XXXI

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Lee Minho a la edad de dieciocho años hay cosas que tiene muy claras: odia el verano y ama el vierno, jamás subiría a lo más alto de un edificio que supere las cinco plantas por miedo a las alturas y no aguanta las películas románticas.

Y al igual, hay cosas que sigue sin tener claras: no sabe si prefiere el verde o el azul, no tiene una opinión específica sobre las religiones y no comprende porque con personas específicas le gusta el contacto físico mientras que con todo el resto no. 

Es por tanto que en esos milisegundos donde Jisung le mira totalmente hecho un manojo de nervios Minho intenta clasificar el ser gay en su cabeza.

Su sociedad, su familia y compañeros lo ven como una total aberración; dos chicos y dos chicas juntos como pareja es un tema muy tabú a su alrededor.

Pero, ¿hacen realmente daño a alguien, o rompen algún tipo de ley? Esas personas son como cualquier otra, solo que sus corazones deciden amar a personas de su mismo sexo, ¿es eso tan vergonzante y tan repugnante?

Aún recuerda a esas dos chicas de la playa y lo felices que se veían juntas. Al igual que esa escapada al centro con Jisung donde realmente no le afectó que por su cabeza pasase la idea de que su amigo fuese gay.

- Genial. -

Eso es todo, no tiene porqué decir nada más ante algo que no tiene tanta importancia. Le gustan los chicos, simple.

- ¿De verdad? - No sabe muy bien sí Jisung está decepcionado por su respuesta o sorprendido para el lado bueno.

Ahí se hace una nota mental; odia no comprender en algunas circunstancias al menor.

- Sí, de verdad. Está bien que lo seas, es normal. -

Los chicos comparten una mirada indescifrable, hasta que Minho logra diferenciar alivio en el contrario.

Los fuegos artificiales a lo lejos pasan a segundo plano. El mayor, simultáneamente, bajo la mirada contraria siente un pequeño vuelco en su corazón. Tiene que tragar saliva para salir de esa situación.

Han, por su lado, tras humedecerse sus labios asiente en signo de entendimiento, formando una pequeña sonrisa que refleja su alivio.

- Eres increíble - Le dice con una emoción gratificante.

Y eso provoca que el estómago de Minho se revuelva un poco, causándole una oleada de calor que recorre su cuerpo hasta su pecho.

- No lo soy - Niega, nunca ha sabido reaccionar a los cumplidos.

- Lo eres - Insiste Han y Minho cede, como siempre, cede ante él.

La conversación se detiene ahí, Jisung luce mucho más aliviado y feliz, y Minho decide indagar levemente sobre el tema.

- Entonces, ¿cómo están las cosas ahora con tus padres? -

Unos días antes, justamente el veinticinco de diciembre al volver a casa tras estar en la de Minho, la madre de Jisung le recibió de una manera algo mala.

- ¿Tanto te cuesta tirar la bolsa de basura que has tardado tres horas? - Al segundo Jisung sabe que está enfadada.

- Lo siento - No intenta excusarse, sabía que tendría consecuencias y las va a aceptar.

- Jisung tienes un teléfono para algo, estaba muy preocupada, te he llamado varias veces. -

- También lo siento. -

Al contrario de hace unas horas el hogar ya esta vacío, los invitados se han ido y desde la sala puede escuchar a su padre lavar la vajilla.

- No me gusta nada que hagas estas cosas. ¿Dónde y con quién estabas? -

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⏰ Última actualización: Oct 12 ⏰

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