II. Y llegó antes de lo esperado.

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— Takahashi, entrarás a jugar. —anunció Blain mientras miraba algo en su tabla— Ve a calentar con los demás.

El menor se quedó unos segundos parado intentando procesar lo que el entrenador le había dicho, ¿en serio iba a jugar? ¿Sería parte del equipo principal? No sé lo creía, aún llevaba poco de haberse incorporado... quizás y solo sería un momento, ¿o jugaría durante todos los sets? Su cabeza se convirtió en un revoltijo.

— ¡Ran, debes calentar! —Otsuka lo empujó para guiarlo hasta donde los demás jugadores estaban— El partido está por comenzar así que apresúrate, ¡Mucha suerte! Lo harás muy bien.

— Estoy nervioso, Tatsu. —se sinceró con el otro, podía decirse que ya era su amigo, pues se volvieron inseparables desde el día en que llegó— ¿y si no lo hago bien? ¿Qué tal si perdemos por mi culpa? ¡No, eso no puede pasar!

— Ran, cálmate...

— ¿Y si me equivoco en todos todos los saques? El entrenador verá que no soy bueno y... —ignoró al otro.

— Estás siendo muy exagerado. —le dijo el mayor— Todo saldrá bien, solo deb-

— ¡No quiero que pierdan por mi culpa! Yo quiero estar aq-

— ¡Cálmate! —un pequeño golpe hizo que los demás voltearan hasta donde los otros dos estaban.

— ¡¿Me acabas de dar una cachetada?! —ahora parecía molesto, Otsuka solo se encogió de hombros.

— Ni siquiera fue fuerte. —le hizo sentarse en el suelo— Y sí, perdón por golpearte, pero no te callabas y me desesperé. Ahora deja de pensar en todo eso y mejor prepárate.

Y lo dejo ahí, cerca de quienes serían los titulares. Sus ojos se encontraron durante unos segundos con los del capitán y evitó su mirada, desde su primer encuentro se sentía raro estando cerca de él. No se habían vuelto tan cercanos pero mínimo ya compartían algo más que un hola, su relación estaría en mejores términos si él no se estuviese escondiendo cada que se encontraban.

¿Qué tal si pensaba que era un mal educado? No, él no quería dejar esa mala impresión con la persona que más admiraba en el mundo, de quien le hizo enamorarse del voleibol.

Vamos Ran, no pasa nada... no seas grosero y ve a saludarlo, bueno, a los demás también... Se dio ánimos.

Después de unos segundos se armó de valor y troto para acercarse al mayor, quien conversaba con Naonobu. Yuki observó al menor ir hasta donde estaba y no pudo evitar sonreír. Cada que miraba a Ran, algo dentro de él le hacía querer estar cerca y cuidarlo, el menor se miraba tan indefenso ante el mundo.

— ¿Me estás escuchando, Ishikawa? —la voz de Fujii lo regresó a la realidad.

— ¿Qué? Ah, claro... —llevó una de sus manos a su cabeza para revolver sus cabellos, ahora se sentía apenado— Lo siento, estaba observando algo.

— ¿Algo o a alguien? —el mayor se cruzó de brazos, también llevando su vista en la misma dirección— ¿En serio?

Ishikawa se sintió nervioso, él no quería verse como un acosador, pero por más que lo evitara, siempre terminaba mirando a Ran. Miro a otro lado, esperando a que Fujii dijera algo, aunque antes de eso, el menor ya se encontraba a su lado.

— Ishikawa-san, Fuji-san... oh, hola. —Takahashi hizo una reverencia, siendo imitada por los dos mencionados— Es un gran honor para mí poder jugar con ustedes, les prometo que daré lo mejor y ayudaré en lo que pueda para ganar.

— Ya veo... —Naonobu susurró y miró de reojo a Yuki— Así que se trata de ti.

— ¿Perdón? —Ran estaba confundido ante ese repentino comentario.

MI CAPITÁN : YUKIRANDonde viven las historias. Descúbrelo ahora