Hase

quinto capitulo

La primera tarea que le pidió Ria fue sacarle información a un hombre que había matado a más de 700 personas que eran miembros de la resistencia de Bruselas, esas personas querían llevar a un grupo de 20 niños que los iba a llevar a Suiza.

Lo que querían el grupo de Ria era llevar a esos niños a Holanda, y hay con documentación falsa los iba a llevar a Inglaterra con familias adoptivas. Y para eso necesitaban saber cuándos soldados había en Bruselas para saber cuál era el nivel de riesgo.

Cuando le informaron que estaba en la ciudad e iba a ir a la fiesta de un empresario muy importante de Holanda llamado Karel Van Ginkel, le insistió y le insistió a su madre para que vaya hasta que por fin acepto y empezaron a preparar todo para ir.

Las únicas palabras que le habían dicho de él era que era un narcisista, que tenía 19 años, que le gustaban las esmeraldas, fanático de como vestían las reinas de Europa y que le gustaban mucho las mujeres. Y no le habían dicho ni su nombre.

Por eso decidió vestir con un vestido verde esmeralda que su madre le había comprado en Paris, con tirantes y muy pegado al cuerpo, lo acompaño con un chal de piel de león blanco, un collar de esmeralda, unos pendientes también de esmeralda y mando a hacer una réplica de una corona de esmeralda que había usado la reina Victoria de Reino unido, uso mucho maquillaje, peinar su larga melena en ondas y, por último, se puso unos tacones verdes que estaban hechos de tela de seda.

 Cuando la vio, su madre le dio un beso en la frente como forma de aceptación.

-te ves como una princesa-dijo Milan escoltándola al auto.

Llegaron pronto al lugar de la fiesta, Diederick y Liz se quedaron mirando como tontos el lugar, el lugar donde se hacia la fiesta parecía un palacio griego, el piso era de mármol, las paredes eran de madera de roble, las copas eran del cristal más fino de Francia, los manteles eran de seda, los centros de mesa tenían forma de dioses griegos, también había un candelabro hecho de diamante, había caviar y pescados más exclusivos de ese momento y había chocolates suizos.

La razón de tanto lujo era porque a esa fiesta iba a asistir el mismísimo Heinrich Himmler y su familia y el señor Van Ginkel quería que Heinrich Himmler le diera 500 trabajadores para su nueva empresa.

La madre de Liz le presento a varias personas, entre ellas, Gudrun Himmler, que le despertó cierta simpatía, aunque sabía que su padre era un asesino.

Liz estaba comiendo trufas cuando Gudrun la llamo para que conozca a un tal Rudolf Braun.

-quien es el-dijo Liz sorprendiéndose de lo emocionada que estaba Gudrun.

-es un soldado que logro en menos de una semana reducir a el 80% de la resistencia belga, no es increíble-dijo Gudrun muy emocionada.

- ¿Cómo logro reducir la resistencia? ¿o no sabes cómo izo? -dijo Liz.

-no sé, mi me dijo que tuvo que matar a varias personas, Igual ellos se lo merecían-dijo Gudrun.

Cuando escucho eso, ella sabía que era el soldado que le habían dicho, así que acompaño a Gudrun que la llevo en frente de un chico alto, rubio, con ojos azules y con cejas pronunciadas y hermosas.

-señor Braun, ella es Lisel Cruyff-dijo Gudrun intentando impresionar al soldado.

-señorita Cruyff-dijo el soldado besando su mano.

-un placer conocerlo-dijo Liz intentando hacer un sonrisa lo más creíble posible.

-señorita Cruyff, donde consiguió ese vestido tan lindo y esas joyas, se ven hermosas en ti-dijo el soldado con una sonrisa seductora.