ᴀʀᴍᴀɢᴇᴅᴅᴏɴ ⋆.˚Bakugou Katsuki⋆.˚

¡Inicia el festival deportivo de la UA!

Las dos semanas que siguieron al examen de inglés fueron intensas. Sabía que el Festival Deportivo de la U.A. se acercaba, y con él, la oportunidad de demostrar de qué estaba hecha. Desde pequeña, había sido consciente de lo especial y peligroso que era mi Quirk, Supernova. Pero también sabía que, para controlarlo adecuadamente y evitar causar daño innecesario, debía entrenar con una dedicación casi obsesiva.

Me despertaba temprano cada mañana, justo antes del amanecer. Comenzaba mi rutina con yoga en el pequeño jardín de mi casa. Los estiramientos y posturas ayudaban a mejorar mi flexibilidad y concentración, elementos cruciales para poder usar mi Quirk con precisión. Aunque muchos subestimaban el yoga, para mí era la base de mi control mental y físico. Con cada respiración profunda, sentía cómo mi cuerpo se conectaba mejor con mi energía interna, ayudándome a manejar los momentos críticos cuando estaba al borde de una explosión.

Después del yoga, pasaba al taekwondo. Las patadas rápidas y los movimientos ágiles me ayudaban a canalizar la energía de Supernova en algo útil. Mi meta era poder lanzar puñetazos y patadas que imitaran la fuerza de una explosión estelar, pero sin perder el control. Practicar esos movimientos bajo presión me enseñó a mantener la calma y a enfocarme, incluso cuando sentía que la energía dentro de mí quería estallar.

Uno de los mayores desafíos era mi entrenamiento en gravedad cero. Mi objetivo era poder mantenerme en ese estado durante al menos media hora, usando mi Quirk para crear pequeñas zonas de antigravedad que me permitieran flotar. Era extenuante, tanto física como mentalmente. Mantener la concentración mientras flotaba en el aire y lanzaba patadas y puñetazos a la nada era una lucha constante contra la tentación de dejarme llevar por la fuerza bruta de Supernova. Me obligaba a pensar estratégicamente, a no desperdiciar ni un solo movimiento.

Corría todos los días, usando la fuerza de Supernova en mis pies para impulsarme a velocidades que apenas podía controlar al principio. Pero con el tiempo, logré encontrar un equilibrio, un ritmo en el que podía moverme rápido sin sentir que iba a perder el control en cualquier momento. Correr así era liberador, como si toda la energía contenida en mi interior se liberara de manera controlada, canalizada hacia un objetivo claro.

Finalmente, lo más difícil de todo: los agujeros negros. Había comenzado a experimentar con ellos recientemente, y aunque sabía que eran extremadamente peligrosos, también podían ser una herramienta invaluable si los usaba correctamente. Mi primer intento de invocar uno había sido un desastre; casi perdí el conocimiento al sentir cómo toda mi energía era absorbida. Pero poco a poco, con mucha práctica y paciencia, fui capaz de invocar un agujero negro que no solo podía absorber objetos, sino también personas. Aún me costaba mucho controlarlo, y solo podía mantenerlo por un tiempo muy breve antes de que mi energía se agotara por completo. Cada vez que lo usaba, terminaba exhausta, a veces incapaz de moverme durante horas. Pero sabía que, si lograba perfeccionarlo, podría cambiar el curso de cualquier batalla.

Esas dos semanas fueron un torbellino de sudor, dolor y esfuerzo. Cada día me empujaba un poco más allá de mis límites, consciente de que el Festival Deportivo no sería fácil. Sabía que enfrentaría a compañeros increíblemente talentosos, cada uno con sus propias habilidades impresionantes. Pero también sabía que, con mi entrenamiento, estaba más preparada que nunca para lo que viniera.

Al final de cada día, terminaba agotada, pero satisfecha. El dolor en mis músculos era un recordatorio de lo mucho que había avanzado, de lo lejos que había llegado desde que comencé en la U.A. Cada entrenamiento me hacía sentir más fuerte, más segura de mi control sobre Supernova. Y aunque sabía que todavía tenía un largo camino por recorrer, estaba decidida a dar lo mejor de mí en el festival, a demostrar que podía ser una heroína capaz de manejar incluso el poder de una estrella.