Un océano de vidas

24

24: ¡Luchando en el infierno!
Muy bien, aquí hay un nuevo capítulo, amigos. Y es relativamente corto, así que les pido disculpas si no les gusta su extensión.

Kurogane7 ayudó nuevamente, envíenle algo de apoyo a él y a sus historias.

Deje una reseña para apoyar la historia y esto continuará.

¡Disfrutar!

Nivel 4

*¡ESTALLIDO!*

*¡ESTALLIDO!*

*¡ESTALLIDO!*

*¡ESTALLIDO!*

En los niveles superiores del Nivel 4, se había desatado un tiroteo cuando los guardias se vieron obligados a abandonar ciertas secciones del área después de ser superados por la cantidad de potencia de fuego y la precisión letal con la que estaban lidiando.

El tiroteo había acabado con la vida de muchos de los guardias presentes, que habían cubierto el suelo y las paredes con su sangre y sus entrañas. Sólo unos pocos habían tenido la suerte de evitar el mismo destino, y ni un alma había salido ilesa.

Algunos de esos guardias saltaron rápidamente detrás de una pared para cubrirse donde uno ya estaba escondido, mientras sus otros camaradas habían caído.

—¡Maldita sea! ¡Estamos aislados del resto! —dijo el primer guardia, armado con un fusil, a sus compañeros antes de dar una orden—. ¡Retroceded! ¡Os cubriré!

—¡Y seguro que sí! ¡Morirás! —le gritó el segundo—. ¡¿Qué está pasando?! ¡¿De dónde vienen los disparos?!

De repente, los disparos se detuvieron, para gran aprensión de los guardias. Intercambiaron una mirada antes de que uno de ellos se ofreciera voluntario para ver la causa de la calma.

*¡ESTALLIDO!*

El guardia observó horrorizado cómo la cabeza de su colega se echaba hacia atrás cuando una bala le atravesó el cráneo, derramando sangre y materia cerebral en el suelo detrás de él.

"¡¿De dónde carajo vienen esos disparos?!" gritó de nuevo el guardia mientras los disparos se reanudaban.

"Uzumaki es lo que está pasando, él-"

*¡ESTALLIDO!*

Una bala rebotó contra la pared junto a ellos, mientras el guardia se asomaba hacia el nivel superior y veía a varios hombres disparando sus rifles a su posición desde lo alto.

"¡Liberó a sus Malditos Invasores!"

Desde las gradas superiores, los Raiders con rifles robados no dudaron en disparar a los carceleros, sin duda por odio a su injusto encarcelamiento. Los querían a todos muertos y no escatimarían ni una bala para asegurarse de que eso fuera exactamente lo que sucediera.

A diferencia del resto de los reclusos de Impel Down, estos hombres todavía llevaban la misma ropa con la que entraron: una mezcla de uniformes diferentes, desde pantalones caqui hasta algunos incluso camisas azules abotonadas, y llevaban cascos y sombreros como cuando estaban de servicio. No les importaba el calor, ya que habían pasado por cosas peores a lo largo de los años.

"¡Maldita sea! ¡Casi lo atrapo!"

—¡Mantengan ocupados a esos cabrones! —dijo uno de los Raiders sosteniendo un rifle—. ¡Tenemos que darles tiempo a los demás!

"¡Adelante! ¡Listo!"

Con una simple orden, casi una docena de hombres con armas de fuego, pistolas y rifles salieron de sus escondites y apuntaron hacia los guardias.