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Minho

Christopher no está a mi lado a la mañana siguiente. Me giré y estudié la habitación. Su cama está vacía. No parecería como si hubiera dormido en ella y no lo recuerdo saliendo de la mía.

Lo que recuerdo es despertar a las seis de la mañana y encontrar el brazo de Chan rodeándome apretadamente.

Después me volví a dormir, así que debió haberse ido en algún momento después de eso.

Suena estúpido, pero estoy aliviado. No estoy seguro de qué habría dicho si me despertaba encontrándonos acurrucados.

Según el despertador, son casi las once y media. El comedor deja de servir el desayuno a las once. Me quedé dormido, pero esta bien. Es nuestro día libre así que no me necesitan en el hielo.

Por otro lado... es *nuestro* día libre. Eso significa horas y horas de tiempo libre. Tiempo que pasaré con Christopher. Con quien tuve sexo anoche.

Aunque no sentí nada diferente. Me besé con un chico anoche... ¿No debería sentirme diferente?

¿Sentirte gay, quieres decir?

Una risa burbujea en mi garganta. ¿Uno se siente gay?

Y, maldita sea, estoy desconcertado al descubrir que tengo una erección y es más que solo un caso de erección mañanera.

Es una erección Christopher, resultado de pensar en nosotros jugando.

Yo... creo qué tal vez quiero hacerlo otra vez. ¿Y que tan malo es eso?

Había estado completamente preparado para ver lo de anoche como un experimento, una prueba. No había esperado que pasara la cosa más alucinante.

De repente, la puerta se abre y Christopher entra penosamente, con la cara roja y respirando con dificultad.

Está con su ropa de correr, el frente de su camiseta sin mangas empapado en sudor. Se la quita de su musculoso pecho y la tira a un lado.

—Hace mucho calor afuera— murmura sin mirarme.

Va a hacer las cosas raras. Ni siquiera puede mirarme a los ojos.

—¿Por que no me despertaste?— pregunto —Habría ido a correr contigo—
Se encoge de hombros.
—Pensé en dejarte dormi—

Se quita las zapatillas y los calcetines, después se saca sus pantalones cortos.

Ahora está desnudo. Y yo estoy más excitado.

Aún sigue apartando la mirada, así que no tiene idea de que estoy admirando sus músculos esculpidos y la tinta negra alrededor de sus bíceps.

Me doy cuenta de que es la primera vez que he visto desnudo a la luz del día y su piel brilla a la luz del sol que traspasa las cortinas.

Es todo músculos.

Y todas esas preguntas que me hice anoche,
¿Estoy realmente atraído por él? ¿Me gustaría si lo hiciéramos otra vez? ¿Estoy completamente loco?, ahora se sus respuestas. Si, si y tal vez.

Pero no había esperado despertar con más preguntas.

Salgo de la cama y noto que ahora está haciendo un esfuerzo aún mayor para no mirarme. Porque... si, también estoy desnudo.

Nos quedamos dormidos desnudos. En brazos del otro.

Me da la espalda mientras busca algo de ropa.
—Chan— susurro.
No reacciona. Toma un pantalón deportivo azul del cajón de arriba y se lo pone.
—Chan.—

-MINHO- Minchan Donde viven las historias. Descúbrelo ahora