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El príncipe Ben estaba parado frente a la ventana observando la isla de los perdidos mientras esperaba que el estilista real dejara de tomar las medidas de su hermano para tomar las suyas.
— Oye Henry, no sientes pena por ellos?— dijo el mayor de los hermanos sin apartar la vista de la isla.
— De los villanos?— el hermano menor estaba extrañado por la pregunta de Ben.
— No, por sus hijos. Son inocentes y están condenados a vivir en aquella isla— el príncipe dejó de observar la isla para poder hablarle directamente a su hermano.
— Ya Ben, pero nosotros no podemos hacer nada. Papa los encerró allí para siempre— dijo Henry mientras recibía alguna queja del estilista real porque no dejaba de moverse.
— Podríamos traerlos aquí— Ben estaba esperanzado, deseaba que su hermano pensara igual que el.
— Aquí? A Auradon?— el príncipe no obtuvo la respuesta que esperaba de su hermano pero decidió seguir con la idea.
— Si, podrían estudiar aquí y tener una mejor vida. Vamos Hen, sabes que tengo razón— el príncipe Henry, ignorando las quejas del estilista, se bajo de la plataforma y se aproximó a su hermano.
— Es verdad eso que dicen de que eres el príncipe de el corazón de oro. Venga, apoyo tu idea
Ben — el mayor de los hermanos abrazo a su hermano menor de la emoción, pero lo soltó al ver la cara de horror del estilista real por todas las agujas que llevaba el traje del príncipe Henry.
— Pero como piensas convencer a nuestros padres para que traigan a los hijos de los villanos a Auradon?— Ben no había pensado en el detalle más importante, sus padres. Para poder traer a los jóvenes de le isla, su padre tenía que dar la orden, y no iba a ser fácil convencerlo.
— Bueno vamos a hablarlo con ellos a ver qué
opinan— el príncipe Ben quiso hacerle ver a su hermano que era "valiente" pero su hermano menor sabía perfectamente que estaba bastante asustado de tener que enfrentarse a su padre.

20 minutos después de que el príncipe Ben hiciera llamar a sus padres, estos entraron por la puerta cuando el mayor de los hermanos era al que le estaban tomando las medidas.
— Cómo es posible que vayas a ser coronado rey en un mes, eres un bebé— dijo el rey Bestia entrando al salón, cogido del brazo de su esposa.
— Cumplirá dieciséis querido— dijo riendo la reina mientras le daba un golpecito a su marido en el hombro.
— hola mamá, padre— exclamó el mayor de sus hijos.
— Dieciséis?! Eres muy joven para ser rey. Yo no tomé una buena decisión hasta... los 42– dijo el rey divertido.
— Decidiste que nos casáramos a los 28– exclamó Bella con la ceja levantada.
— Eras tú o una tetera, amor— dijo el rey guiñándole un ojo a su hijo menor — Bromeaba- rectifico al ver la mirada asesina que le lanzaba su esposa.
— Mamá, papá, junto a la ayuda de Henry, he elegido mi primera proclama real— dijo Ben llamando la atención de sus padres y haciendo que Henry se levantara del sillón donde había estado sentado para contarles a sus padres la idea junto a su hermano.
— He decidido que los chicos de la isla podrán... vivir aquí, en Auradon—los reyes se sorprendieron mucho de la idea de su hijo, a la reina hasta se le calló un chaleco de las manos.
— Los hijos de nuestros mayores enemigos, entre nosotros?— gruñó Bestia en tono enfadado.
— Papa sus hijos son inocentes— dijo ahora el
menor — No crees que se merecen algo mejor?—
El rey se quedó pensativo y le dirigió una mirada dudosa a su mujer
— Yo te di una segunda oportunidad— dijo la reina calmando a su marido.
— Supongo que los hijos son inocentes— dijo el rey después de una pausa.
— Quienes son sus padres?— preguntó la reina.
El príncipe Ben respiró hondo antes de enumerar a los padres de los hijos de villanos que irían a Auradon.
— ...Jafar, ...Cruella de Vil, ...La Reina Malvada— Ben hizo una gran pausa, no estaba seguro de la última. Miro a su hermano el cual le hacía una seña con la cabeza para que lo dijera.
— y Maléfica— al decir está los príncipes se encogieron un poco por la reacción de su padre.
— Maléfica?!— exclamó el rey con enfado. — Es la pero villana que existe—
— Ya, pero papá sus hijas no serán igual que ella— dijo ahora Henry.
El rey miro a su esposa, la cual le decía con la mirada que aceptara.
— Mira Ben, esta bien. Pero espero que no causen ningún problema, de acuerdo?—
— De acuerdo. No notarás ni que están. Henry y yo nos encargaremos de ellos— el príncipe Ben posó su mano sobre el hombro de su hermano, el cual estaba sorprendido por la promesa de Ben.
Después de eso, el rey volvió a coger a su esposa del brazo para irse, pero antes la reina les dio la enhorabuena a sus dos hijos.
Cuando sus padres salieron del salón el príncipe Ben no pudo contener más la emoción que sentía.
— Lo hemos logrado Hen!— este abrazo a su hermano mayor con gran fuerza y exclamó.
— Si, venga lo celebramos en mi habitación?—
— Ni lo dudes hermano. Oye, y si luego vamos a la cocina real y pillamos unos de eso canapés tan buenos de Margaret?— dijo ahora el mayor divertido.
— Ya tardas Ben!— dijo Henry mientras salía corriendo, perseguido por su hermano mayor.

Cambio de parecerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora