Segundo capitulo

50 9 11
                                    

Lisel, o lis como la llamaban, fue criada de una manera muy particular para la época.

Mientras que a las otras chicas le enseñaban a cocinar, coser o limpiar, a ella le enseñaban a montar a caballo, a disparar, a pescar y un montón de cosas más que para la época dejaba boca abierta a cualquier mujer tradicional.

Pero también le gustaban otras cosas que para la época eran más normales, como postales, coleccionar fotos de celebridades de Hollywood, el cine, la fotografía, andar en bicicleta y muchas cosas más.

Tan bien le enseñaron a tener su propia opinión de cosas que eran tabú, como la religión, sexo, homosexualidad, etc. Tan bien le doy información de cosas que para la época no era brindada a las niñas, como de dónde vienen los bebes.

Por culpa de esa crianza tubo muchos problemas con diferentes personas mientras crecía, y el más grande paso cuando tenía apenas 8 años.

Un día en la escuela, en una clase de religión, le preguntaron que era dios para ellos, mientras que la mayoría de los niños contestaban cosas como que era un padre para ellos, ella respondió que dios no existe y que la iglesia lo había inventado para controlar la vida de las personas, cuando la monja la escucho, la saco del aula y le pego con una regla con tanta fuerza que se rompió a la mitad y se desmallo, rápidamente llamaron a la casa de ella y vino rápidamente Milan, y rápidamente la llevo al hospital y le tuvieron que coser 12 puntos.

Los médicos mientras que le cosían los puntos descubrieron algo increíble, por un tema de que se les había acabado la anestesia, decidieron coserle sin anestesia ya que era urgente que le hagan esa intervención. Pero Lisel envés de gritar o llorar como hacían otros pacientes se quedo tranquila mientras la aguja le pinchaba la piel, los médicos decidieron hacer una prueba, le quemaron el brazo con será y otra vez Lisel no se movía y se quedaba tranquila. Los médicos determinaron que tenía insensibilidad congénita al dolor, un síndrome muy raro. Le dijeron a Milan que le revisen seguido la temperatura y que tenían que ir al doctor una vez al mes para que la revisen y viera si tenia alguna enfermedad, porque al no sentir dolor no podía saber si estaba enferma o no.

Por culpa de ese síndrome, Lisel paso el mayor tiempo de su infancia en el doctor y con un termómetro en su boca.

Volviendo a que le había pegado la monja a Lisel.        

Cuando su madre la vio casi se desmalla, cuando fue al otro día a hablar con la directora del colegio, la directora le empezó a decir que había criado de mala manera y que adoraban al diablo, Margot casi le pega un sopapo a la directora y la terminaron echando.

Al día siguiente fue a una escuela Montessori atea, pero ese día el director llego tarde porque lo habían detenido por exceso de velocidad y tuvo que ir a la comisaria para pagar una suma considerable de dinero, era junio, y el sol de ese día hizo que su piel se tiñera de un leve color moreno, la inscribió y después que se recuperó de sus heridas empezó a ir.

Su mama después a forma de disculpa la llevo de viaje ese verano a Londres por un mes entero. Ese sería el viaje más largo que iso en su juventud, después iría a otros lugares como Francia, Bruselas, Roma y Madrid, donde siempre se deslumbraba al ver la arquitectura y las pinturas de las ciudades que visitaba.

  En la escuela conoció a un chico llamado Oliver Klein, un chico que, junto a su familia, conformada por su madre, padre y su hermana Carlota, habían logrado huir de Alemania después que reportaran a su abuelo a Dachau.

  Empezaron a pasar mucho tiempo, al tal punto que las personas empezaron a pensar que salían. 

Iban mucho a una iglesia que estaba abandonada, y ya que había muchas personas siempre a sus alrededores, procuraban hablar en ese lugar en español porque poca gente comprendían esa lengua en la ciudad.

Pero para ir a la iglesia tenían que hacer un camino más largo porque no querían ver a la señora Bosman, que una vez, cuando estaban caminando al frente de su casa, Oliver se tropezó y daño las rosas que tenía en sus canteros, desde ese momento la señora no los quiere ver ni en pintura y cada vez que pasean en bicicleta la señora los insultan hasta en griego.

Esto es un problema porque cada vez que quieren comprar helado en la heladería que a ellos les gustaba o quieren ir a la biblioteca pública, tienen que recorrer un camino de 40 minutos para no verla a la señora.

También se divertían robando manzanas a un granjero a las afueras de la ciudad, iban en sus bicis y siendo lo más silenciosos posibles, entraban a la plantación y llenaban una bolsa que siempre tenía Lisel. Una vez el granjero atrapo a Oliver y le pego con un palo de madera, por suerte logro escapar antes que le hiciera un moretón.

Lisel no se juntaba solo con Oliver, también se juntaba con su mejor amiga, Lisa Braun, que era de descendencia alemana. Se conocieron en el colegio privado, eran tan amigas que cuando Lisel se fue del colegio privado, ella les rogo a sus padres para que a ella también la cambiaran de escuela, después de mucho papeleo lo logro y empezó a ir a la escuela con ella.

Con ella hacia planes más tranquilos como ir al cine, sacar fotos, montar a caballo, leer libros, salir a comer en restaurantes y muchas cosas, en estos lugares eran amigas de los que trabajaban, incluso eran amigas de los dueños, una vez ellas habían planeado seducir al hijo del dueño del cine, que tenía 15 años, para así nunca más tendrían que pagar entradas.

También paseaban mucho en bici por todo Ámsterdam e iban al campo y juagaban como si fueran niñas.

Lisa también se juntaba con Oliver e iban los tres a la casa de Lisa a escuchar la radio, porque tenia una hermosa radio que había sido de un tío de ella.

También los tres iban al canal Singel en medio de la noche y se metían y nadaban durante horas. Un día mientras nadaban, Oliver le dijo a Lisel y Lisa que, si el moría que lo debían quemar y lanzar sus cenizas a ese lago, algo que las dos chicas accedieron.         

  Estos serian los mejores años de su vida y donde más cosas vivió y aprendió. Lo que nunca se imagino fue que un hombre con un bigote de menos de 30 cm arruinaría su vida para siempre.


HaseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora