El reflejo del cuervo || Tomioka Giyuu X Oc

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"𝘼 𝙥𝙚𝙨𝙖𝙧 𝙙𝙚 𝙨𝙚𝙧 𝙨𝙤𝙘𝙞𝙖𝙗𝙡𝙚𝙨 𝙥𝙤𝙧 𝙣𝙖𝙩𝙪𝙧𝙖𝙡𝙚𝙯𝙖, 𝙡𝙤𝙨 𝙘𝙪𝙚𝙧𝙫𝙤𝙨 𝙩𝙖𝙢𝙗𝙞𝙚𝙣 𝙨𝙤𝙣 𝙙𝙚𝙨𝙘𝙤𝙣𝙛𝙞𝙖𝙙𝙤𝙨, 𝙥𝙚𝙧𝙤 𝙥𝙪𝙚𝙙𝙚 𝙨𝙚𝙧 𝙦𝙪𝙚 𝙨𝙞 𝙡𝙤 𝙞𝙣𝙩𝙚𝙣𝙩𝙖𝙨, 𝙥𝙪𝙚𝙙𝙖𝙨 𝙜𝙖𝙣𝙖𝙧𝙩𝙚 𝙨𝙪 𝙘𝙤𝙣𝙛𝙞𝙖𝙣𝙯𝙖 𝙖 𝙩𝙧𝙖𝙫𝙚́𝙨 𝙙𝙚 𝙜𝙤𝙡𝙤𝙨𝙞𝙣𝙖𝙨 "

Noches y días habían pasado, cada uno de ellos llenos de entrenamientos y esfuerzos por parte de la pequeña albina, sin ningún tipo de descanso de por medio.

Pues después de todo.

La selección final estaba a un par de días de llegar.

-¡Auch! -se escucho un quejido en medio de esa silenciosa habitación.

Era shiroi, quien se encontraba incada en aquel tradicional piso japonés, esperando a que,Kio, la empleada de su maestro terminara de teñir su cabello.

Kio era una joven de cabellos negros, con un corte que le llegaba arriba de los hombros su piel era pálida y tenía unos ojos de color verde que casi llegaban a ser medianamente grises, desde muy pequeña ella había sido criada para servirle a la familia karasu, así como sus antepasados lo habían hecho alguna vez.

-¡Lo siento mucho señorita! Trataré de ser más cuidadosa- se disculpó la peli negra.

Aunque no lo pareciera el proceso de teñirse el pelo era más que doloroso para la menor, pues desde muy pequeña la habían obligado a teñirse múltiples veces,dejándole así un cuero cabelludo muy sensible y fácil de lastimar.

-No tienes que disculparte, Kio, soy yo quien debería de soportar este pequeño dolor.- dijo la menor con una sutil tristeza plasmada en su rostro.

Una mueca de disgusto se colocó en el suave rostro de la mujer al oír aquellas palabras, pues aunque ella no tenía el control de la pequeña niña, no podía dejar de sentirse mal por aquellos duros tratos que la albina recibía.

-Se que no tengo permitido decirlo señorita, pero no me agrada que usted piense de esa forma- reclamo Kio.

-Yo creo que, más que un pensamiento es una verdad - respondió Shiro dejando aquel silencio flotando en el ambiente nuevamente, mientras observaba su brazo derecho vendado y adolorido, descansar en su regazo. -Si soy capaz de soportar el golpe de una katana, también debería ser capaz de soportar un simple estirón de cabellos- sentencio.

-Puedo comprender porque lo dice señorita, pero me es imposible ignorar lo muy dura que es usted consigo misma, incluso el señor Masaru le pide constantemente que mejore sus habilidades, usted sabe que el entrenamiento que tiene es del nivel básico de un pilar ¿no es así? - cuestionó la joven mujer preocupada.

-Kio, soy conciente del nivel de entrenamiento que tengo,el pilar del cuervo ha puesto mucha dedicación y tiempo en mi, es por eso que debería entrenar con mayor esfuerzo, para poder cumplir con sus expectativas - expreso Shiroi, con una voz determinada.

La mayor tenía muchas cosas que decir, Kio, estaba todo el tiempo pensando en Shiroi y en como ella se esforzaba constantemente para llenar el vacío de Masaru.

Un vacío muy grande, para una persona tan pequeña.

Para kio, Shiroi había sido un cuervo con mucha mala suerte.

Un pequeño cuervo que habia sido encadenado antes de tan siquiera aprender a volar.

Mas sin embargo tambien tenia que recordar que ella no era mas que una empleada.