𝐒𝐄𝐀𝐓𝐓𝐋𝐄 ; 𝐄𝐂𝐋𝐈𝐏𝐒𝐄

chapter five

chapter five: preocupaciones y leyendas
or Beth tiene un momento de debilidad y acampada en casa de Jake

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LOS DÍAS PASABAN Y la familia Swan permanecía bajo la protección de la manada y los Cullen. Algunos, como Rosalie y Paul a regañadientes aparecían, pero todo era poco por la protección de la pequeña familia.

-¿Ya te vas a dormir cariño?-Preguntó Charlie apoyado en el marco de la puerta.

Beth levantó la mirada de su libro de romance adolescente mientras sonreía a su padre.

-Eso quiero, pero no puedo dormir.-Admitió la chica suspirando.

Charlie se sentó junto a la pequeña rubia y miró el techo lleno de estrellas que Beth había pintado una noche a escondidas.

-¿Y qué es lo que no te deja dormir?-

Bella entró a la habitación sonriendo a su padre y a su melliza, y tomó asiento en la silla de Beth.

Charlie miró a sus hijas, aquellas pequeñas y breves charlas nocturnas eran sus favoritas, le recordaban a cuando les leía un cuento, ambas atentas y somnolientas, deseando siempre que la princesa se armara de valor y huyera por sí misma de la torre.

-¿Alguna vez has tenido miedo? De ese que te oprime el pecho.-Musitó Beth.

-Por supuesto que lo tuve.-

-¿Cuándo?-Preguntó Bella curiosa.

-Cuando vuestra madre os montó en aquel avión y yo no sabía; cuándo os volvería a ver, cuándo pasaría otra navidad con vosotras, o cuándo cenaríamos juntos por acción de gracias.-

Bella apretó los labios al darse cuenta de lo sólo que había estado su padre todo ese tiempo, y lo dolida que se había sentido su melliza por lo mismo.

-No nos iremos de nuevo papá.-Dijo Bella sonriendo.

Charlie la miró, con una pequeña sonrisa de amor y los ojos casi cristalizados.

-¿A ti te aterra algo Beth?-Preguntó Charlie a su hija.

La chica le miró con casi una sonrisa y se encogió de hombros.

-Me aterran los tiburones.-Dijo entonces.

Su padre y su melliza rieron haciendo que el corazón de la rubia saltara de alegría de nuevo.

Le aterraban muchas cosas, como perder a Bella, separarse de Charlie, tener que decirle adiós a los Cullen y a la manada, y subirse a un avión lejos de Embry.

-Es hora de dormir.-Dijo su padre levantándose.

Bella besó la mejilla de su melliza antes de irse y Charlie la miró sonriente.

-Eres la luz que me guía cielo.-

Beth notó los labios de su padre sobre su frente.

-Nunca volverán a separarnos jefe.-

Charlie le dio otro beso antes de irse a su cama cerrando tras él.