Welcome to Hell

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La oficina de Miguel, un espacio amplio, con paredes celestes. En el centro de la sala, una gran mesa de mármol blanco, cubierta de documentos, acompañada por sillas de respaldo alto. Detrás de la mesa, una estantería repleta de libros antiguos. En una pared lateral cuelgan armas celestial. Miguel se encuentra de pie junto a la mesa, examinando un documento. Mientras que Camael lo observa, sentada en una silla.

Camael: -Se apoya en la mesa, con expresión aburrida- ¿Cuánto más vas a revisar eso? Pareces tan ocupado como cuando Azrael tiene que revisar las almas acumuladas.

Miguel: -Sin apartar la vista del documento- No todos tenemos una agenda libre y sin nada que hacer.

Camael: -Entrecerrando los ojos- ¡Bien!, ya entendí, señor ocupado.

Miguel: -Levanta la vista- ¿Se te ofrece algo?

Camael: -Apoyando las manos en la mesa, con una sonrisa- ¿Sera te amenazó, verdad?

Miguel: -Frunciendo ligeramente el ceño- Eso no te incumbe.

Camael: -Resopla- Vamos, Miguel. No te lo preguntaría si me hubieras dejado estar contigo en lugar de mandarme a alistar las cosas para que Emily y Azrael se vayan.

Miguel: -Deja el documento sobre la mesa- Alguien maduro tenía que hacerlo.

Camael: -Cruza los brazos, con un puchero- ¿Y qué hay de mí? ¿No soy madura?

Miguel: -Con una sonrisa- No quisiera exponer tu naturaleza más de lo necesario, hermanita

Camael: -Rodando los ojos- Imbécil

Miguel: ¿Hablaste con Emily y Azrael sobre lo que necesitamos de ellos?

Camael: -Asiente con una sonrisa- Sí, les dije que verifiquen si Adán está en el infierno. Están de acuerdo en ayudarnos. Y por cierto, uno de los hijos de Eva está afuera esperando verte.

Miguel: -Levanta una ceja- ¿Cuál de todos?

Camael: -Con una sonrisa pícara- El papuchote~

Miguel: -Frunce el ceño- ¡Hermana! Por nuestro Padre, contrólate.

Camael: -Ríe- Oh, vamos, sabes que sólo bromeo. Pero ya sabes a quién me refiero, ¿no?

Miguel: Supongo que hablas de Abel. Dile que entre.

Camael: -Hace una pequeña reverencia- Como ordenes, jefe. -Se dirige hacia la puerta, para abrirla-

Abel está esperando pacientemente afuera, con las manos juntas

Camael: -Sonríe coquetamente- Puedes entrar, muñeco~

Abel: -Asoma la cabeza con timidez- Mmm...Gracias, señorita Camael.

Camael: -Le guiña un ojo- Un placer, guapo~

Miguel: -Se acerca a Abel- Que bueno es ver a mi ayudante. ¿Qué se te ofrece?

Abel: Bueno yo quería... -Mira de reojo a Camael, incómodo.

Miguel: -Aclara la garganta- Hermana, ¿te importaría?

Camael: -Con sonrisa inocente- No, en absoluto

Miguel: -Con ojos entrecerrados-

Camael: -Suspira- Está bien, está bien. Nunca me dejas disfrutar de la diversión. -Se acerca a Abel y le lanza un beso al aire- Adiós, bombón. -Sale volando, cerrando la puerta detrás de ella-

Miguel: -Sacude la cabeza y luego se dirige hacia Abel, con una sonrisa- Disculpa la interrupción, Abel. Por favor, continúa.

Abel: -Se acerca a la mesa, mirando brevemente los documentos, antes de volver la vista a Miguel- Bueno, quería hablarle sobre mi madre. Me enteré de que tuvo una reunión con usted y sus hermanos recientemente.

Consejera Infernal |Hazbin Hotel|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora