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Había llegado el momento de la salida, haciendo que Sunghoon estuviera nervioso al no poder crear ninguna excusa conveniente para poder zafarse de lo que se vendría

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Había llegado el momento de la salida, haciendo que Sunghoon estuviera nervioso al no poder crear ninguna excusa conveniente para poder zafarse de lo que se vendría. ¿Podría ser malo dejarlo entrar en su hogar? Solo tendría que asegurarse que la interacción de Taesan y Heeseung fueran limitadas, ni siquiera tendrían que encontrarse porque su hijo debería de estar acostado a punto de dormir y su niñera debería de marcharse en cualquier momento.

El camino fue silencioso e incómodo, solo intercambiando un par de palabras al dictar la dirección de donde tendrían que ir. Cada semáforo parecía durar una eternidad, la tensión era palpable y ambos sentían el impulso de decir algo, pero nada parecía lo suficientemente bueno o conveniente para iniciar una conversación.

Para cuando Heeseung aparcó el automóvil donde le indicó Sunghoon, apenas quitó el seguro a las puertas cuando salió disparado hacía afuera y caminó por el pequeño patio con paso nervioso. La presencia que se hizo presente detrás suyo solo lo hizo trastabillar y trató de calmarse, sacando las llaves de su bolsa para abrir la puerta.

— ¿Wendy? ¡Ya llegué! — Habló cuando no vió a la muchacha que le hacía el favor de cuidar a su hijo en esos días. — Puedes dejar tus cosas aqui y pasar a la sala, ahora vuelvo.

Heeseung asintió mientras lo veía desaparecer por uno de los pasillos; dejó su abrigo en el perchero y apreció las fotos de Sunghoon con un niño, haciéndolo sentir raro. ¿Había hecho su vida nuevamente y ahora tenía una familia? No sabía porqué se sorprendia, intutía que su vida fuera del trabajo era próspera por todas aquellas veces cuando iba a buscarlo y se encontraba con su oficina cerrada, preguntándose a donde había ido. Pero imaginarlo con otra persona y formando una familia... Sí, se sentía como un mal sueño porque era la vida que había anhelado a su lado.

Pero Sunghoon probablemente no lo había
hecho, no a su lado.

Espantó aquellos viejos pensamientos que
seguían atormentándole y se dispuso a
dirigirse a la sala como le fue indicado,
observando que las fotos familiares seguían
apareciendo, de diversos tamaños y marcos
coloridos. La imagen de aquel niño estaba
por todas partes y en diversas edades, desde recién nacido hasta donde suponía como se encontraba en la actualidad, siendo todo un hombrecillo valiente posando para la cámara. Sonrió ante una fotografia donde Sunghoon lo cargaba y él hacía un mal gesto de querer alejarse, y en la siguiente los dos sonreía a la cámara mientras pegaban sus mejillas.

— Perdón, ahora si podemos empezar a
trabajar. ¿Algo que te pueda ofrecer de beber o alguna merienda? Tengo galletas, barritas, jugo de naranja y limonada, no sé si quieras algo más... — Cuestionó apareciendo detrás suyo, ignorando el hecho que se sentía observado al encontrarlo viendo sus fotos con su hijo.

— ¿Y qué tal mejor solo un vaso de agua?
Estoy algo sediento. — Sonrió mientras se
aclaraba la garganta.

— Claro, puedes ponerte cómodo mientras
traigo el agua. — Tan pronto como apareció se fue por el pasillo, dejándolo nuevamente solo.

⿻  𝐋ove 𝐍ever 𝐅elt 𝐒o 𝐆ood  𝇁𝇃𝇂  𝐇𝗲𝗲𝗵𝗼𝗼𝗻 ‹𝟹 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora