Lissa escucha el timbre de su departamento sonar. Le parece raro puesto que no espera a nadie, Carl a estado algo distante pero la comprende ya que han sido días horribles para un equipo que siempre marchó bien, se queda sentada en su sofá esperando que quien esté afuera se aburra y se largue, tampoco cuenta con ánimo para ser anfitriona.
Vuelve a sonar y esta vez Lissa se levanta y acerca en silencio hacia el ojo mágico de la puerta pero no se ve nadie frente a ella, en un arrebato de incredulidad abre pero descubre un pasillo vacío aunque siente el aire cargado al punto de creer que la están mirando. Cierra la puerta porque algo le genera temor y se queda detrás de esta en silencio, no sintió pasos acercarse por lo que volvió a sentarse al sillón aunque sentía una extraña sensación de malestar y preocupación. Se mantuvo expectante mientras ojeaba un libro de suspenso que había comprado hace poco, amaba leer y la mantenía con la mente ocupada pero ahora no podía concentrarse. Se levantó y miró de nuevo sin abrir la puerta pero estaba vacío, tomó un respiro y se repitió a sí misma que estaba muy exaltada por toda la situación vivida y para calmarse camino hasta la cocina para beber una taza de té.
Una voz la congeló, aquel visitante ya estaba dentro.- Por favor no me hagas nada, tengo algo de dinero. Puedes tomarlo pero déjame vivir- susurro Lissa, la voz no salió con fuerza.
-Lissa me gustaría nos hubiéramos conocido en otras circunstancias, pero vengo por información y se que podrás dármela, olvidemos las presentaciones no son necesarias. Quiero saber ¿donde esta Carl? Entre a su casa y las cosas están igual que el día que la visite sin que ella supiera.
- Yo Yo Yo no se nada- Lissa tiritando mira si tiene alguna posibilidad de escapar pero saltar del cuarto piso no le parece una solución perfecta aunque en última instancia lo tendrá que hacer.
-vamos Lissa algo debes saber, crei que eras una chica lista pero me doy cuenta que fue error mío.
- de verdad no se donde esta, me dijo en la última llamada que necesitaba descansar o algo así dios ni si quiera lo recuerdo- no lo podía creer, sabía que no convenceria a aquel sujeto que realmente no tenía idea de donde se encontraba Carl y ¿qué podía hacer? correr a la puerta principal para gritar en el pasillo.
- No harás en absoluto lo que estás pensando Lissa porque te mataré, mis voces dicen que hoy es tu fin, me pidieron preguntarte si disfrutaste violentar a Maddy hace tantos años y si usar a su pareja fue suficiente para apagar tus demonios.
Lissa al escuchar el nombre de Maddy comienza a sudar frío y no encuentra conexión con aquel individuo, Mad y Carl.
- ¿de que hablas?- pregunta de forma ingenua aunque ella sabe muy bien de lo que habla.- Si sabes de lo que hablo no me hagas perder más tiempo Lissa pues no me interesa lo que hayas hecho las voces no me quieren decir más, ignoro los detalles. Solo me dijeron que te tocara pagar eso en el infierno por lo que yo quedo a cargo-
Sin dudarlo un minuto más Lissa corre en dirección a la puerta, sale rápidamente por el pasillo pero aquel hombre es más veloz y fuerte que ella, al ser alcanzada pierde el equilibrio y el la arrastra de vuelta al departamento. Comprende que su vida está por acabar.
Un flashback de Maddy la hace llorar desconsoladamente, su media hermana llego a su vida con tan solo dieciséis años, ella tenía diecisiete cuando supo de que su padre iniciaría una nueva relación con una mujer que también tenía una hija, al principio se negaba a la idea de ver a sus padres divorciados y sobre todo a su papá rehacer su vida mientras su madre se ahogaba en la adicción al alcohol y los medicamentos. Sin embargo todo se torno peor cuando la tuicion de ella fue a dar a su padre y tuvo que convivir con aquellas dos extrañas, descubrió que su padre era más amable con Maddy y generalmente todas las conversaciones de las cenas eran sobre el futuro de aquella chica. Se sentía desconectada y enrabiada con el mundo y sobre todo con su padre por lo que entonces inicio un plan para acabar con la paz de Mad al punto de destruir a aquella chica risueña y amable.
Con el pasar de los años aquel evento fue la carga más grande que le toco afrontar y comprender el nivel de maldad que había transgredido la condenaba a un futuro lleno de pesar.
Lissa iba en el último año y contaba con cierta popularidad por lo que se dedico a difundir rumores de Mad relacionado a enfermedades de transmisión sexual o que tenía encuentros casuales con distintos chicos por lo que pronto paso a ser la indeseable del instituto pero lo peor estaba por venir. Mad a pesar de todas esas cosas se sobrepuso y avanzo con la cabeza en alto recibiendo apoyo de un chico llamado Martin aquel muchacho la protegió de otros estudiantes que intentaron sobrepasarse y someter a Mad para probar si los rumores eran ciertos, el amor nació en ellos y lograron sortear la dura realidad del instituto. Ahí fue cuando Lissa decidió dar el último golpe antes de partir a la universidad , espero paciente a que ellos planearan una salida y cuando sucedio ya tenia en mente su última jugada, antes de que su hermanastra llegara al lugar en que se vería con su noviecito ella apareció vestida de forma provocadora y se le planto de frente con una excusa ridicula sobre necesitar ayuda con su computador en casa. Martin la observo y le dijo que no podía ayudarla ahora ya que iría al cine con Mad pero que si no lo necesitaba urgente podía ir al día siguiente para ayudar siempre y cuando hubiera más gente en casa. Lissa recuerda haberle sonreído y confirmado que así sería y contó con que Martin no prestara mayor importancia al hecho y no lo comentara con nadie.Y así fue, Martin olvido en la velada de aquella noche de cine hablar sobre el extraño encuentro con Lissa y ella sabía que Mad tomaba al otro dia una jornada extra de trabajo por lo que decidió esperarlo con un conjunto que exhibíera su figura juvenil pero bien dotada.
Cuando Martin tocó la puerta aquel día ella lo recibió en bata de esa forma el chico no notaría la lenceria y subiria sin percibir sus malas intenciones, al llegar a su habitación Martin extrañado por el silencio de la casa le pregunto donde se encontraban todos, Lissa con una sonrisa y sus manos abriendo la bata lograron hipnotizar a aquel chico al punto de penetrarla con ese deseo infantil y codicioso de alguien que engaña.
Lo que no espero nunca Martin fue que Lissa grabara todo el acto sexual borrando su rostro pero dejando las suficientes pruebas a su hermanita para que notará que ella había sido la mujer con la que estuvo su novio.
Una semana después de ese evento Lissa tomaba el avión para irse de aquel pueblo horrendo, dejando a esa familia en la cual nunca encajo. Al aterrizar e instalarse procedio a enviarle un mensaje anónimo a su hermana con el video adjuntado. Sonreía de emoción por saber como se pondría sin embargo nunca creyó que Mad terminaría suicidándose, recuerda haber recibido el llamado de su padre el fin de semana estaba llorando y explicándo rápidamente que la habían encontrado desangrada en su cuarto, ellos solo habían ido a realizar las compras. Le comento que no existió carta de despedida y luego corto.El flashback le recuerda a Lissa que muy dentro de ella sabía que jamás fue buena y que cargaba con Maddy por lo que realmente le tocaba pagar aunque no lograría saber la conexión ni entender todo lo que estaba sucediendo pues el tiempo pararía hoy para ella.
Aquel hombre la tiro sobre la alfombra de su sala y puso sus manos alrededor de su cuello, así que de esta forma moriría, jamás lo imagino sin embargo él se detuvo y la miro con aquellos ojos azul intenso, se retiro la capucha que traía y dejo ver su rostro juvenil le sonrió y le dijo:
-las voces me han pedido que te torture Lissa y yo solo soy un servidor- río de forma grotesca mostrando una dentadura perfecta y comenzó a atarla con una soga que había dejado en el sillón.
Lissa quería gritar pues sabía que una cosa era que le arrebatará la vida de forma inmediata pero muy distinto era sufrir hasta el final y algo le decía que sería horrible ya que cuando lo vio sacar herramientas que ella solo había visto en mesas quirúrgicas y también otros utensilios para hacer sentir dolor imagino que duraría mucho la entretencion. No quería seguir llorando pero comprendía muy bien que el karma estaba haciendo lo suyo al cruzarla con aquel ser. Cerró los ojos y sintió como rompía su ropa sin embargo él se dirige a ella diciéndole
- Me das asco así que no te usaré como a las otras. Pero si utilizare tu rostro y para ello debo sacarlo mientras tu estas aun viva- - abre la boca y di ahh-.Lissa hace caso y siente como una especie de tela entra por todo el espacio de su boca. Él no quiere un escándalo y ella siente... siente el primer corte y como inicia el trabajo de separar su piel del músculo grita desde lo profundo de su ser pero nadie la oirá, el horror y el dolor la recorren al punto de orinarse encima sus lágrimas no paran de caer y de pronto su mente entra en shock y todo se va a negro. Su final llega, su asqueroso fin la abraza y la condena al dolor que nunca pagó.
Hunter espero la noche, trabajo de forma metódica, esta vez las voces se tomaron las cosas muy personal con aquella mujer que acababa de torturar hasta morir. No le tomó mucho tiempo para caer en shock, sin embargo se orino y defeco en el proceso no solo una sino varias veces hasta vaciarse, desde el momento que le pregunto sobre Carl supo que no mentía sin embargo no pudo pasar por alto el hecho de que sus voces peleaban dentro para decidir si debían matarla o no, lo considero algo extraño porque no les había sucedido antes, Lissa murió con muchas preguntas, no logro comprender aquellas extrañas conexiones y bueno no había explicación racional para ellas así que se sentó al lado de aquel cuerpo desmembrado y fumo antes de proseguir con el plan. Debía limpiar todo y mover las partes del cuerpo para seguir usándolas, necesitaba dos cajas para hacer llegar la cabeza de aquella mujer a las oficinas del servicio de salud y aquel rostro a Carl, odiaba tener que hacerla sufrir pero las voces lo mandaron a entregar la verdadera cara de aquella mujer siniestra con un pasado oscuro. Él no era quien para juzgar sin embargo las voces usaban sus actos como herramientas para castigar a sus objetivos, al final solo era un esclavo o como solía decirse un instrumento para un fin mayor, pero se sentía cómodo con esa labor y sabía que a pesar de lo que dicen de él en los noticieros al hablar de las víctimas omitian cosas socialmente y moralmente igual de cuestionables que sus propias acciones. Miró el reloj y descubrió que el tiempo había volado se levantó con la espalda adolorida se estiro y comenzó la segunda parte del trabajo y la más importante eliminar su rastro.
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Donde Las Voces Mandan
HorrorLa mente humana no tiene límites para elaborar planes. Pero que sucede cuando un paciente supera barreras de lo humanamente posible. La psiquiatría y la salud mental no son un juego y en esta historia nos introducimos a una mente oscura y violenta.