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MINHO

Creí que tenía el sexo dominado. Pero todas las veces que lo hice, mi trasero nunca fue parte del asunto.

Justo ahora, es el asunto.

Porque a pesar de que la boca de Chan engulle mi pene como si intentara tragarme entero, la excitación rondando en mi sangre está concentrada solamente en la presión entre mis nalgas. Es una buena presión. Un ligero ardor que se convierte en un torrente de placer cada vez que golpea ese punto dentro de mi.

Me está destruyendo. Está trayendo a la vida terminaciones nerviosas que no sabía que existían. Es desconocido. Es nuevo. Una experiencia que es un millón de veces más excitante.

—...tan bueno— me ahogo — dios, no pares... bebé— me llamó así antes y lo estoy probando ahora. Se siente raro. Tan raro como las nuevas sensaciones atravesándome y hormigueando en donde él está tocando.

No estaba seguro de que esto me fuera a gustar, pero lo hace, realmente lo hace. Cuando el aro de su lengua raspa la parte inferior de mi pene, tiemblo, mi respiración se detiene.

Su dedo se mete dentro de mi, y me pregunto como se sentirá si mete otro. O si usara otra cosa en lugar de su dedo...

De pronto, pienso en la porno que miré, los gemidos roncos que estaba siendo follado, y el recuerdo sucio me ace apretarme más duro alrededor de Chan.

Él levanta la mirada de golpe.

Inquietud ronda mi estómago cuando encuentro sus ojos. La lujuria lo ha oscurecido.
—¿Por qué te detuviste?— trago —¿Vas a... metérmela ahora?—

La pregunta me trae una sacudida de pánico. Aunque era tan caliente mirarlo en una pantalla, no creo estar listo para experimentar eso aún. No estoy seguro de estar listo alguna vez.

—No— se apresura a asegurarme, su rostro se suaviza cuando ve mi rostro —No a menos que tú quieras—
—Yo...— muerdo mi labio —Yo... no lo sé. Quizás la próxima vez.— ¿Quizás la próxima vez? Dios! Cuando me pongo gay, en verdad me pongo gay.

Los labios de Chan tiemblan.
—Voy a agendar eso—
Me estremezco con una sonrisa.
—¿Entonces por qué te detuviste?—
—Solo quería hacer esto— dice con voz ronca, y luego se desliza hacia arriba y roza su boca con la mía.

El beso va de dulce a caliente en cuestión de segundos. Su lengua llena mi boca con golpes profundos que me hacen jadear. Estoy ansioso por más, desesperado por eso, pero él se ha ido otra vez antes que pueda parpadear, arrastrándose entre mis piernas.

Su dedo se desliza dentro de mi, le doy la bienvenida. Lo anhelo. Bin lame una línea desde la punta de mi pene hasta mis testículos adoloridod, burlándose del delicado saco mientras su dedo juega conmigo. Cuando intento empujarme contra él, se retira, una risa cae sobre mi pene.

Dios, no puedo soportarlo más. Necesito venirme antes de explotar.
—Deja de burlarte de mí— gruño —dame lo que quiero—
El aro de su lengua se burla de mí.
—Si, ¿Y que es lo que quieres, bebé?—
—Que me la chupes hasta dejarme seco—

Bang empuja su dedo más profundo, frotando ese punto que me hace ver las estrellas. ¿Por qué nadie me dijo que ese lugar era alguna especia de zona mágica del placer?

—Dímelo de una buena manera y lo consideraré— sonríe
Entrecierro mis ojos.
—¡Hazme venir de una vez!—

Su risa hace que mi corazón vuele. Lo es la cosa más confusa de todas, porque le añade al sexo un elemento que no esperaba.

Estoy cómodo con él. Me divierto con él. No estoy intentando impresionar a nadie. Es... fácil. Al igual que chapotear en el lago. Pero con un orgasmo.

-MINHO- Minchan Donde viven las historias. Descúbrelo ahora