Entre Sombras y Esperanza el amor que vençe (Cançelada)

capítulo 4

La vida en la mansión de los Gremory seguía su curso, marcada por la constante tortura emocional y física que Rias infligía a su hermano Goku. Aunque él seguía manteniendo una actitud serena y paciente, sus sufrimientos estaban afectando cada vez más su salud física y mental. Rias, por su parte, seguía sin mostrar arrepentimiento y continuaba disfrutando del poder que su posición le otorgaba.

Un día, Rias decidió que era momento de dar un último desafío a Goku, uno que realmente probaría su resistencia y determinación. Había estado preparando algo especial para su hermano, algo que pensaba que finalmente quebraría su espíritu.

Goku estaba en su habitación, tratando de descansar de las últimas pruebas que Rias le había impuesto. Sus heridas aún estaban frescas, y su cuerpo se sentía cansado. De repente, Rias entró sin previo aviso, con una mirada decidida en su rostro.

"Goku," dijo Rias con un tono imperativo, "hoy te enfrentarás a una prueba final. Estoy cansada de tus intentos fallidos de desafiarme. Este será el último de nuestros juegos."

Goku levantó la vista, notando la intensidad en los ojos de Rias. "¿Qué tipo de prueba es esta?" preguntó con voz temblorosa.

Rias lo miró con una mezcla de diversión y desprecio. "Esta noche, tendrás que enfrentar un desafío físico y mental. Si fallas, enfrentarás consecuencias aún peores que las que has soportado hasta ahora."

Goku se levantó lentamente, sintiendo el peso del desafío que se le presentaba. "Haré lo que pueda. No me rendiré."

Rias lo condujo a un área oculta en el sótano de la mansión, donde había preparado un laberinto de ilusiones y trampas diseñadas para quebrar el espíritu de cualquier ser. Las paredes del laberinto estaban llenas de trampas mágicas que infligían dolor y confusión, y había ilusiones demoníacas que distorsionaban la realidad para atacar la mente de Goku.

"Este es tu laberinto," explicó Rias con frialdad. "Tendrás que atravesarlo sin caer en las trampas o ser engañado por las ilusiones. Si fallas, tu sufrimiento será el doble."

Goku entró en el laberinto con una determinación renovada. A medida que avanzaba, el laberinto se volvía cada vez más aterrador. Las ilusiones eran cada vez más intensas y las trampas más peligrosas. Goku luchaba por mantener su enfoque y su fortaleza mental, a pesar de las constantes pruebas que enfrentaba.

"¡No puedes hacer esto, Goku!" gritaba una ilusión demoníaca. "Nunca saldrás de aquí. Eres débil y no mereces estar en el mismo mundo que Rias."

Goku, con esfuerzo, ignoró las voces y continuó avanzando. Su corazón latía con fuerza, pero su amor por Rias seguía siendo su motivación principal. A pesar del dolor físico y emocional, no se permitió rendirse.

Finalmente, después de lo que pareció una eternidad, Goku llegó al final del laberinto. Exhausto y con el cuerpo lleno de heridas, se encontró de nuevo con Rias, quien lo esperaba con una sonrisa triunfante.

"Has pasado el desafío," dijo Rias con una mezcla de sorpresa y desdén. "Nunca pensé que podrías llegar tan lejos. Pero no te equivoques, esto no significa que te vea de otra manera."

Goku, con dificultad, se arrodilló frente a Rias. "No lo hice por ti, Rias. Lo hice porque no puedo dejar de amarte, incluso si tú nunca ves más allá de tu propia crueldad."

Rias lo miró sin mostrar ningún signo de arrepentimiento. "Tienes una voluntad fuerte, Goku, pero eso no cambia nada. Mi opinión sobre ti no cambiará, y seguiré disfrutando de mi poder."

Con esas palabras, Rias se dio la vuelta y se alejó, dejando a Goku solo en el pasillo, luchando por recuperar el aliento. Aunque el dolor era inmenso y el sufrimiento parecía interminable, Goku se mantenía firme en su amor incondicional.

La dinámica entre ellos continuaba, con Goku soportando el desprecio de Rias y ella sin mostrar ninguna señal de cambio. El ciclo de amor y desdén seguía, y aunque las cosas no parecían mejorar, Goku nunca dejó de esperar que algún día, su hermana pudiera entender la profundidad de sus sentimientos.