23. "Don't run away, I love you"

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CRISTAL

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CRISTAL.


El día anterior, luego de que Tom terminara de irse a su apartamento, me dí un rápido baño y decidí irme a dormir. Antes de tumbarme en mi cama, me aseguré de cerrar todas las puertas y las ventanas. Lo peor del caso, es que de todas maneras seguía sintiéndome observada e incómoda, como si alguien estuviera mirándome. ¿Pero como lo haría? Las persianas cubrían todas las ventanas de mi apartamento, incluso el ventanal del pequeño balcón.

Decidí dejar de pensar en ello y cuando menos me lo esperé, caí dormida en mi cama, totalmente cansada y profundamente dormida mientras mi cerebro se entretuvo por su propia cuenta y me terminaba por llevar a uno de esos sueños pesados con el pasar de unas horas. Al final de la noche, tuve un sueño, o quizás una pesadilla espeluznante. Una en la cual sentí no poder salir, como mi propia cama se hundió y unos brazos apretarse a mi alrededor como si me necesitaran incluso todavía más cerca. Su aliento golpeó mi oído y me dejó helada.

Pero cuando al día siguiente desperté, luego de que sintiera los rayos del sol infiltrandose a través de las persianas y alumbrando con luz tenue mi habitación y cama, me percaté de que solo había sido un sueño pesado. Un producto de mi imaginación. Miré hacia mi lado izquierda en la cama y no había más que un par de almohadas en los que solía recostarme para más comodidad. Las cobijas me envolvían, las puertas y las ventanas seguían aseguradas, y todo como lo dejé la noche anterior.

Fue solo un sueño.

Para comenzar mi día, me dí un rápido baño y dejé que el agua cayera sobre mi cuerpo desnudo, lavé mi cabello y mientras las mamparas de la ducha se llenaron de vapor, unos pensamientos y recuerdos pasaron por mi cabeza en un intento de distraerme y hacer que el tiempo pasara más rápido.

Todavía recordaba los besos que me dí con Tom la noche anterior y no pude evitar sentirme nerviosa y tensa al volver a querer sentir sus labios besar fuertemente los míos. A veces me tomaba con una ligera fuerza y otras veces con delicadeza, como si temiera romperme. Lo peor es que mi sospecha en el podría estar volviendo a aparecer, y, de todas formas, no haría nada para detenerlo. Sentía miedo, claro que sí.

Pero no podía evitarlo, una parte en mi deseaba que el fuera el misterioso chico que tanto me aterraba. Amaría su fuerza. Tal vez deseaba que el me tomara y me hiciera suya. Tal vez quería probar ese lado que nadie conocía, el lado obsesivo y violento. Quizás la demente era yo y no el. Tan pronto como terminé de bañarme y empecé a prepararme mi desayuno, pensé, que Tom no podría ser el cazador, mi acosador, ni mucho menos el misterioso chico que estaba detrás de los dos. Solo se trataba de un pequeño fetiche que estaba comenzando a nacer en mis adentros.

La mañana era tranquila, pero también perezosa. Las horas pasaban con lentitud y no podía evitar sentirme intranquila por ello. Hace días que el cazador no había vuelto a aparecer y sabía perfectamente que algo aterrador estaba a punto de venir. En el fondo, sentía un mal presentimiento y mi cuerpo respondía ante ello, mientras cocinaba, los objetos que mis manos sostenían se caían. Sabía que no era simple torpeza mía.

𝙈𝙔𝙎𝙏𝙀𝙍𝙄𝙊𝙐𝙎 𝘽𝙊𝙔 ; 𝙏𝙤𝙢 𝙆𝙖𝙪𝙡𝙞𝙩𝙯 ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora