𝑆𝑢𝑖𝑐𝑖𝑑𝑖𝑜. (𝐾𝑦𝑚𝑎𝑛)

Cinco.

Hace unos días, estaba escuchando la radio (sí, es raro que lo haga, ya que tú sabes que no me gusta para nada, pero era tu radio, ¿qué más podía hacer con ella?), y los 10 minutos de escucharla mientras cocinaba para nuestras hijas, empezó a sonar tu canción favorita.

Mis ojos se llenaron de lágrimas, al igual que aquel día en el que vi tu cuerpo sin vida. Las niñas solamente me miraron y me preguntaron al unísono: "¿qué pasa papi?". ¿Cómo les explicaba que la razón de mi llanto era por una canción que hablaba de drogas pero que tú tanto amabas? Era algo estúpido. Algo tonto. Simplemente las miré y les dije: "supongo que es por las cebolla". Reí un poco, intentando tranquilizarlas, cosa que funcionó y finalmente me dejaron solo en la cocina.

Estaba solo. No pensaba. Fue tonto. Fue algo inmaduro.

Caí muy bajo.

Vi ese cuchillo con el que había cortado recientemente las verduras, e hice lo mismo en mi muñeca.

No pensé. No lo hice. Simplemente quería sentir físicamente lo que sentía emocionalmente.

Solo quiero que me perdones. Aunque yo no pueda hacer lo mismo contigo y tus acciones estúpidas. 

Bien, tengo que ir con las niñas. Te amo, adiós. 

28 de julio.