¡Beta está siendo perseguida por el tirano Alfa!

Capitulo 36

*Punto de vista de Mizuki

El cansancio se apoderó de mi cuerpo. Hacía mucho tiempo que no iba a la escuela y me sentía fatal. Me tiré sobre la silla como un saco de tierra, pero tenía las extremidades entumecidas y los huesos me dolían como si hubiera envejecida cien años. La rutina había terminado y, cuando finalmente me liberaron, lo único que me quedaba era odio, incluso hacia mi familia.

Soporté las múltiples inyecciones de inhibidores sin morder a mi presa, que se veía borrosa y nublada a mis ojos. Las antiestéticas manchas de color azul violáceo permanecen en mi brazo.

Los malos pensamientos que me asaltaron se habían ido y mi cuerpo estaba pesado, invadido por la fatiga. Después de todo, eran las drogas las que habían suprimido mi excitación hirviente mientras continuaba desafiando al destino. Había previsto que esto sucedería algún día e hice preparativos adicionales. Funcionó, pero casi me rel de mí mismo por ser tan impotente como para tener que esperar y rezar para que los inhibidores hicieran efecto.

--¿Al final, el único propósito de las parejas predestinadas era la procreación?

Me sorprendí de mi mismo mientras mi instinto intentaba negar la existencia de Alice. Sabía hasta la médula de mis huesos cuánto me salvaría si chupaba la brillante piel blanca de Shion.

Pero todavía amo a Alice.

Como un ser humano, quiero amar todo lo que tenga que ver con Alice. Me dije a mi mismo que, incluso si tuviera una pareja predestinada, Alice sería la única para mi. ¿De qué serviría una pareja predestinada, salvo para concebir un hijo? ¿Qué se gana con destruirlo todo?

-Mizuki, tienes un minuto?

Mientras reflexionaba con agonía, Kadokura, que estaba sentado a mi lado, me miró con seriedad. Había un leve indicio de vacilación en su expresión y chasqueé la lengua con fastidio.

"¿Qué es?"

-No quiero hablar aqui, ¿Podemos ir a la azotea, solo un rato?

Kadokura miró hacia el aula con una expresión sería en su rostro. Es hora de que los estudiantes Alpha comiencen la clase y todos estaban comenzando a tomar sus asientos. Era evidente que quería llevarme a un lugar apartado en lugar de aquí.

"Jaja, lo siento pero no."

No me gustó el hecho de que Kadokura le hubiera prestado su uniforme a Alice. Era difícil perdonarle que llevara el aroma de otro hombre, pero también me molestó que Kadokura no me lo dijera. Me negué a hacerlo sin dudarlo.

... Está bien, lo diré aquí. Voy a salir con Alice. Déjala en paz. No hagas nada que lo haga sufrir más".

Una rabia incontrolable surgió del rincón más oscuro de mi corazón y golpeé el escritorio con todas mis fuerzas. El escritorio se sacudió violentamente y el sonido y la vibración sordos silenciaron de inmediato el zumbido circundante.

-No me mientas, Kadokura. Alice nunca estaría de acuerdo con esto.

-No miento. No te acerques más a Alice. Yo lo protegeré a partir de ahora.

"Jaja, eso es ridículo."

"...Saionji, tampoco deberías tocar a Alice." Kadokura miró hacia delante con una expresión mordaz y levantó su ceja digna.

"¿Y-yo? Jajaja, ¿me atraparon?" Saionji, que acababa de llegar a la escuela, se me acercó con cara de preocupación y se rió.

"¡Saionji, bastardo!"

-Oh, hombre, esto es un malentendido, ¿de acuerdo? Vi a Ken y Alice besándose, ¿sabes? -Saionji sacó su teléfono de su uniforme, lo operó con sus largos dedos y me mostró la imagen con una sonrisa despreocupada

"Besar es para el chico que me gusta. Las palabras de Alice flotan y explotan como burbujas.

"¿Qué diablos es...?"

Todo mi miedo y mis dificultades se disolvieron de inmediato. Alice besó a Kadokura.

Es una mentira.

Sentí que las cosas por las que había arriesgado mi vida para proteger se habían hecho añicos y me sentí desesperadamente sola. Al final, ni siquiera pude mantenerlo atado, ¿eh?

-Mizuki se junto con su prometida, ¿no? ¡Mi tío me envió un video! ¿Quieres verlo, Kadokura? Shion-kun es muy lindo, ¿verdad? Oh, creo que se enojará nuevamente si digo esto.

-No lo necesito. De todos modos, Mizuki, no....

-¡Cállate! Alice es mía. Aunque Alice salga contigo, ino voy a dejarlo!

Después de decir eso, salí del aula con pasos vacilantes.

--Voy a atrapar a Alice en su camino a la escuela y confirmarlo, incluso si es a la fuerza.

Mi ira hacia Alice está aumentando. Hasta hace poco, él jadeaba en mis brazos con voz lasciva y ahora, con facilidad, me ha dado la vuelta y me ha hundido en las profundidades de la desesperación.

-Alice, no te dejaré ir.

De repente, pensé que esas acciones eran propias de un Beta... y descarté ese abominable pensamiento. Soy yo quien se deja llevar por mi fascinación por un Beta. ¿Dónde está el atractivo en eso? ¿Su apariencia? No hay feromonas, no hay casta involucrada.

--Aún así lo quiero todo.

Alice era la única persona para mi. Siempre estuvo ahí para mi cuando mis padres ni siquiera me prestaban atención. Por eso lo necesito absolutamente. Yo tomaré las riendas de mi propio destino.

Incluso si eso significa desobedecer a Dios, absolutamente.

Inclinándome hacia delante, me apresuré a llegar a la entrada de la escuela, donde los estudiantes Beta y Omega ya debían haber llegado.

Vi a Alice tan pronto como levanté la vista y de inmediato agarré su brazo.

"Mizuki...! ¡Suéltame...!"

En su rostro apareció una expresión de miedo y disgusto. Sentí que mi corazón empezaba a palpitar con inquietud.

-¡Maldita sea! ¡Si fueras un Omega....!

Inmediatamente, una emoción inesperada salió de mi boca. No quise decirlo. El rostro de Alice se desmoronó en desesperación al escuchar estas palabras.

¿Qué carajo estás diciendo?"

-¡Alice, no me refiero a eso!

-¡Tú eres quien me dijo eso! Te crel. Así es, incluso si fuera un Omega, me dejarías, ¿no? Soy un Beta, no un Omega, ¿qué tiene de malo ser un Beta? ¡Ya he tenido suficiente, por favor déjame ir! -Alice estalló en lágrimas, sus lágrimas goteaban sobre el suelo de baldosas. Sin secarme las lágrimas que brotaban de sus mejillas, levanté los brazos para abrazar a Alice, que se resistía.

En ese momento pensé que había usado demasiada fuerza,

--Con un ruido sordo, la frente de Alice golpeó la caja de zapatos. La sangre fluyó por su frente blanca como un solo hilo. Kadokura corrió hacia él y abrazó a Alice.

-Mizuki, detente!

"Kadokura!"

No me gusta. Los ojos húmedos que miran a Kadokura como si fuera todo me quitan toda esperanza

-Mizuki, ¡espera un minuto!

Saionji gritó a mis espaldas y sujető mi cuerpo con un agarre alado desde atrás. El brazo que había agarrado se soltó y se alejó como un imán repulsivo.

Todo es imperdonable. ¿Es esto lo que he estado protegiendo?

"¡Los voy a hacer desaparecer a ambos! ¡Nunca los perdonaré...!"

Dije con voz cortante y ahogada. Por primera vez, odié el rostro de Alice mientras me miraba horrorizado. Y si este era mi castigo por desobedecer mi destino, esperaba fervientemente que pudiera odiarme desde el fondo de su corazón.

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