One Piece: El Mundo Está Cantando

Desconcierto

Poco antes de la risa del mundo:

Nuestro 'héroe' se había infiltrado exitosamente en el barco del Vicealmirante Momonga gracias a la ayuda del Shichibukai Boa Hancock. Luffy se encontraba comiendo como un alegre glotón mientras Boa lo observaba en una esquina, como una colegiala enamorada de su primer amor.

Mientras tanto, en el cuartel general de la Marina se podían ver vicealmirantes de renombre llegar, y se sentía la anticipación y la vibración de la tensión, el susurro del caos que se acercaba en cada rincón. Pues los vicealmirantes y rangos superiores sabían a lo que se enfrentarían, ya que los piratas de Barbanegra no eran una broma.

Pero gracias a la imponente presencia de los almirantes Borsalino, apodado Kizaru (Mono Amarillo), Sakazuki, apodado Akainu (Perro Rojo), y Kuzan, apodado Aokiji (Faisán Azul), los marines de menor rango se sentían seguros de su victoria. Mientras estos subordinados permanecían confiados en su ignorancia, los preparativos para la guerra venidera se ponían en marcha, y el almirante de flota Sengoku, apodado Sengoku el Buda, realizaba los últimos ajustes para su plan.

Al mismo tiempo, en el edificio de la Marina, cinco de los Shichibukai habían llegado para la conferencia sobre la batalla venidera. Mientras la Marina 'adula' a estos piratas con una gran cena y bebidas, algunos meseros que llevan y traen platos entregan los cubiertos y vasos usados por estos piratas a hombres vestidos de blanco y con máscaras que recuerdan a las de los carnavales, quienes proceden a sellarlos en bolsas y enviarlos a un científico con cabeza de manzana.

Al otro lado de la corriente Tarai, y tras atravesar las puertas de la justicia un barco de la Marina llega a la prisión más segura del mundo, Impel Down. De él desciende un hombre que, por su porte, no dirías que es un anciano; sin embargo, en su semblante se puede ver el cansancio y el arrepentimiento mientras es guiado al secreto Nivel 6, donde se sienta frente a una de las celdas que alberga la razón de la próxima guerra.

-¿Matame dices....?, no seas tonto contigo mismo, idiota...¡. ya hemos enfadado al amo de los mares.-Garp el llamado héroe de la marina hablo con una sombría sonrisa. pero antes de que su conversación pudiera continuar en todo el mundo se escucho la risa estruendosa del mundo y en sus corazones todos sabían a quien pertenecía, era intrínseco, ellos sabían que era la voz del mundo. Pero aquellos pocos que podían escuchar la voz de todas las cosas se estremecieron al no solo escuchar sino sentir retumbar en ellos esa risa.

- Divertido, esta era es divertida, pero podría ser aún más divertida, así que los complacere con canciones. Tal vez resuelvan misterios o dejen aún más misterios, quién sabe. Yo...? Solo quiero entretenimiento.- La voz volvió a reír, dejando al mundo en silencio.

En la mente de todos sonó al unísono una única pregunta: -¿Qué carajos?.

Los altos mandos de Mary Geoise entraron en pánico. ¿Cómo era posible esto? -Esto podría ser obra solo del usuario de la Uta Uta no Mi. Solo un poderoso usuario podría cambiar el mundo con algo relacionado a las canciones-, aseguró San Jaygarcia con convicción. -Sin embargo, su usuario es desconocido. Alguien con la habilidad de alcanzar Mary Geoise con esa fruta debería ser muy poderoso-, contraargumentó San Shepherd Ju. Mientras los miembros del Gorosei discutían las órdenes para investigar hasta qué lugares había llegado esta voz, las instrucciones fueron dadas.

El caos en Marineford era similar o incluso mayor; después de todo, se estaban preparando para una guerra. Sin embargo, el almirante de la flota y los almirantes calmaron las cosas inmediatamente. -Maldito Garp, no sé por qué, pero estoy seguro de que esto es culpa tuya o de tu familia-, se quejó Sengoku en su corazón, pues sabia de su problemático amigo. Se dieron órdenes de comunicarse con las bases cercanas para averiguar el alcance de la voz, pero cuando llegó la confirmación de que la misma voz se escuchó en los cuatro mares y la Gran Línea, se les erizó el vello.