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La mañana siguiente, Stanford se levantó con la intención de poner en marcha una de las primeras pruebas del portal junto a Fiddelford. Por dicha razón es que optó por revisar en el pronóstico del clima y verificar que todo estuviera en condiciones óptimas para dar con el momento perfecto.

Claramente podría pronosticar parte del clima por su cuenta, pero quizás estaba siendo un poco extremo con su idea de gastar el mínimo tiempo posible con lo que no involucrara estar en el laboratorio.

Cambiaba constantemente los múltiples canales en la televisión hasta que algo captó su atención y le hizo escupir su café por la sorpresa.

-¿Que demonios?...

Grande fue su asombro al observar a su hermano gemelo vender estafas bajo el nombre de "Panley Pines".

Es raro mirar tu propio rostro cometer crímenes.

-Sigues con la misma rutina, eh?-Suspiró.-Debería llamar a la policía y darte un buen susto.

La idea rápidamente se esfumó y decidió continuar con sus labores, no debía perder el tiempo así pues esa era la vida que Stanley había escogido.

Bajó al laboratorio mientras presionaba entre sus dedos su blanda pelota de estrés. Ya tenia muchas cosas en la cabeza.

"Espero también poder confiar en ese sujeto"

Las palabras de Clave respecto a McGucket aún resonaban en su mente de vez en cuando y le hacían preguntarse si había tomado la decisión correcta al involucrarlo en este trabajo.

Era absurdo.

¡Claro que Fiddelford era el indicado!... ¿no?

Aunque tampoco tenía muchas opciones. Ford nunca había sido realmente hábil con las maquinarias en su pasado, pues incluso en la universidad había preferido dejar aun lado las clases sobre Ingeniería Hiperavanzada y Calculo Pentadimensional para enfocarse en Teoría de Fase Quantica Aplicada. Sin duda todo esto era resultado de su holgazanería.

Se encontraba realmente convencido de que su compañero estaba consciente de su gran potencial con toda maquinaria. Verlo trabajar, planear y codificar mil cosas que se encontraban fuera de su campo de estudio era un deleite. Respetaba mucho a esa mente capaz.

De lo que no se encontraba tan convencido era de que este trabajo fuera a dar resultado.

¿Que pasaba si no podía cumplir con la idea de Bill?

Esa pregunta lo atormentaba de vez en cuando por las noches y se iba al dormir, pero ahí estaba, como una molesta astilla en su cabeza.

De todos modos, terminaba por consumir esa idea en lo profundo de su subconsciente y se veía más animado cuando McGucket le mostraba los circuitos que armó por la madrugada.

Todos esos años de soledad en el pueblo antes de la llegada de su fiel amigo lo habían moldeado a una rutina de constante silencio, introversión y algo de nostalgia. Mentiría si dijera que tener a un ser humano que lo comprenda no era agradable, se sentía realmente agradecido por eso.

Un gruñido de frustración se escuchó al otro extremo de la habitación.

Fiddelford se retiró la máscara para soldar del rostro y peinó sus cabellos caramelo antes de apresurarse a caminar hasta la puerta.

-Necesito un sandwich urgentemente, y tu deberías dejar de tomar tanto café.

Esas fueron las últimas palabras que le dedicó antes de perderse tras la salida. Por un momento había olvidado que no estaba solo en la cabaña.

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⏰ Última actualización: Sep 14 ⏰

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Shameless- BillfordDonde viven las historias. Descúbrelo ahora