Parte 2

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Capítulo 2: ¿Es Posible que Esté en Otro Mundo?

Melow, ahora en el cuerpo de Lincoln, apenas tenía seis meses de edad, pero su mente ya estaba llena de preguntas y confusión. Aunque su cuerpo era el de un bebé, su conciencia era la de un adulto. Cada día era una lucha entre su comprensión adulta y las limitaciones físicas de su nuevo cuerpo.

Desde que abrió los ojos en esta nueva vida, Melow comenzó a explorar su entorno con la curiosidad de un niño, pero con la perspicacia de alguien que había vivido antes. Los Loud, quienes ahora eran su familia, lo trataban con el amor y la familiaridad que se le daría a un bebé, pero Melow sabía que algo estaba fuera de lugar.

Conforme los días se convirtieron en semanas, Melow se adaptó lentamente a su nuevo cuerpo y a la rutina de la casa Loud. Aprendió a gatear y a balbucear palabras en inglés, un idioma que nunca le gustó en su vida anterior, pero que ahora absorbía con una rapidez sorprendente. Todo a su alrededor parecía tan real, pero a la vez, tan ajeno.

Un día, mientras jugaba en el suelo de la sala, algo llamó su atención: un espejo al otro lado de la habitación. Con gran esfuerzo, gateó hasta él y se miró en su reflejo. Lo que vio lo dejó perplejo. Frente a él estaba el rostro de un bebé, con grandes ojos curiosos y cabello blanco. Pero este no era cualquier bebé, era Lincoln Loud, el personaje de una caricatura que él conocía en su vida anterior. Fue en ese momento cuando Melow comenzó a sospechar que, de alguna manera inexplicable, había reencarnado en este personaje.

La idea de estar en otro mundo, en el cuerpo de alguien más, comenzó a tomar forma en su mente. ¿Podría ser que, al morir, su alma hubiera sido transportada a este universo paralelo? Aunque era aterrador, también le intrigaba la posibilidad de vivir una vida diferente, en un lugar donde las reglas parecían ser otras.

Los días pasaron, y Melow no podía sacudirse la sensación de extrañeza. A veces, cuando estaba solo en su cuna, intentaba recordar detalles de su vida anterior, pero cada vez se le hacía más difícil. Sin embargo, su capacidad para adaptarse a este nuevo mundo era impresionante. A pesar de su corta edad, demostraba una habilidad sorprendente para comprender y recordar todo lo que sucedía a su alrededor.

Una tarde, mientras estaba con sus "hermanos" en la sala, se volvió hacia Lincoln (o mejor dicho, su reflejo en un espejo) y se preguntó en voz baja:

—¿Es posible que esté en otro mundo?

Aunque sabía que los demás no podían entenderlo, decirlo en voz alta lo hacía sentir más real. Estaba decidido a descubrir qué había sucedido y por qué estaba aquí, en el cuerpo de Lincoln Loud. Pero por ahora, tendría que aprender a vivir en este mundo, en esta nueva vida, con la esperanza de que algún día, las respuestas llegarían.

Capítulo: Exploración y Recuerdos

Lincoln abrió los ojos lentamente. El calor de la mañana se colaba por la ventana, bañando la habitación en un resplandor dorado. Aún no se acostumbraba a despertar en este cuerpo, en esta vida. Cada día era un recordatorio de su reencarnación, de la vida que dejó atrás.

Explorando la Casa Loud

A medida que se levantaba de la cama, una sensación de curiosidad invadió a Melow. Aunque había vivido ya varios días como Lincoln, apenas había comenzado a explorar su nuevo hogar. La casa Loud era enorme en comparación con el pequeño apartamento en el que vivía en su vida pasada. Cada rincón, cada objeto, parecía estar lleno de historia, de memorias que no le pertenecían pero que ahora eran parte de él.

Decidió empezar por la planta baja. A medida que caminaba por el pasillo, sus sentidos parecían estar más agudos que nunca. Podía oler el suave aroma de la madera vieja mezclado con el desayuno que se cocinaba en la cocina. Cada sonido, desde el crujido del suelo bajo sus pies hasta el murmullo distante de la televisión, se amplificaba, dándole una sensación de asombro infantil.

De repente, algo captó su atención. En una esquina del salón, un baúl viejo y polvoriento reposaba junto a una estantería llena de libros. Se acercó con cautela, sus dedos pequeños temblando ligeramente mientras abría la tapa. Dentro, encontró una colección de juguetes antiguos y fotografías en blanco y negro. Una de las fotos mostraba a una familia sonriente, no muy diferente de los Loud, pero algo en esa imagen le resultaba inquietante.

Interacciones con los Hermanos

La voz juguetona de Luan lo sacó de su ensoñación. "¡Buenos días, Linky! ¿Qué haces tan temprano investigando?" Lincoln, o mejor dicho, Melow, sonrió débilmente. Aunque la energía de Luan era contagiosa, le resultaba difícil responder con la misma alegría. Aún se sentía como un extraño en su propio cuerpo.

Luan se acercó y, sin previo aviso, lo abrazó con fuerza. "¡Eres tan adorable cuando te pones pensativo!" Melow sintió una mezcla de incomodidad y calidez. La naturaleza juguetona de Luan le recordaba a un amigo de su vida pasada, alguien que siempre intentaba levantarle el ánimo, aunque Melow solía rechazar esos intentos.

Antes de que pudiera responder, otro de los hermanos apareció en escena. Luna, con su guitarra al hombro, lo miró con una sonrisa cómplice. "Hey, bro, ¿quieres escuchar una nueva melodía?" Melow asintió, intrigado. La música siempre había sido un refugio para él, tanto en su vida pasada como en la actual.

Recuerdos del Pasado

Mientras Luna tocaba, una suave melodía que llenaba la casa de una tranquilidad inusual, Melow cerró los ojos. La música despertó algo en su interior, un recuerdo lejano de su vida anterior. Recordó las tardes solitarias en su pequeño apartamento, cuando la música era su única compañía. Había una canción en particular que solía escuchar, una melodía triste y melancólica que reflejaba su estado de ánimo en esos días oscuros.

De repente, un destello de ese recuerdo cruzó su mente. Vio la imagen de su antigua habitación, desordenada y oscura, con la única luz proveniente de su ordenador. Sintió una punzada en el pecho, una mezcla de nostalgia y tristeza. Pero antes de que pudiera sumergirse completamente en ese recuerdo, la voz de Luna lo trajo de vuelta al presente.

"¿Qué te parece, bro? ¿Te gustó?" preguntó Luna, con una sonrisa. Melow asintió, intentando sacudirse la sensación de melancolía. "Es... increíble", respondió, su voz un poco más baja de lo habitual.

Descubrimiento de Habilidades

Más tarde, mientras jugaba con uno de los rompecabezas que encontró en el baúl, Melow se dio cuenta de algo extraño. Sus manos se movían con una velocidad y precisión que no recordaba haber tenido en su vida pasada. En cuestión de minutos, había resuelto el complicado rompecabezas que en otra ocasión le habría tomado horas.

Se quedó mirando el rompecabezas resuelto, desconcertado. "¿Cómo hice esto?" murmuró para sí mismo. Esta nueva habilidad, aunque emocionante, también le resultaba perturbadora. Era como si una parte de Lincoln se estuviera fusionando con él, dándole habilidades que nunca tuvo como Melow.

Misterio y Aventura

Esa noche, después de que todos los hermanos Loud se fueron a la cama, Melow decidió explorar un poco más. Había algo en la casa que lo inquietaba, como si un secreto estuviera escondido en algún lugar, esperando ser descubierto.

Caminó en silencio por los pasillos oscuros, guiado por una intuición inexplicable. De repente, en uno de los armarios del pasillo, encontró un pequeño compartimento oculto. Con manos temblorosas, lo abrió y descubrió un antiguo diario.

Al abrirlo, las páginas amarillentas revelaron secretos que nadie más en la casa conocía. Melow sintió un escalofrío recorrer su espalda. Sabía que este descubrimiento era solo el comienzo de algo mucho más grande, algo que lo llevaría a descubrir la verdadera razón de su reencarnación en la familia Loud. 

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