🟪 ~Capitulo 1~ 🟪

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- Es tu turno pequeña principiante - me avisa uno de los chicos que se encuentra frente a mi en la partida de póker.

"Pequeña Principiante" repito en mi cabeza, ay si tan solo supieran que van a perder todo su dinero. Me quedo analizando las cartas que tengo y les echo una ojeada a los cinco pares de ojos que me están analizando cautelosamente.

Con una sonrisa perversa revelo mis cartas.

- Lo siento chicos pero está partida la he ganado yo - les digo recogiendo todo el dinero que apostaron y empiezan a maldecir por lo bajo.

- ¡No es justo hiciste trampa! - dice uno dándole un puñetazo a la mesa.

- Eres una pequeña hija de p...

- Nada de malas palabras Ryan - dice el otro que se encuentra a mi derecha.

- Yo no hice trampa, no es mi culpa que ustedes sean tan malos jugando una simple partida.

- Queremos la revancha niña. - dice él que estaba frente a mí.

- Lo siento pero ya es tarde - me levanto de la silla para tomar mi bolso - pero para la próxima semana será...

- Bien de acuerdo puedes irte niñita - me dice el que estaba en frente mío - jugaste de manera limpia lo acepto - me ofrece su mano a son de paz y la acepto.

- Que bueno que lo acepten... en fin me voy, con su permiso caballeros - hago una venia simulando quitarme un sombrero invisible.

Ya me estoy dirigiendo a la salida de este lugar de mal a muerte, con el tiempo me fui acostumbrado gracias a la vida tan ajetreada y a las movidas del bajo mundo que llevan mis padres, pero hoy no viene específicamente a jugar, solo estaba pasando por aquí y me distraje de mi objetivo principal, solo que las partidas y los juegos de azar siempre me llaman y no puedo decirles que no.

Voy saliendo del salón recóndito caminando por un pasillo demasiado largo lleno de luces fluorescente y de fondo se escucha la música electrónica que retumba toda la discoteca.

- ¿Donde esta? - le pregunto a uno de los socios de este lugar. Ah y que por cierto es uno de mis amigos.

- Al fondo gira a la derecha tercera puerta -me da las indicaciones.

- Gracias - ya me voy dirigiendo a mi destino y el chico grita a mis espaldas.

- Se te está olvidando algo niñata ... - me giro hacia él nuevamente rodando los ojos.

Pensé que lo iba a pasar por alto pero al parecer a él no se le olvida nada.

- Claro! Perdona se me olvidaba. - miento buscando en uno de mis bolsillos dinero que acaba de ganar en la partida. - Ten, hoy estás de suerte, quédate con el cambio - le doy una manotada de billetes de cincuenta.

- Volviste a apostar cierto - me mira por el rabillo del ojo.

- Sabes que no puedo evitarlo Marc, además yo siempre gano...

- Claro lo que tú digas morada - dice rodando los ojos contando el dinero que le acabo de dar.

Morada ese fue el apodo que me coloco por tener el cabello tinturado.

- Adiós, Marc, nos vemos la próxima semana.

- Lo mismo digo, ten cuidado por ahí y recuerda deshacerte bien de la escoria. - me mira fijamente con sus ojos cafés oscuros.

- Claro, para eso estoy aquí, oye te ves bien con ese traje, me gusta.

- Gracias, sabes que soy el jefe y debo dar el ejemplo a mis empleados. - me sigue mirando fijamente.

Rostro Oculto Del Peligro Donde viven las historias. Descúbrelo ahora