Antes de nosotros (Hunter e Isaac #1)

Capítulo 4

Me apresuro a guardar mis cosas en cuanto la maestra nos permite salir al descanso. Casi parece que estoy a punto de conocer a la mismísima familia real con la rapidez con la que me muevo por los pasillos, aunque en realidad solo estoy en camino a encontrarme con la persona a la que le debo mis aprendizajes del último mes y medio en clases.

En cuanto la veo de pie a lado de la puerta del baño puedo tomar una respiración profunda y moverme con agilidad hasta estar frente a ella.

—¡Hunter! — chilla la que se ha vuelto mi mejor amiga en el plazo de un año—. Me estoy comiendo las uñas de los nervios.

—Yo también, — le contesto con preocupación.

—Más vale que me des todos los detalles en este momento antes de que se te olviden.

Trae puesta una playera de cuello redondo color beige que ha decidido combinar con un pantalón de mezclilla y tenis blancos. Aunque es un look sencillo para ella, Layla sabe destacar con su cabello color fresa, su banda de cabello blanca y su gran actitud alegre, aunque en este momento se le vea totalmente estresada.

—Bueno, conoces lo bruja que es la maestra Harolds, — comienzo y ella rueda los ojos.

—Ni me lo digas. Llevo estudiando desde hace una semana, y enserio espero que valga la pena, — me toma del brazo y me jala hacia ella—. Ven, vamos a comer algo y mientras hacemos eso me cuentas qué es lo que venía en el examen porque no puedo seguir con los nervios de que presento en una hora y tú ya sabes que viene.

Las dos discutimos sobre las preguntas del examen, lo inconformes que estamos con algunas de ellas, los errores que probablemente tuve y mi conclusión, la cual es: me irá extremadamente mal.

Poso la frente sobre la superficie de metal de la mesa donde nos encontramos actualmente sentadas y suspiro toda mi frustración.

Estuvo bien que el año pasado haya tenido apoyo para la materia de física, pero solo espero no necesitarlo este también para cálculo. Mi cabeza parece funcionar perfectamente cuando hablamos de memorizar términos y funciones de asociaciones sociales, pero en el momento en que veo una ecuación parece como si comenzaran a hablarme en otro idioma totalmente.

—Vamos Hun, no creo que te vaya a ir tan mal, — me intenta consolar con una mano en mi espalda.

—Acabas de decirme que utilicé dos fórmulas mal, — contesto a secas.

—Pero son errores que le podrían pasar a cualquiera.

—Las usé en las preguntas que valían quince puntos.

Su silencio es la suficiente respuesta que ocupo para saber que, en efecto, me irá mal en este examen.

Sin aviso alguno, siento una pequeña patada en mi trasero y levanto la cabeza para poder reprocharle a quien sea que esté detrás de mi, pero me topo con una chica de cabello rubio y ojos claros, su figura alta que intimidaría a alguien que no la conoce, pero yo identifico como una de las pocas chicas del equipo de voleibol con las que puedo interactuar dentro y fuera del equipo sin sentirme incómoda o socialmente ansiosa. La capitana, Gracie Gamble.

—¿Te sorprendí? — me pregunta y luego saluda a mi amiga para después tomar asiento frente a nosotras.

—Por un momento creí que tendría que pelearme con alguien.

—Por favor, — sacude una mano en el aire—, tú no pelearías ni con una hormiga por miedo a hacerla sentirse mal.

Eso es... bastante cierto, pero mi ego se rehúsa a aceptarlo como verdad.

—Creí que los de último año estarían en la conferencia de elección de universidad, — cambio de tema.

—Se supone, — se encoge de hombros—, pero yo me libro del aburrimiento porque ya tengo dónde ir, — toma una uva de mi contenedor que traje para el almuerzo y se la come con una sonrisa presumida.