Primaria

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Durante toda mi primaria, siempre fui un niño respetuoso, aunque me costaba mucho dedicarme a las tareas. No me gustaba tomarlas ni entregarlas, ya que me parecía tedioso quedarme quieto en una silla. Esta dificultad para mantenerme enfocado ha sido un reto que me ha acompañado hasta hoy.

La primaria fue una etapa en la que tuve que aprender a relacionarme con los demás, aunque al principio no me gustaba mucho socializar. Prefería pasar el tiempo solo, comiendo en las aulas durante el recreo, en lugar de salir a jugar o platicar con los demás niños. Fue hasta tercero o cuarto de primaria cuando empecé a bromear más, a levantarme más de mi asiento, a jugar y a hacer más amigos. Esto me llevó a ser un niño más sociable y divertido, aunque también resultó en que algunos maestros no me veían con buenos ojos, ya que prefería jugar y platicar en lugar de hacer mis tareas.

A pesar de que era rápido para hacer las tareas, simplemente no las hacía, lo que me generaba reportes constantes de que me la pasaba más tiempo jugando y conversando que cumpliendo con mis responsabilidades. Mi mamá conocía al director de la escuela y siempre estaban informados sobre mi desempeño.

No era un niño problemático, pero me distraía con facilidad, lo que a veces afectaba a los demás. Sin embargo, había materias que realmente disfrutaba, como historia, especialmente la historia de Yucatán, artes y biología. Estas asignaturas captaban mi interés y me ayudaron a aprender mucho durante esa etapa.

Mi hermano mayor que es mi ejemplo a seguir siempre fue una persona resiliente y feliz, siempre hacía reír a todos los que lo rodeaban y era muy amable, yo crecí admirando a toda mi familia pero en especial a mi hermano, el era un ejemplo a seguir para mi quería ser como el.

Autobiografía Where stories live. Discover now