¿y si después de todo, Ford y Bill no contaron la historia completa?
Ford se había alojado en aquel pueblo en busca de explotar su potencial, sin embargo, cuando esta a punto de dejarlo todo y volver a casa un misterioso Dios se abre paso en su ment...
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Dos meses habían pasado desde que Bill se apareció en su vida.
Debía admitir que no entendía todas esas advertencias que había encontrado previamente sobre aquel rubio, es decir, parecía alguien sumamente transparente y agradable.
No quería adelantarse mucho, pero debía admitir que Bill ha sido de suma ayuda en sus episodios de ansiedad o insomnio, pues siempre le ayuda entrando en su mente y relajar aquello que le impacienta.
Ahora mismo escribía con rapidez en su diario algunos datos sobre un par de polillas con diseños muy interesantes que encontró en su pórtico.
-El tono magenta en sus alas parece ser producto de la...
Sus parpados se sintieron repentinamente pesados y por mas que intento termino cayendo totalmente inconsciente sobre la mesa de trabajo, regando así la tinta con la que escribía.
Abrió los ojos lentamente tratando de acostumbrarse al ambiente y no le tomo mucho tiempo darse cuenta que estaba en su mente. Esto era obra del dios.
Una voz hablo a sus espaldas.
-Hay cosas más interesantes por investigar que las polillas del pueblo, Fordsy.
El castaño se dio vuelta rápidamente y una sonrisa apareció en sus labios sin siquiera darse cuenta.
-Es un buen pasatiempo, debes admitirlo.
-Mhm, tengo pasatiempos más emocionantes.
- ¿Cómo cuáles?
Bill sonrió divertido.
Había algo en la curiosidad inmensa de Ford que le hacía tener el impulso de mostrarle su mundo, llevarlo consigo y corromperlo.
Ese sería un buen pasatiempo.
-No te gustarían, créeme.
Peinó sus cabellos rubios con tranquilidad mientras caminaba hacia el Pines.
-Como sea, no te deje inconsciente en medio de tu laboratorio para hablar de las cosas raras que hacemos cuando estamos solos.
El castaño recobró la postura al sentir la mirada del dios sobre él. Claro, debía haber una razón por la que lo quería ver.
- ¿Necesitas algo?
-Necesito muchas cosas, pero por ahora solo quería darte un pequeño regalo.
El joven rubio le sonrió dulcemente antes de mostrar frente a él lo que parecía ser un mapa que indicaba un punto cerca del pueblo.
- ¿Qué es esto, Bill?
La confusión en su mirada parecía matar de ternura al dios.
-Ahí están las respuestas que buscas. Ve cuando despiertes.
