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Un estado mental tranquilo e imperturbable era esencial para el Senjutsu.

"No necesito un par de siglos más", afirmó el hombre de pelo rubio, con una irritación evidente en su tono. Su exclamación interrumpió bruscamente su estado de meditación, dando por concluida su sesión de entrenamiento del día. Ocho colas doradas alargadas parpadearon de un lado a otro detrás de él antes de que cada una de ellas se encogiera rápidamente y desapareciera por completo de su vista.

Bajó lentamente los párpados, revelando un par de ojos dorados, y procedió a realizar un examen exhaustivo de la cámara vacía y silenciosa antes de exhalar profundamente. Reflexionó sobre la persistente voz de un individuo no identificado en el fondo de su mente. Había intentado suprimir el recuerdo de un incidente ocurrido unos meses antes, pero las palabras pronunciadas habían perdurado en sus pensamientos. A pesar de su riguroso régimen de entrenamiento, reconoció que no sería capaz de alcanzar el pináculo de su potencial. No sería capaz de obtener la cola final y acceder a todas las capacidades de su raza.

A pesar de su excepcional crecimiento, la limitación de su linaje le ha impedido alcanzar todo su potencial. Este obstáculo no puede superarse mediante el trabajo duro. Sin embargo, existe una pequeña posibilidad de superar esta barrera, ya que siempre hay una excepción a cada regla. Por desgracia, es probable que esto lleve varios siglos.

Al final de la discusión, la anciana sacerdotisa, que ya no estaba en la flor de la vida, hizo una firme recomendación: "Debes purificarte".

En su cólera ciega, intentó enfrentarse a ella. Fue un grave error. Cualquier forma de agresión contra uno de los ancianos más venerados está totalmente desaconsejada. Como consecuencia de sus acciones, fue expulsado inmediatamente del templo sagrado y posteriormente desalojado de los sagrados terrenos, un lugar de gran significado espiritual. Si no hubiera sido por la atenta intervención de su esposa, le habrían expulsado permanentemente del templo sagrado. Sin embargo, le prohibieron la entrada durante medio año.

El proceso de purificación antinatural que ella insinuó se conocía comúnmente en la calle como proceso de limpieza. Así se diferenciaba del método normal de dar a luz a un sangre pura mediante la mezcla de sangres tras unas cuantas generaciones. El insoportable procedimiento se utilizaba para purgar cualquier impureza que un Youkai pudiera tener en su composición. En otras palabras, tendría que purgar cualquier forma de debilidad que existiera en su linaje como si se tratara de algún tipo de contaminación.

Era consciente de las expectativas de los Ancianos Kitsune, pero no consideraba el don de su madre como una debilidad. Estaba decidido a demostrarles la inexactitud de sus suposiciones. Sin embargo, reconoció que sería un reto. Se tomó un momento para serenarse, reprimiendo su frustración y enfado.

"Tengo curiosidad por saber cómo lo ha conseguido", preguntó, refiriéndose a su consumada esposa, que tenía un total de nueve.

En su especie, los Kyuubi, el poder total que podían alcanzar se duplicaba con la aparición de cada nueva cola. Tales sucesos no siempre eran el resultado del entrenamiento físico y mental, a pesar de ser éste el método más comúnmente utilizado. Había muchos otros factores que debían tenerse en cuenta en circunstancias únicas y poco frecuentes. La pureza de la línea de sangre era el factor más notable.

"Pureza", murmuró con el ceño fruncido mientras se echaba hacia atrás el cabello dorado, ocultando así el par de orejas de zorro. "No es algo natural, ¿verdad? Era probable que así fuera, ya que toda la región de Kioto permanecía firmemente bajo el control de la familia de su esposa desde hacía generaciones. Su ceño se frunció y esbozó una pequeña sonrisa cuando pensó en lo que ella debía de haber renunciado para que pudieran estar juntos.

Naruto - Youkai no Bikou ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora