Narra Saitama:
Me levanté de la cama con un suspiro, sintiendo ese peso familiar de no querer enfrentar el día. No era que estuviera cansado, sino más bien esa sensación de estar atrapado en una rutina que ya no tenía el mismo sentido. Miré alrededor del cuarto, el cual aún no me parecía del todo mío. Era simple, pequeño, sin mucho que destacar, pero al menos cumplía con lo básico.
-Haaa...-Suspiré, sentandome en el borde de la cama por un momento, intentando procesar mi nueva realidad.
Después de un rato, me levanté y me dirigí al baño. El lugar era diminuto, con apenas espacio para moverme, pero funcionaba, luego procedí a lavarme la cara con agua fría, esperando que eso me despejara un poco.
-......-Al mirarme en el espejo, solo vi una expresión vacía. No sé si era por el cambio o simplemente porque no terminaba de acostumbrarme a todo esto. Sacudí la cabeza, tratando de alejar esos pensamientos y me cambié de ropa, poniéndome una playera blanca y un Short negro sintiendome extraño al respecto.
Brrr....
Con el estómago empezando a quejarse, fui a la cocina. Abrí el refrigerador, esperando encontrar algo que pudiera comer, pero me encontré con un vacío que solo acentuaba lo que ya sentía. Por un momento, solo me quedé allí, mirando el interior sin vida del refrigerador, y una tristeza me invadió, pues no estaba en mi viejo departamento en Ciudad A, donde siempre había algo, aunque fuera un paquete de ramen.
-......-Cerré el refrigerador y me dirigí a la puerta. Supongo que iba a tener que salir a buscar algo para desayunar. Bajé lentamente hasta la recepción, escuchando el eco de mis pasos en los pasillos vacíos. No había nadie alrededor y el silencio solo hacía que me sintiera más solo.
Cuando salí del edificio, el aire fresco de la mañana me golpeó en la cara. Caminé hacia la tienda más cercana, sintiendo cada paso como una confirmación de que mi vida había cambiado más de lo que quería admitir. Todo era nuevo, diferente, y no en el buen sentido. Pero no tenía más remedio que seguir adelante, aunque solo fuera por el simple hecho de mantener una rutina.
Mientras caminaba, traté de apartar la melancolía que sentía. No podía seguir pensando en todo lo que había dejado atrás, en cómo había llegado a este punto. Pensé en lo más simple, lo cual era, comprar la despensa.
......Minutos después......
Despues de un rato, bajé las escaleras hacia la recepción, intentando no pensar demasiado en lo vacío que se sentía todo. El edificio estaba silencioso, casi desértico a esta hora, lo que solo hacía que el eco de mis pasos resonara con más fuerza en mi cabeza.
Al llegar abajo, me encontré con el señor Suicho, el dueño del edificio, un hombre mayor con una expresión siempre tranquila, como si nada pudiera sorprenderlo.
-Buenos días-Dije, tratando de sonar más animado de lo que realmente me sentía
-Buenos días, Saitama-Respondió con su habitual tono calmado, parecía que estaba a punto de salir también, con una pequeña bolsa en la mano.
-Disculpe-Dije, dudando un momento antes de continuar-¿Hay alguna tienda por aquí cerca?
-.....-El señor Suicho asintió lentamente, como si se tomara su tiempo para recordar cada detalle-Sí, hay una pequeña tienda a dos cuadras al oeste, no es gran cosa, pero tiene lo necesario.
-Gracias-Le dije con una inclinación de cabeza y me dirigí hacia la salida, siguiendo sus indicaciones.
El sol ya estaba un poco más alto, y el aire fresco me ayudó a despejar un poco la mente. Caminé tranquilamente, sin prisa, hasta que finalmente llegué a la tienda que el señor Suicho mencionó.
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"Te amo sensei" yaoi (Garou x Saitama)-One Punch-Man
Random*ACLARACIONES: -En esta historia los personajes no tienen poderes, no hay luchas con kaijin y es un mundo completamente normal con los tipicos problemas de la sociedad. -Genos es humano por completo. -Algunos kaijin apareceran como humanos -Aparecer...