lo que ocurrió anoche.

Saludamos a los de seguridad y, al entrar a mi oficina, Ale me lanza la bomba.

— ¡Vamos, cuéntame! Quiero saberlo todo. Aunque, por tu forma de caminar y ese brillo que que tienes, puedo hacerme una idea.

Me sonrojo y ordeno algunos papeles evitando su mirada.

— Pues, solo diré que fue una noche... Llena de emociones.

Ale suelta un chillido y sonríe—. Lo sé, lo puedo ver. Dime, ¿Fue muy intenso?

Miles de pensamientos vuelan en mi cabeza al recordar todo y mi sonrojo aumenta.

— Puede ser... ¡Ahora vete!— digo cuando hace amago de preguntar más. Ella niega y se dirige a la puerta. La abre y se queda en el marco de ésta mientras sonríe abiertamente—. Te contaré luego... Al menos un poquito para que no me des la lata.

— ¡Me contarás, Nia Stone! No me dejaras con dudas sobre...— mira a su alrededor para luego sonreír pícaramente—... sobre Leblack y el mini Leblack.

— Créeme, "mini" no sería una buena descripción...

— ¡Con más razón quiero saber!

Le lanzo una bola de papel y ella se apresura a cerrar la puerta. Suelto una carcajada y comienzo mi trabajo.

Unas horas después, Mike entra con varios papeles y folders en la mano, su laptop y unos frascos de pintura y pinceles.

— ¿Mike, qué es...?

— Nia...— deja todo en el suelo al ver que no hay espacio en mi escritorio. Suelta un suspiro y me mira dándome una sonrisa—... Terminé los diseños que Winter&Heart estaba pidiendo. Los diseñadores de esa empresa son un incordio, se creen los mejores del mundo. Cuando hacía algo, ellos venian y criticaban hasta mi forma de respirar. Te extrañe mucho, compañera.— se sienta en el sillón y hace un puchero—. No me dejaras más a merced de esos malagradecidos, ¿Verdad?

— Bueno...— él me mira con ojitos y yo sonrío—... Descuida, aquí estará tu compañera siempre. Ahora, ¿Para qué trajiste todas esas cosas?

— Cierto, vine a ayudarte a crear el nuevo diseño. Claro está, si tú quieres mi ayuda.

Eternos SiempreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora