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¿Alguna vez le prometiste algo a alguien sabiendo que no volverías a verlo jamás solo para que no llorara en ese momento? La intención de Hyunjin con el pequeño Felix jamás fue esa, sin embargo así lo pareció.
Luego de aquella noche de risas y coqueteos poco discretos, Minho no volvió a saber nada de Hyunjin, Yeji retomó su trabajo al día siguiente con mejor salud y explicándole a Lee como sucedieron las cosas. Cada uno regresó a la normalidad y Felix siguió actuando cómodamente con su niñera, con eso era más que suficiente.
No fue hasta dos semanas después que Felix preguntó por el hermano de su niñera y Yeji se tensó un poco.
—Ya vendrá luego, Lix. Hyunjin ahora está muy ocupado —Excusó la chica. Pero Minho no supo cómo interpretar sus labios fruncidos.
Fueron siete largos días más en los que Yeji siguió posponiendo la aparición de Hyunjin y tanto Felix como Minho se impacientaban cada vez más.
—Señor, ¿Puedo hablar con usted? —Pidió Yeji una vez recostó a Felix ya dormido en su cama, se veía algo nerviosa así que Minho asintió lentamente.
—¿Qué pasa Yeji?
La mencionada se mordió el labio inferior nerviosa. Realmente no quería hacerlo pero era algo que no estaba en sus manos decidir.
—Es sobre el trabajo —Inició a explicar, el mayor solo prestaba atención sin interrumpir poniendo más nerviosa a Hwang. —No podré seguir cuidando de Félix después de esta semana.
Minho parpadeó varías veces sin intentar ocultar la sorpresa.
—¿Por qué no?
—Mis vacaciones en la universidad terminan y tengo que reincorporarme a clases.
—Mhm —Lee asintió comprensivo, él ya sabía que Yeji seguía estudiando, pero no esperaba que fuera tan pronto. —Está bien Yeji, no te preocupes, buscaré alguna solución rápida.
Yeji asintió.
—Gracias señor, la verdad es una pena, adoro pasar tiempo con Lix, es un buen niño.
El castaño sonrió de lado ante las palabras de Yeji, le había tomado aprecio a la muchacha en ese poco tiempo en que trabajó para él y cuidó de su tesoro más preciado quien ahora dormía como un angelito en su cama.
—Te agradezco toda la atención y comprensión que le diste a mi hijo, Yeji. Gracias a ti Felix se adaptó más rápido a esta casa y aprendió nuevas cosas, siempre serás bienvenida en nuestro hogar —Se sinceró el mayor. Yeji le sonrió de vuelta y agradeció el gesto prometiendo regresar a ver Felix ocasionalmente una vez dejara de trabajar allí, pero Minho entonces tuvo otra idea —Yeji —La llamó una vez estuvieron en la sala. —¿Hyunjin sigue disponible?
Yeji arqueó una ceja sorprendida ante la pregunta del mayor y Minho se dió cuenta de la doble intención en sus palabras y el rojo se adueñó de sus mejillas.