Sinopsis

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Me despierto y la cabeza me está matando, tengo un terrible dolor de cabeza, abro los ojos poco a poco y estoy en un hospital, las últimas imágenes que tengo presentes son el auto salirse de la carretera volcándose y estrellado en un árbol, los vidrios ir y venir por el impacto, luego fuego y sangre por doquier y lo recuerdo, mi hermano mayor estaba junto a mí.


- Vanessa Hija, ya despertarte – escucho la voz de mamá acercarse hasta la cama en la que me encuentro postrada.

- ¿ Mamá qué fue lo que paso? Lo último que recuerdo es que íbamos en el auto con Adrik y no se cómo terminamos volcándonos – trato moverme pero siento una punzada debajo de mis costillas.


- No hija no trates de esforzarte, el impacto de los vidrios perforaron tus cosquillas, pero ya estás a salvo, estás fuera de… peligro – dice eso último en un hilo de voz.


- Que? Cuanto tiempo llevo aquí? Donde esta papá… y Adrik? El está bien, necesito ver a mi hermano mamá – me quito todos los aparatos que llevo conectados a mi cuerpo pero mamá me lo impide.


- Hija, Vanessa, cariño ha pasado una semana desde que te trajeron aquí con tu…hermano– me vuelve a acomodar en la cama acercando sus manos a mi cabello para tratar de peinarlo.


- Adrik también está aquí?– cambio el semblante emocionada – Mamá quisiera verlo y saber cómo está, de seguro no fue tan grave como lo mío…


- Ay hija no se cómo decirte de esto… - me toma de las manos y solo puedo ver angustia, tristeza y un vacío enorme en su mirada.


- Mamá me estás asustando, que pasa…dime qué no es…


Y de inmediato se me nubla la vista, las manos me Sudán y todo mi cuerpo empieza a temblar apenas mi madre menciona muerte.... Y accidente.


- No mamá eso no…puede ser posible, él no…nosotros estábamos en el mismo auto…el no… - se me hace un nudo en la garganta y ahí es cuando mi mundo se viene abajo.


Mi hermano no puede estar muerto, hace tan solo un momento el estaba conmigo, estábamos celebrando su graduación de la Universidad, estábamos felices porque ya tenía un futuro por delante, era el chico genio y excepcional de la familia, era el prospecto de mamá y papá…


- Mamá él no…no puede…él… - se me encoje el pecho al repetir las palabras de mi madre constantemente como si de un bucle se tratara.


- Ven aquí cariño – dice mi madre entre lágrimas sollozando – ahora tu hermanito es un bello ángel que cuidara de ti desde el cielo – ella se aparta de mi para limpiar mis lágrimas que no dejan de salir.


Un accidente estúpidamente que mato a mi hermano, debí de ser yo, debí de haber si yo y no él, ¿ahora que haré de mi vida si el ya no está aquí conmigo?


Me limpio las lágrimas, mi mirada se torna, fría, calculadora. De ahora en adelante tendré que defenderme por mi cuenta, y cuidar de los míos, ya no podré mostrar debilidad alguna, la niñita que era antes ya no está, ya no existe, se murió con el alma de mi hermano solo quedan cenizas, desde hoy nace una nueva yo.


Tendré que luchar contra el mundo así como me lo enseño Adrik.


- Y recuerda siempre mantener la cabeza en alto, sin que lo que digan los demás te afecte, sé tú misma y jamás demuestres debilidad alguna, métete eso en la cabeza hermana. -  palabras de Adrik Walker


Y desde ese día ya nada volvió a ser como antes…

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Advertencia:

Esta historia tiene contenido adulto, como drogas, alcohol,abuso, temas delicados como el homicidio y suicidio, el porte de armas, violencia entre otros.

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