Capítulo 22

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Eric se encontraba bastante distraído ese día. La situación con Ashlyn no había mejorado en lo absoluto, tenía que encontrar la forma de que ella lo disculpase; no le gustaba estar peleado con ella, y se arrepentía mucho de haberla dejado sola esa noche, solo por dejarse llevar por sus deseos. Había sido muy imprudente de su parte, si algo le hubiese pasado a Ashlyn, él jamás podría perdonárselo.

Tomó un sorbo de café y pensó en qué hacer. Quizás si le compraba algún obsequio... Aunque no era la mejor opción, Ashlyn no era una chica materialista; y siempre decía que no necesitaba que nadie le regale nada, que ella podía comprarse sus cosas sola, por algo trabajaba y se esforzaba al máximo.

Eric sonrío de costado, Ashlyn tenía varios defectos, su carácter podrido era uno de ellos; el más grande quizás. Pero también tenía muchas virtudes. Su pasión por su profesión, y la determinación que tenía para afrontar las situaciones eran algunas de ellas. También la increíble fuerza de voluntad que poseía era algo admirable. Toda su vida se había esforzado por alcanzar sus objetivos y metas. Estaba seguro de que ella lograría cumplir todos sus sueños y de seguro recibiría mucho más de lo que esperaba.

-¿En qué piensas?- Le preguntó Thomas sacándolo de sus ideales.

-En cómo hacer que Ashlyn me perdone ¿En serio no vas a ayudarme? Soy tu mejor amigo- Dijo Eric.

-Exacto- Recalcó Thomas- Como eres mi mejor amigo, debo dejar que seas adulto y resuelvas la situación que tú mismo creaste. Pero no creas que voy a dejarte solo-

-¿Ah, no?- Preguntó Eric esperanzado.

-Por supuesto que no- Dijo Thomas con una sonrisa- Yo siempre estaré aquí para darte apoyo moral. Para eso estamos los amigos.

Eric bufó ante la respuesta de Thomas.

-Gracias por nada Tom-

-Descuida, ya pensaras en algo- Animó el rubio.

Unos tacones comenzaron a resonar y ambos supieron que la señorita Gemma se acercaba, por lo que rápidamente se irguieron en el lugar. De seguro así debían sentirse los soldados.

-Buenos días- Dijo Gemma. Lucia tan elegante como siempre.

-Buenos días señorita- Dijo Tom- Volveré a mi puesto de trabajo, con permiso.

Gemma hizo caso omiso a Thomas y fijó sus ojos en Eric.

-Buenos días- Dijo Eric sin darle demasiada importancia a Gemma.

-¿Todo marcha en orden?-

-A la perfección, como debe ser-

-Así me gusta- Gemma enredó un mechón de su cabello en su dedo mientras miraba de arriba abajo a Eric.

Sin embargo, él joven no mostraba el interés que Gemma deseaba causarle, y eso le molestaba.

-¿Está usted bien? Lo noto distraído-

-Si señorita. Es solo que hay mucho movimiento el día de hoy en el hotel- Dijo mientras se pasaba la mano por la frente.

Gemma chasqueo la lengua antes de volver a hablar.

-Comprendo. Venga a mi oficina por favor. Es urgente- La mujer comenzó a caminar con tranquilidad hacia su oficina, haciendo resonar sus tacones como de costumbre.

Eric dio un resoplido, pero no tuvo más opción que ir detrás de la Gemma.

Ya en su oficina, Eric esperó que la señorita hablara.

-Cierre la puerta por favor-

El joven obedeció. Una vez que ambos tuvieron total privacidad, Gemma se acercó a Eric y comenzó a besar su cuello, una acción que ya se le estaba haciendo costumbre.

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