DESPIADADO

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Después de la escena del café, Carlos estaba realmente frustrado. Su día y su camisa se habían arruinado, realmente quería desquitarse con el joven, quería golpearlo, pero había algo que le detuvo.

Claro que no saldría ileso y le recriminó por lo que hizo, pero si alguien que lo conociese lo viese ser tan "compasivo" se hubiesen sorprendido pues hubiese llegado a las últimas consecuencias.

No es alguien que se caracterice precisamente por ser amable, compareciente, sensible.

Carlos Sainz era una persona despiadada sin escrúpulos y que jamás escatimaba a la hora de conseguir lo que él quería; en palabras de su padre "la ambición y arrogancia hecha persona" por supuesto que su padre estaba orgulloso de él y todo lo que había logrado.

Diez años en los que esculpió una personalidad inquebrantable, sin miedo a pisotear a los demás para conseguir sus objetivos y es que antes había sido la pureza hecha persona.

Carlos era lo que se conocía como una persona correcta, tenía modales, amabilidad y mucho amor para dar. Alguien que ponía a los demás sobre si mismo y siempre buscaba estar ayudando a otros.

Pero hubo algo que lo cambió y lo hizo ver el mundo desde otra perspectiva, una donde nadie era digno de su amor y empatía.

Al inicio siendo hijo único hasta que sus padres se divorciaron y, años después, su padre se volvió a casar dándole un hermanastro, hermano por el cual daría la vida y más.

Sergio se volvió la excepción a la regla, era la única persona por la que Carlos quemaría todo. Carlos tenía 13 años cuando un Checo de 11 apareció en su vida y desde entonces se volvieron inseparables. El pecoso siempre lo mantuvo en un estado de felicidad pura, incluso desde su abrupto cambio de actitudes.

Si bien Sergio no estaba de acuerdo con "su nuevo yo" siempre lo apoyó en cada decisión que tomó y le recriminaba cuando hacía las cosas mal.

Perdió el contacto con su madre biológica después del divorcio, jamás supo nada de ella y, con el paso del tiempo, perdió el interés en reencontrarse. Ese lugar fue tomado por la madre de Sergio quien era el amor y la pureza hecha persona, una mujer digna de llamar madre.

Todo iba perfecto hasta que, a sus 20 años perdió a su madre en un terrible accidente. Los tres estaban devastados, Checo ignoró todo lo relacionado al caso desde el inicio, su padre fue perdiendo el interés con el paso del tiempo, pero él, él lo recordaba todo muy bien y, hasta la fecha lo tenía presente.

Desde entonces algo dentro de él se quebró y juró jamás llorar otra vez, jamás ser empático pues el mundo estaba lleno de gente mierda y si no eres el cazador, eres la presa.

Carlos se curtió en la indiferencia y el sexo casual con personas desconocidas, no había espacio para algo romántico, no había tiempo para un segundo encuentro con ninguno de sus acostones; nadie era digno.

Pero ese día de la cafetería algo había cambiado, incertidumbre y curiosidad resurgieron en él; ¿Quien carajos era ese tipo y por qué estaba tan intrigado?

Esos ojos...

Le vio pasar a su costado —Inútil —fue lo único que su mente pudo procesar y su boca escupir.

—Lo mismo digo yo —escuchó un susurro del chico que creía mudo.

—¿Disculpa? —cuestionó dándose la vuelta para encararlo, pero el chico simplemente salió del lugar y se perdió entre la multitud.

DISARTRIA | CHARLOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora