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Tzuyu limpiaba la nariz ensangrentada de su omega, suspirando al terminar

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Tzuyu limpiaba la nariz ensangrentada de su omega, suspirando al terminar.

Sana había sido golpeada por otra omega afuera de la secundaria, supuestamente por salir con el alfa de la chica, todo porque vio un like suyo en una foto de Instagram.

Tan estúpida y tóxica, desde su opinión.

──¿Por qué no me dejaste golpearla? ──se quejó.

──¿Quieres que te lleven presa?

──Si tú fueras la policía, sí ──dijo coqueta.

──Pero yo no soy policía.

──Entonces no.

Cuando logró que la sangre cesara, le colocó una curita en la nariz.

──No entendí porqué me golpeó, no tengo nada la culpa que su novio ande viendo mis fotos.

──Las personas como ella actúan mucho por el impulso del momento y no piensan en lo que hacen hasta que caen en cuenta que lo hicieron, aunque tampoco es justificación.

──Si me dio un golpe en la nariz no me quiero imaginar que le hizo al novio, pobrecito.

──A lo mejor terminó con él, por eso fue para donde ti e hizo ese escándalo.

──Agh ──se frotó los ojos y dejó caer su cabeza en su cama──. No quiero ni pensar cuán rápido se esparció la noticia, ¿crees que llamen a mi mamá?

──No deberían, sucedió fuera de las instalaciones, por lo que no es culpa de la escuela, y en todo caso que sucediera; la chica sería sentenciada y tú no, pues no le hiciste nada.

Sana asintió, pensaba que estas cosas sólo pasaba en las películas que veía con su mamá en la televisión.

──Tu cuarto es bonito.

Asintió, para luego abrir los ojos de golpe y caer en cuenta en la situación en la que estaba.

Después de aquel alboroto, fueron a su casa a curar su herida y no había pensado que era la primera vez que Tzuyu estaba en su cuarto, el cual estaba desordenado.

──¿Cómo puedes decir que esta bonito si hay ropa regada por todas partes? ──dijo avergonzada mientras recogía la ropa.

──Huele a ti y se parece a ti.

──Sí, pero igual está todo desordenado, lo limpio los fines de semana porque mi mamá no se mete a limpiar para acá ──confesó──. Dijo que ella no se metería más a este cochinero y soy la que lo limpia.

La alfa soltó una risita nasal mientras ayudaba a la omega.

──¿Hello Kitty? Eres tierno ──se rió mientras tomaba una braga.

──¡No veas eso, metiche! ──trató de quitárselo pero ya lo había tirado a la ropa sucia.

──¿De casualidad no tendrás puestos uno de Badtz Maru? Era mi personaje favorito.

──¡Deja de decir eso! E-es vergonzoso ──le regaño avergonzada.

──¿Sana avergonzada? Pensé que ese era mi rol.

──¡Ya! Se supone que la desvergonzada soy yo ──le dió un golpe en el hombro mientras lo abrazaba.

──Sigo siendo una alfa, así suelen ser los alfas ──dijo hinchando su pecho.

──Pero tú no eres como los demás, tú eres un algodón de azúcar.

Tzuyu tomó el rostro de la omega, observando detalladamente cada parte de su cara.

──¿Ahora no ha...?

Besó los labios de la omega callando sus palabras, ésta se dejó llevar mientras enrollaba sus brazos al rededor del cuello de Tzuyu, atrayendo el cuerpo de la alfa más cerca del suyo.

Estaban tan sumergidos en su mundo que casi vuelan cuando la voz de la madre de Sana resonó.

──¡Sana, ya estoy en casa!

La omega rápidamente se separó de la alfa, quien la veía también sorprendida, no había pensado en que la mamá de Sana llegara.

──Es mi mamá, ¿qué hacemos?

Tzuyu lo pensó un poco, hablando después de unos segundos

──Quiero conocerla.

──¿Estás segura? ──preguntó, quería que Tzuyu conociera a su madre, pero no porque estuviera bajo presión.

──Ya soy tu novia, creo que ya es momento.

Sana sonrió, arrugando su nariz, y Tzuyu sintió que se enamoró un poco más de la chica.

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Minatozaki Yumi nunca pensó vivir el momento donde su criatura más pequeña esté parada enfrente de ella con su mano entrelazada con la de una alfa mientras le decía:

──Mamá, ella es Chou Tzuyu, mi novia ──la presentó.

──Es un gusto conocerla, señora Minatozaki ──la alfa hizo una reverencia.

──¿Eres a la que mi hija le cocinó?

Las mejillas de Sana sen encendieron en un color rojo mientras Tzuyu sonreía.

── Sí, cocina muy bien, me dijo que lo aprendió de usted.

La mujer examinó a la alfa, ojos almendrados, piel morena, altura que tal vez llegaba al 1,72 , cabello negro y largo, vio como acariciaba la mano de su hijo con el pulgar, sabía que aunque no lo aparentaba, estaba muy nerviosa.

Es la indicada para nuestra Sana. Le dijo su loba.

Y si ella lo decía, era porque tenía razón.

──El gusto es mío por conocerte, Tzuyu ──se levantó y se acercó hasta la pareja, extendiendo la mano en forma de saludo──. Soy Minatozaki Yumi, mamá de Sana.

La alfa aceptó gustosa el saludo, por dentro Sana estaba aliviada porque su madre haya aceptado a Tzuyu.

──Pero no crean que se salvarán de mi ronda de preguntas, a la cocina.

Les dijo mientras se dirigía hasta la cocina, Tzuyu y Sana de miraron, para después sonreír.

La tenían.

La tenían

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rebel omega ; satzuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora