XXVI

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Los días pasan y con ello el fin de año.

Desde que tienen vacaciones de Navidad Minho va mucho más seguido a casa de Jisung pasando allí sus tardes.

No suelen hacer mucho; ver películas, escuchar música mientras cada uno se pierde en sus redes sociales, comentar temas sin revelancia y poco más. Simplemente conviven en la habitación de Han, teniendo la presencia del otro para cualquier cosa.

Ante la idea que se le cruzó a Minho en la cabeza sobre Jisung quería creer que no, que fue cosa del momento y que claramente no le gusta a Jisung.

Todo sería más obvio.

En la actualidad, 25 de diciembre, toda la familia de Minho ha venido desde Gimpo para celebrar el festivo en casa de unas de sus tías, y para su suerte el estar rodeado de más personas genera que su madre y Jisoo se comporten de una manera amable y estable.

Pero por otro lado, lleva ahí desde las once de la mañana y ya no aguanta más. Los primos de su edad son totalmente contrarios a él, solo hablan de chicas, música que él no conoce y hacen chistes que Minho no comprende.

Y como si es eso fuese poco Lee aun tiene secuelas debido a la cena que tuvo la noche anterior con la familia de su padre.

¿Por qué los ancianos de hoy en día están tan obsesionados con que sus nietos sean militares? Minho ni siquiera quiere pensar en la mili forzada que tendría que hacer en unos años.

Continúando, en algún momento de la tarde Minho ha terminado con Rena y su prima de once años en unos sillones de una sala peculiar. A su alrededor solo hay estanterías repletas de libros que cubren las cuatro paredes, una mesa central adornada por una máquina de escribir junto a pilas de folios y diversos sillones, que ellos ocupan.

Sabe que por su edad debería estar fuera bebiendo sidra y riendo ante los chistes malos y anécdotas antiguas de la familia de su madre, pero no puede. Se le hace todo demasiado falso.

Las niñas, bajo la mirada desinteresada de Lee, preparan pulseras de accesorios, un regalo por parte de su abuelo hacia las dos niñas.

Entorno a las siete de la tarde su móvil vibra sobre sus piernas. Llamada de Jisung.

Asegurándose de que las dos niñas están lo suficientemente distraídas discutiendo sobre cuál color escoger para la siguiente pulsera responde.

- ¿Demasiada pesada la comida? - Comienza hablando.

- Ni te lo imaginas - Al otro lado del teléfono escucha a Jisung bufar - Acabo de escaparme a mi cuarto, pero creo que me quedan menos de cinco minutos para que la loca de mi tía vuelva a encontrarme. -

- ¿Tanto te quiere? - Bromea.

- Claramente no, lo único que quiere es teñirme el pelo de azul - Escucha como una puerta se cierra, imaginándose que se ha encerrado en su cuarto de baño - He estado investigando su peluquería y me ha salido en las noticias que el otro día le demandaron porque dejó calva a una pobre chica - Susurra todo sobre el altavoz del móvil.

La risa que sale de él es suficientemente fuerte para que Rena y su prima le miren confusas, con un movimiento de mano les indica que sigan a la suyo.

- Creo que estás exagerando un poco, ¿no? -

- Te prometo que no - Han acompaña sus palabras con un sollozo fingindo - Minho, sácame de aquí. -

Y seguramente es un pedido falso pero algo en la mente de Minho le hace pensar que es la mejor idea del mundo.

- Vale - Responde totalmente convencido empezando a maquinar como irse sin que sus padres ni nadie le pillen.

Loved | Minsung Donde viven las historias. Descúbrelo ahora