21. Mi prometido (Fin)

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Habían pasado por altos y bajos en su relación. Se habían peleado incontables veces y se habían protegido otras tantas. Habían sido rivales la mayor parte de su vida y, ahora, su relación era todo lo opuesto.

A Ranma siempre le pareció una estupidez la frase "Del amor al odio solo un paso" porque a él literalmente tuvieron que hechizarlo para darse cuenta de que el amor estaba en la persona más inesperada.

—Te invito un helado —escuchó Ranma y una sonrisa se dibujó en su rostro.

—¡Qué sean dos! —dijo, emocionado.

Hacia ya un tiempo salían a citas. Iban al parque, luchaban en el bosque o en el dojo o iban a comer al restaurante de Ukyo u otros, sin embargo, en esta ocasión había un detalle que Ryoga no podía pasar por alto.

—¿No te transformarás en chica?  —preguntó al ver que el chico se disponía a salir del dojo con sus habituales prendas de vestir.

—No —afirmó, un tanto nervioso. La verdad es que, aunque había aceptado salir a citas con Ryoga, aún se le hacía difícil estar en su forma de hombre en una cita pública. Su mente aún intentaba boicotearlo con la idea de que dos hombres en una cita era algo... extraño.

—¿A qué se debe este cambio? —preguntó Ryoga quién no podía evitar sentirse feliz ante la posibilidad de que Ranma estuviera rompiendo ciertos prejuicios sobre lo que es "ser un hombre entre hombres".

—Simplemente... quiero estar así, ya me siento cómodo —contestó, simple y se adelantó al caminar.

Ryoga lo miró estando apenas un poco más atrás de Ranma. No pudo evitar sentir como una enorme calidez invadía su cuerpo; pasó a paso, todo iba marchando a su ritmo.

—¿Eres una tortuga o qué? ¡Quiero mi helado Ryoga! —bromeó Ranma tomando la mano de Ryoga y obligándolo a correr hasta la cafetería.

Ryoga se sorprendió por el gesto pero aún así se dejó guiar por el pelinegro.
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—Siento que nos ven raro.

—Es impresión tuya.

—No, yo sé como es mirar raro a alguien y puedo asegurarte que estas personas nos están mirando como animales de circo.

—Ranma, a nadie le interesa nuestra vida como para vernos comer un helado.

—Pero somos pareja —aclaró.

—Pero podriamos aparentar ser dos amigos que comen helado y ya.

Ranma no lo había visto así pero Ryoga tenía razón, aunque su instinto de artista marcial le decía que alguien los observaba, pero quien sabe, quizás estaba paranoico.

—Ranma.

—¿Qué?

—Te amo.

Ranma enrrojeció en un instante ¿Por qué a ese cerdo se le ocurria decir esas cosas en público?

—¡Deja de ser tan... agh, déjalo! Al fin y al cabo siempre fuiste así de romántico así que supongo que es mi culpa —. A veces olvidaba lo cursi que podía ser Ryoga.

—Como si te molestara fenómeno —habló sonriendole. Ranma casi se derrite con su sonrisa.

—¿Desde cuándo tienes tanta confianza en ti mismo? Cuando te gustaba Akane eras tímido —dijo alzando la ceja esperando una respuesta por parte del contrario.

—Quizás es por pasar tanto tiempo contigo —contestó.

—Saliste del closet y te volviste confianzudo, interesante P-chan.

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⏰ Última actualización: Oct 22 ⏰

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Palabras Sueltas [Ryoga X Ranma]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora