Expectación

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(Lee el capitulo anterior "Interludio", contine trama necesaria)


Casi han pasado las 24 horas, hasta la próxima canción, y el mundo estaba expectante. Las personas comunes o civiles, quienes veían a la Marina como una fuerza de la justicia, estaban ansiosas por ver a aquellos que los protegían de la escoria pirata. ¿Quiénes eran los más poderosos? ¿Quiénes eran sus héroes que los protegían de los horrores de los mares?

Mientras tanto, Shanks había llegado hasta la posición de los piratas de Barbablanca y, como lo dicta el protocolo, solicitó una audiencia con el hombre más fuerte del mundo.

El pelirrojo volvió a caminar en el Moby Dick. Esta vez no necesitaba afirmar su dominio ni hacerse respetar, pues venía con una petición irrazonable. –Newgate, vengo aquí hoy como un Yonkou. Necesitas esperar, esta próxima guerra debe ser pospuesta. Lo que se está mostrando en la exposición del mundo puede parecer irrelevante ahora, pero tú y yo sabemos que, si se sigue dando información, tarde o temprano algo que no se debe dar a conocer se mostrará, y el mundo caerá en caos–.

Edward Newgate, una bestia de 6,66 metros de altura y un físico que haría que cualquiera retrocediera, se quedó impasible, meditando las palabras del mocoso pelirrojo. –¿Me pides que deje morir a uno de mis hijos? ¿Acaso quieres volverte mi enemigo, Akagami no Shanks? Puede que sea viejo, pero un cachorro mojado detrás de las orejas no me va a impedir que proteja a mi familia de una obvia afrenta a lo que más amo–. Dijo fríamente Edward Newgate, mientras golpeaba su Saijo O Wazamono en su barco. Su siempre presente alabarda, Murakumogiri, provocó que el Moby Dick temblara por la fuerza del impacto.

Shanks se tensó mientras colocaba su mano en su confiable Gryphon, listo en caso de que tuviera que luchar para salir vivo de ese lugar. –No vine a pedirte que dejes morir a Ace, vine a ofrecerte un aplazamiento. Si aceptas posponer esta guerra, me aseguraré de que el Gobierno Mundial aplaze la ejecución de Portgas D. Ace, por lo menos hasta que esta exposición termine–.

Barbablanca miró fijamente a Shanks, cuando de repente dos Haki del Conquistador chocaron. Las voluntades del pelirrojo y de Newgate colisionaron, provocando que el mar se agitara, el cielo se partiera y los relámpagos rojos rugieran a su alrededor. Una verdadera demostración del poder de aquellos que llevaron su Haki del Conquistador a la cima del mundo.

Los capitanes de las divisiones de los Piratas de Barbablanca se alistaron para rodear al pelirrojo, pero la voz de su oyaji los detuvo. -En tres días zarparemos a Marineford. Tienes hasta ese momento para que el Gobierno Mundial haga público que Ace no será ejecutado. Si no logras eso en tres días, zarparé a rescatar a mi hijo sin importar qué excusas pongas, Akagami–.

Shanks respiró aliviado; había evitado que esto se fuera de control. Ahora solo debía llegar a Mary Geoise y convencer a los Cinco Ancianos de que aplazaran la ejecución de Ace. A veces realmente odiaba tener que llevar a cabo planes así, pero necesitaba saber qué cambiaría para preparar el camino al One Piece.

–No te equivoques, Akagami. Si todo esto es un plan elaborado con los Marines, yo personalmente aplastaré a ese grupo de pequeños debiluchos que llamas flota. Mi familia no será ejecutada bajo mis narices–.

Shanks apretó los dientes y se tragó su ira. -Lo entiendo, Newgate. Cumpliré mi palabra lo mejor que pueda.

Puede que algunos malentiendan a Edward Newgate. Este hombre puede ser blando con aquellos que llama hijos, con aquellos que llevan su bandera, pero sigue siendo un pirata, un hombre que estuvo bajo la bandera de los Rocks, y puede ser tan despiadado o incluso peor que cualquier otro hijo del mar.

En Marineford, los Shichibukai presentes habían sido conducidos a habitaciones especiales a la espera de la guerra. -Mantengan a esos piratas vigilados; no quiero sorpresas-. Rugió Akainu. Realmente deseaba expulsar a esos piratas hasta el día mismo de la guerra, pero ahora no podían bajar la guardia con el problema de la exposición al mundo.

Mihawk bebía tranquilamente vino y disfrutaba de un buen libro mientras esperaba la batalla. Pues, debajo de su exterior de serenidad, el fuego de un guerrero rugía por probarse contra Barbablanca, pues deseaba ver cuán lejos estaba del hombre más fuerte.

Gecko Moria dormía, ya que aún no estaba totalmente recuperado por su derrota a manos de los Mugiwaras.

Doflamingo acosaba y molestaba a los pobres marines de bajo rango, disfrutando de su miedo y angustia al estar cerca de alguien de su nivel.

Se suponía que Kuma ya debía haber partido hacia Egghead para finalizar el proceso de perder su humanidad y convertirse en un cyborg. Sin embargo, la preocupación de que Marineford fuera invadida antes de tiempo provocó que San Jaygarcia Saturn le ordenara esperar hasta después de la guerra. No podían darse el lujo de ser tomados por sorpresa.

Sengoku estaba hirviendo. El más nuevo Shichibukai había partido de Marineford inmediatamente después de que inició la exposición al mundo. Además, cualquier intento de comunicación con Teach solo recibía ruido blanco de respuesta. Una vez terminada la guerra, si este tipo no se presentaba, sería despojado de su título y cazado como la escoria que era.

Boa Hancock y Monkey D. Luffy se encontraban entrando a Impel Down en estos momentos, listos para iniciar su plan de poner las cosas patas arriba en la prisión más segura del mundo y llevar refuerzos para salvar a Ace.

Mientras tanto, Garp no se había separado ni un momento de su nieto Ace en las mazmorras de Marineford desde su llegada, asegurándose de que fuera alimentado e incluso él mismo continuó curando sus heridas, pues la culpa era demasiado grande. Sin embargo, en los momentos previos al comienzo de esta nueva exposición pero, Sengoku lo llamó para analizar la siguiente canción.

Garp miró amargamente a su viejo amigo Sengoku. -No me necesitas para una cancioncita; al menos déjame pasar los últimos momentos con mi nieto-.

Sengoku suspiró. Realmente pesaba en su corazón el tener que hacer esto a su viejo amigo, pero la justicia debía llevarse a cabo. Y si todo salía según el plan, tal vez se diera la oportunidad de que Ace escapara mientras Newgate se sacrificaba por su tripulación/familia.

-Garp, además de Kong y Tsuru, nosotros somos los marines que más han aportado. Probablemente se hable más sobre los almirantes actuales y sobre nosotros, así que quiero tu presencia y opinión... además, tengo senbei -. Ofreció Sengoku mientras agitaba una caja llena de los manjares favoritos de Garp.


Garp le arrebató las galletas de arroz y las comió mientras refunfuñaba. -No puedes comprarme con comida-.

Pero en ese preciso momento, el contador llegó a 0 y el mundo se pronunció.




P.D.: El capítulo se dividió en 2 partes, por eso es corto.

Por favor, lee el capítulo anterior. Allí encontrarás una pregunta que, si no es respondida, yo mismo tomaré la decisión.

One Piece: El Mundo Está CantandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora