Especial #2

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Esa tarde, Rebeca llegó de su entrenamiento de ballet. Lo estuvo tomando durante muchos meses.

Cansada, ella tira su mochila al sillón principal de su casa y se echa en él, completamente derrotada.

— ¡Estoy muy cansadaaaa! — Exclama agotada .

— Señorita Rebeca, que bueno que llegó — Helena una señora ya mayor y una de las antiguas mucamas de la familia Imaushi, se le acercó a la chica. — Su madre me dijo que en cuanto llegara usted, le avisará para que se meta a bañar y arreglar.

— Estoy muy cansada Helena — Apenas suena audible , pues si cabeza se encontraba en la almohadilla de los sillones.

— Me imagino, pero la señora Haylen no me dió opciones, y fue muy estricta, tienen una cena con uno de los políticos más importantes del mundo, y es necesario que asistan, tu padre cerrará un fuerte trato y los necesita a todos, de hecho fue muy específica en que vistieras lo más guapa posible.

— ¿Y Wakasa y Abel?

— Wakasa ya está informado y Abel, pues, bueno él aún no. Está en la piscina .

— Bueno, ahorita me levanto y corro a bañarme y arreglarme Helena , muchas gracias.

La mujer adulta sonrió y se dirigió a dónde Abel,  el chico ese día había tenía aproximadamente dos horas nadando ,.con sus respectivas pausas, pero sacando su estrés, tras una pequeña discusión con su padre .

Helena sonríe y disimuladamente se acerca al chico azabache.

— ¡Abel! — Le llamó en cuánto lo miró que salió de la piscina.

— Oh, Helena , no la esperaba aquí .

— Traigo noticias sobre su madre.

— ¿¡Mi madre!? ¿Ella está bien?

— Si, joven Abel, lo que pasa es que su papá..

Helena no termina ni de hablar, cuando Abel ya hizo un gesto en su rostro , creyendo que disimuló, pero en realidad no disimuló nada y no pasa desapercibido por la mujer madura, pero no tocaría el tema, jamás lo a hecho , pero si le dolía ver al joven Abel pelear con su padre.

— Bueno , prosigo , si padre …

— No me interesa nada que tenga que ver con ese señor, gracias Helena, pero no me interesa.

— Joven Abel, póngame atención por favor es importante.

— Pero yo no quiero , y si es por hacerlo quedar bien a él, mucho menos me interesa.

— Joven Abel, mire al menos escucheme.

Luego de soltar un alto suspiro , Abel accede para escuchar a Helena.

— Su papá tiene una cena extremadamente importante, con el señor Albert McGoneglyt. Esta cena definirá muchas cosas en su familia joven.

Abel rueda sus ojos, tallando de su frente y riendo al mismo tiempo.

— Eres increíble enserio , como tú, Rebe y mi mamá tienen poder sobre mi, soy demasiado débil ante ustedes.

Helena sonrió con ternura , y Abel devolvió esa sonrisa, para ella era inevitable recordar a su hijo fallecido , y para él le recordaba a su abuela.

***

>Restaurante; Dolce Vita<

Llegaron al restaurante , Imaushi saludaron cordialmente a los McGoneglyt, Abel se desvío del camino, prefirió ir al baño .

Mientras ordenaban y pedían, Diane se sentía un mundo destruido, recientemente ella había tenido una depresión muy alta, en la cual tenía días sin comer, se la pasaba echada en su habitación, no quería saber de nadie, sus padres la obligaban a ir a terapia, y ella iba muy a fuerzas.

Pero no lo pudo evitar, jugaron con el corazón de la chica , y ella creyó que en verdad, había encontrado a su ser amado .

Abdullah y Haruto querían que Diane y Rebeca fueran amigas y que conversaran, pero lo real es que para ambas , se sentía incluso hasta forzadas.

Diane suspira .

— Disculpen, iré al tocador un momento.

La morena se pone de pie, quizás sí quería ir a lavar su cara un momento, pero no fue así , prefirió caminar hacia el bello jardin del restaurante, Diane apreció lo bello y elegante que era, sus terapeutas le habían enseñado a disfrutar el momento, incluso si podía , hasta fotografiarlo, para tener algún recuerdo de eso, la chica de cabello rizado toma su teléfono y toma fotos al enorme y hermoso paisaje, pero definitivamente, no se sentia llenar ese vacio que tenía por dentro .

Diane tomó asiento en una de las bancas del jardín, tomó su teléfono , inconscientemente ella se dirige a la galería de fotos, iba a ver las fotos de su ex novio, se suponia que con la terapia, desde hace mucho las iba a borrar, pero no había mucha fuerza de voluntad para hacerlo .

La bella chica siente su corazón romperse, y suelta su triste llanto.

— ¡Maldición!

Solloza , y quiere llorar mucho, siente que su terapia no le a ayudado mucho, para ser honestos ya ni quería ir.

— ¿Sabes?

Escucha una voz derrepente hablarle, Diane extrañada voltea y se encuentra con un apuesto chico de ojos carmesí, y cabello color azabache ,con ambos expansores en sus oidos.

— Eres muy linda, para que estés llorando, y mucho más si el motivo es un hombre.

— ¿Eh?

Abel se pone de pie, y le sonríe.

— No soporto ver a una chica llorar — El chico le extiende su pañuelo — tómalo, no es de caballeros dejar a una chica así.

Diane un poco confundida toma del pañuelo, se pierde en los ojos carmesí, tan bellos, pero sabía que no eran muy comunes.

— Muchas gracias.

— No tienes de que preocuparte, si quieres conservalo, no hay problema.

La joven miró de reojo el pañuelo.

— Gracias.

— De nada.

— Oye … ammm… ¿De casualidad eres algo de Imaushi? Es que ese color de ojos, no es muy común que digamos. Y mi familia en estos momentos esta cenando con ellos.

— Si, soy el segundo hijo ..entonces, tú eres de los McGoneglyt.

Ella asintió .

— Mi papá había mencionado que los McGoneglyt eran de raíces africanas … eres muy bonita — Abel sonrió, y para Diane no fue difícil enamorarse de ese lindo chico .

— Muchas gracias — Responde con un sonrojo. — Soy Diane McGoneglyt.

— Abel, Abel Imaushi. Y bueno, creo que te veré allá, desde que llegué me vine para acá, y mis padres enfureceran … te veo en la mesa, Diane.

McGoneglyt lo mira caminar, la silueta de Abel es demasiado atractiva, e hizo el corazón de Diane bombear con fuerza, y no sólo eso , ella queda fascinada. Hasta llegó a creer que despertó en él algo.

Toma el pañuelo con sus manos, ese pañuelo negro con bordes azules, y que tenían escrito Abel I. Ya que Haylen siempre mandaba a hacer la ropa de su familia, con bordes a sus colores favoritos.

Diane suspira en alto, y siente como volvía a la vida.

— Ese chico, en verdad me gustó.













~Muchas gracias por quienes siguen con nosotras en esta historia, espero y esté siendo hasta el momento de su enorme agrado y buscamos crear entretenimiento para todos ustedes 🫶🏿

𝕮𝖔𝖓𝖙𝖗𝖆𝖉𝖎𝖈𝖈𝖎𝖔𝖓𝖊𝖘 𝟮 // 𝑻𝒐𝒌𝒚𝒐 𝒓𝒆𝒗𝒆𝒏𝒈𝒆𝒓𝒔 𝒙 𝑶𝒄Donde viven las historias. Descúbrelo ahora