CRISTAL.
La noche hizo su aparición, atrajo a más clientela e incluso cambió repentinamente el movimiento dentro del bar. Miré el reloj, y un pesado suspiro salió de mi boca al darme cuenta de que ya tenía que abandonar mi turno como camarera, para dar inicio a otro.
El día había sido muy cansado y exhausto para mí, igual a como lo habían sido los últimos otros. Hace dos días que había hablado con Kenneth para decirle que aceptaba su propuesta, y afortunadamente, podía decir que no estaba arrepentida. Había sido tal y como acordamos, el sueldo e incluso el no sobrepase de los clientes.
Aunque solo bailaba en el escenario y usaba el tubo junto a otras tres de mis compañeras, mi lugar era el mismo que las demás y para los hombres éramos exactamente iguales, como un tipo de carne que ellos creían poder comprar. Sus miradas llenas de deseo y todas las asquerosidades que me decían empezaban a causarme repulsión, pero supongo que lo podía aguantar.
Muy bien, Cristal, es solo bailar. Pensé para tranquilizarme al mismo tiempo que iba adentrándome a un camerino. Una vez dentro, empecé por quitarme mi ropa con lentitud y tranquilidad, sintiendo cada roce de mis dedos con mi piel. Terminé de quitar mi prendas y finalmente me quedé en ropa interior, tomé un suspiro y fui hacia el armario, le dediqué una simple mirada y simplemente tomé lo que más me llamó la atención.
Se trataba de un vestido de color azul marino, y como se esperaba, extremadamente corto y sin dejar mucho a la imaginación. Tenía un escote en el pecho y una abertura en la espalda, revelando más piel además de mis muslos. Suspiré silenciosamente, tomando valor antes de comenzar a colocarmelo.
Subí el vestido por mis caderas, sentía como su tela empezaba a apretarse a mi cuerpo, moldeando mis curvas a su antojo. Lo terminé de subir hasta mis pechos y finalmente empecé a subir las dos tiras por cada uno de mis hombros. Una vez lista, me detuve frente al espejo y miré profundamente mi reflejo.
El vestido era hermoso, pero vulgar. Su color me dejaba embobada, tan llamativo y brillante. Se apretaba a mis caderas y hacía resaltar mi cintura, el escote mostraba el inicio de mis pechos y la abertura en la espalda revelaba casi toda mi piel. Debía de admitir que me veía deslumbrante, pero seguía sintiéndome rara y extraña. Esto no era para mí.
Decidí dejar mis pensamientos atrás y empecé a cambiar mis tacones por otros más cómodos, debido a que tenía que bailar por momentos largos y no quería que mis pies se cansaran tan fácilmente. Cuando empecé a retocar mis labios con un color rojo fuego, un chirrido sonó a mis espaldas.
Un escalofrío empezó a recorrer mi espalda desnuda cuando volteé hacia atrás y me percaté de que la puerta se encontraba entreabierta. Olvidando mis tacones y todo lo que estaba haciendo, avancé inmediatamente hacia aquella y salí hacia el pasillo, encontrándome en una completa soledad.
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𝙈𝙔𝙎𝙏𝙀𝙍𝙄𝙊𝙐𝙎 𝘽𝙊𝙔 ; 𝙏𝙤𝙢 𝙆𝙖𝙪𝙡𝙞𝙩𝙯 ©
Fanfiction𝙏𝙝𝙚 𝙃𝙪𝙣𝙩𝙚𝙧| Un despiadado psicópata empezaba a atormentar el barrio de New York, en «Brooklyn», donde el aparentaba ser una persona común y corriente entre la multitud. Era un tipo muy complicado pero inteligente, uno que la policía de New...