Loved | Minsung

XXIII

Aviso: Medicamento no recetado
La parte será indicada con un *

Una llamada. Dos, y luego tres. No responde.

El dolor de cabeza le está matando y la luz de las ambulancias no ayuda.

- Chico, ¿vienes con nosotros o te quedas? -

Frente a él un paramédico se acerca. Minho gira su rostro para ver a sus padres, su madre llora desgarradoramente mientras su padre le abraza.

- ¿Min? - Rena aparece en su campo de visión en la oscuridad.

Una pesadilla.

- Perdón, ¿te he asustado? - Habla bastante ido por el recién despertar.

- No, solo estabas moviéndote mucho pero nada más, ¿una pesadilla? -

- Algo así, perdón, vuelve a dormir. -

La niña asiente y vuelve a acurrucarse entre las sábanas dándole la espalda a Minho.

El mayor pasa una mano por su frente para secar el sudor y decide no darle vueltas al sueño, a los pocos minutos se duerme de nuevo.

Al día siguiente la luz del sol le despierta y con pereza se estira sobre la cama.

Al contrario de la suya la cama de Rena está llena de peluches que le impiden casi moverse, a pesar de ser un colchón de dos plazas.

- Buenos días por la mañana - Le saluda felizmente Rena a la vez que se hace dos coletas frente a su espejo. Por su rostro parece no llevar mucho tiempo despierta.

- Buenos días - Al levantarse de la cama estira sus músculos escuchando crugir algunos de ellos.

- Pareces un viejo - Le juzga con una sonrisita a través del espejo.

- Muchas gracias por el alago - Le sonríe falsamente y sale de la habitación camino al baño.

No está muy seguro de que hora es pero al ser domingo tampoco le importa.

Después de asearse y mojarse el rostro con agua fría sale en dirección a su propio cuarto, allí lo primero que hace es agarrar el móvil pues tiene la necesidad de revisar si Jisung le ha escrito, pero nada, no hay mensajes.

Sin darle importancia continúa ordenando su habitación, seguidamente desayuna algo rápido para esquivar a algún otro miembro de su familia que pueda aparecer por ahí y decide pasar el resto de la mañana haciendo un trabajo que les habían mandado de historia pues debía aprovechar el sospechoso pero grato silencio que reinaba en la casa.

A las dos de la tarde sale de nuevo cuando le llega el aviso de que la comida está lista y servida.

Con optimismo decide no darle vueltas a la conversación de anoche con su progenitora y se encamina con ánimos de no generar ninguna pelea o discusión, simplemente desea pasar una comida tranquila.

En el comedor es recibido por su madre, padre y Jisoo, Rena aún no ha aparecido.

- Pero mirar quien es, el desaparecido - Comenta con un tono tosco su hermana mayor.

Minho decide no responderle y toma asiento, a los pocos segundos llega Rena y le imita.

- Bien, ya podemos comer - Avisa la madre una vez que están todos sentados.

Minho intenta ignorar con todo su ser la tensión de la mesa y se obliga a disfrutar de la comida, es uno de sus platillos favoritos.

- ¿Qué llevas puesto en la cara? - Jisoo interrumpe el silencio señalando a Rena.