𝐌𝐢𝐧𝐞𝐜𝐫𝐚𝐟𝐭 𝐄𝐱𝐭𝐫𝐞𝐦𝐨 || (𝑻𝒆𝒂𝒎 𝑽𝒂𝒄𝒊́𝒐 𝑳𝒆𝒈𝒂𝒍 𝑿 𝑻𝒖́)

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𝑻𝒉𝒊𝒓𝒅 𝒑𝒆𝒓𝒔𝒐𝒏.

La lluvia paro pasando las horas, pero el frío rocío de la suave neblina generó que las gotas de agua rodarán por las hojas y en el interior de la base perteneciente al equipo que no dudo en acoger a nuestra protagonista, por fin después del gran desahogo, la mujer había caído rendida en el sofá de la casa.

Por el ambiente algo frío de la casa, la de cabellos naranjas se había acercado hasta ella tomando una manta de los extremos de la tela, con cautela la colocó en la chica quien con las mejillas y nariz roja, tomaba un descanso después de la fuerte tormenta que tuvo que afrontar sola.

Cada uno de los presentes no podían evitar verla dormir, tan pacífica y tranquila a comparación de la fachada de fortaleza y seguridad que comúnmente mostraba. No podían evitar preguntarse cómo es que el Team Vació fueron tan estúpidos como para cambiarla.

—Solo dinos y vamos a matarla.— la voz del híbrido conejo rompió el ambiente calmado que abundaba en la habitación, observando a Farfa quien busco la mirada de su compañera española.

Los ojos de Nia observaban a la joven chica durmiente, estando de cuclillas a su costado aparto el cabello semiseco de su rostro con el cuidado de una madre a su pequeña hija.

—Aunque queramos no sabemos si tiene la protección del equipo de ______... Bueno, ex equipo.— se aclaró a si misma mientras se ponía de pie para observar a sus compañeros— Además Shadoune y Spreen son un gran problema, no por nada son los villanos de este mundo.—

—Matan a quién se les plazca.— murmuró el pingüino para luego ver al de sudadera de dinosaurio y cabellos albinos— Tú no lograrías hacerles tanto frente, Conter.—

—Jacky tiene razón; lastimosamente nos veremos en la necesidad de dejar pasar este hecho mientras apoyamos a ______.— el ente de época medieval habló cruzándose de brazos.

—¡¿Qué se quede?! ¡Acabamos de terminar la habitación de Likoú, no quiero más trabajo!.— exclamó molesto el híbrido pingüino, aunque a su lado el conejo tomo impulso y soltó un fuerte zape en la cabeza del mismo— ¡Auch!.—

—Empezaremos con la construcción mañana guarro y así podés descansar.— lo último fue una burla clara por parte de la de cabellos anaranjados— Que duerma en mi habitación esta noche y las que sigue en las que está su habitación.—

—Imagino que vas a dormir en el sillón.— indico el de ojos cristalinos como el hielo, pero la mujer negó con la cabeza.

—Iré a coger un par de cosas a nuestra cueva, como la horda ya pasó no tendré problemas.— explicó mirando algunas cosas de su reloj— Bueno... ¿Quién me ayuda llevando a la bella durmiente a mi habitación?.—

Los brazos de todos se elevaron en respuesta, cosa que los hizo mirarse unos a otros desconcertados, hasta que un suspiro y los pasos descender por las escaleras tomaron la atención de los presentes.

—Yo te ayudaré.— Cellbit quien termino de darse una ducha para evitar enfermarse se acerco a los presentes— Y así nos evitamos una tercera guerra mundial.—

—Para eso está Rusia y Ucrania, pero me parece bien.— asintió gustosa la mujer— Que bueno que te la llevas tú, ha de pesar un buen la chavala.—

Con delicadeza tomo las rodillas y espalda de la chica cargándola al estilo nupcial, apreciando como su rostro de serenidad indicaba que profundizaba en sus sueños, ya que el cansancio la hacia caer en el pozo de Morfeo.

_"No, ella no pesa. Es como una pluma suave, delicada y ligera."_

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