Prohibido (chestappen) (checlerc)

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Cuando termina por explotar, con la respiración acelerada que no son más que sonoroso jadeos y el cuerpo tembloroso, deja que su cuerpo se desplome sobre el de Max y el nudo que los une termine de descargar toda su semilla dentro del rubio.

Sigue siendo complicado de entender como es que puede llenar de esa manera a otro Alfa, pero deja de ser importante cuando la sensación de Max succionando se vuelve tan exquisita que no puede pensar en nada más.

Aún fuera de si, comienza a depositar suaves y repetidos besos sobre el suave pecho del rubio antes de comenzar a subir hacia su cuello y lamer la zona, pasando una y otra vez sobre la marca que había dejado horas atrás.

Está preparado para relajarse mientras espera a que el nudo baje y luego mimar a Max para después dormir cómodamente junto a él.

Pero parece olvidar que hizo molestar a Max, así que lo mira confundido cuando él neerlandés coloca las manos sobre su pecho para poder empujarlo.

—¿Estás bien, leoncito? —le murmura, buscando en su mirada cualquier señal de que ha hecho algo mal.

No ha olvidado aquella primera vez que lo anudo y lo difícil que fue para Max acostumbrarse, pero no parece ser la misma situación ahora.

Max no contesta, concentrado en intentar respirar de manera más adecuada, pero sigue empujando contra su pecho, con las manos débiles y temblorosas. Sergio no entiende de que se trata, pero obedece y retrocede cuando se lo vuelve a pedir, y aprovechando la evidente confusión y la poca concentración que tiene, Max vuelve a empujar con más fuerza hasta que la espalda de Checo está contra el colchón. Se apresura a seguirlo para que el nudo no provoque una lesión grave en él, y pronto ya está sobre su regazo con la respiración aún más descontrolada.

A Sergio le toma algunos segundos más asimilar la situación, y cuando lo hace coloca suavemente sus manos sobre los muslos del rubio y los acaricia.

—¿Que sucede, Maxie?

Su voz es suave, pausada y comprensible, esperando a que Max hable y le diga lo que quiere para poder dárselo.

No se esperaba que, en lugar de contestar, Max comenzará a balancearse sobre él, aún con él nudo ligeramente hinchado. Las manos de Sergio, que sostienen los muslos de Max, van rápidamente hacia las caderas del rubio en un intento por detener sus movimientos. Está tan cansado y sensible luego de tantas sesiones con Max que siente que su respiración ya no da para más, va a terminar desmayandose para el paso que van, a pesar de que su cuerpo naturalmente responde a los movimientos de Max, su cabeza da tantas vueltas y se siente tan mareado que solo puede parpadear y jadear temblorosamente.

—Max, Max, necesito.... Dios... es tan...

Cuando sus palabras comienzan a entremezclarse en forma de balbuceos, decide callarse y guardar silencio para ahorrar aire en sus pulmones. Ha entendido que Max no se va a detener y que no hay más remedio que dejar que su nudo vuelva a explotar dentro de él, a pesar de que siente que terminara completamente cansado para al final de eso. 

Max apoya una de las manos sobre su torso mientras que la otra la usa para atender su propia erección, casi apretando su propio miembro cuando hace que el falo dentro de él toque ese particular punto sensible que lo hace perder la respiración. Se acomoda mejor sobre él y abre más las piernas para volver a empalarse sobre el Alfa del mismo modo. Sergio apenas y puede jalar aire a sus pulmones mientras deja que sea Max quien lidera todo el movimiento. Finalmente, luego de que Max sube y baja por un par de minutos más con una constante velocidad, puede sentir que sus dedos se curvan y todos sus músculos se tensan cuando su nudo vuelve a hincharse dentro de Max. Su interior esta tan maltratado y estrujado que el nudo se abre paso fácilmente dentro de las paredes manchadas de semen.  

Una vez que Max también se ha liberado sobre el pecho y torso del Alfa mayor, suspira satisfecho y luego se deleita con la sensación de Sergio llenandolo. Baja la mirada, observando su estómago ligeramente abultado y sonríe para si mismo.