6: Está loco

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ADELA

Mis cuestionamientos hacia el abogado son para matarlo.

- Me amenazó.

- Que palabra vale más, la de el o la mía.

Se queda callado.

-Lo siento, pero el me contrato para que la representará, en el juzgado.

- Pero soy su clienta.

- y el mi jefe. Señora Adela, créame ningún juez le iba a dar el divorcio, los iba a mandar a terapia. Recuerde que el señor Dimitri, es abogado, el sabe.

- Debió notificarme, primero -digo enojada.

- Fue mi error, lo siento. Pero ¿porque tanto escándalo, si ya obtuvo lo que quiso?

- Porque... no es fiel a sus clientes.

- Lo soy, le seguí el juego a usted. Sin más que decir me despido. Buen día.

Dimitri sabía que no podíamos divorciarnos y aun así lo hizo, solo para hacerme ¿feliz? Estoy de todo menos feliz.

Miro la foto de los cuatro que yace en la mesa.

-No supimos equilibrar la balanza, Dimitri.

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DIMITRI

- Hay pendejos y pendejos -dice Kian

- Estamos aquí por ti, no por mi -digo enojado

- No, te menti, estamos aquí por Enzo.

Vemos al alemán, elegir entre muchos anillos y ya mismo mata al pobre hombre.

- Solo elegí el más grande y listo.

- Acaso nunca te has casado? -bromea Kian

Y Enzo le saca el dedo mientras mira el anillo, valorado en 5 millones. Después de eso, estamos en unos de los clubes que poseemos juntos, bebiendo.

- Adela casi me descubre -suelto y ambos me miran.

- Debes decírselo, no lo puedes ocultar más. Será una bomba. O bien te apoya o te mata. -dice Kian

-Eres un asco dando consejos -dice Enzo

- Lo se, pero es mejor así, quiero que sepa bien todo, de ahí se me puede venir el mundo entero si quiere -digo fumando un porro.

-Cuidado...

- Sabes que me encanta jugar a las adivinanzas.

Ambos ríen.

- Que piensas hacer cuando los terremotos salgan de ese campamento.

- Yo huir, mi casa está bien sin ellos -dice Enzo

- Idiota, lo dice el que tuvo que ir a buscarlos a Estados Unidos. -dice Kian

- Habló el que no quería nada con nadie y terminó siendo padre de 4 niños.

Me levanto dejándolos con la peles y me asomo al balcón qué da vista a toda la pista de baile.

Recuerdo todas las veces que Adela me provocaba bailando, para que me muera  de celos, y después la folle como bestia, sin dejarla dormir.

-Hay problemas 7 debemos ir-dicen los chicos y con solo decir eso me encuentro escaleras abajo y a gritos pidiendo mi auto.

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Aquí estuvo Ale

INYECCIÓN DEL MALDonde viven las historias. Descúbrelo ahora