Five

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Después del encuentro con Seungcheol en la cafetería, Jihoon se siente abrumado por lo que acaba de suceder. Decide volver a su rutina, intentando concentrarse en sus estudios, pero no puede dejar de pensar en la conversación con Seungcheol. Se da cuenta de que, a pesar de todo lo que ha pasado, sigue sintiendo algo por él. Sin embargo, el miedo a volver a sufrir lo detiene.

En los días siguientes, Seungcheol comienza a mostrarle a Jihoon pequeños gestos cuidadosos, como enviarle mensajes de buenos días, recordarle comer algo antes de sus clases más largas, y preguntarle cómo está sin presionarlo a responder. Aunque Jihoon intenta ignorar estos gestos, no puede evitar sentir una calidez en su pecho cada vez que recibe uno de ellos.

Un día, Jihoon sale de una clase tarde en la noche y, al salir del edificio, se encuentra con Seungcheol esperando con un paraguas en la mano. Había empezado a llover, y Seungcheol sabía cuánto le gustaba a Jihoon el sonido de la lluvia, así que decidió estar allí para acompañarlo en su camino de regreso a casa.

—No tienes que hacer esto, —dice Jihoon, aunque su tono carece de la firmeza que pretendía.

—Lo sé, —responde Seungcheol suavemente, sosteniendo el paraguas sobre ambos—. Pero quiero hacerlo.

Mientras caminan juntos bajo la lluvia, la barrera emocional entre ellos comienza a desmoronarse poco a poco. Jihoon finalmente se permite sonreír, aunque solo sea un poco, y Seungcheol nota el cambio.

A lo largo de los días siguientes, Seungcheol continúa con estos gestos: un café caliente antes de una clase importante, un mensaje de apoyo antes de un examen difícil, o simplemente escuchando cuando Jihoon necesita desahogarse. Aunque no se lo dice directamente, Seungcheol está demostrando que sigue estando ahí para Jihoon, que aún lo cuida profundamente.

Finalmente, después de un día particularmente difícil para Jihoon, encuentra una pequeña nota en su mochila que simplemente dice: "Siempre estoy aquí para ti. –S.C." Es un gesto sencillo, pero que termina derrumbando la última de sus defensas. Jihoon se da cuenta de que, aunque le tomará tiempo, podría haber espacio para un nuevo comienzo entre ellos.

Después del gratificante encuentro bajo la lluvia, Jihoon se siente más conflictuado que nunca. No puede negar la persistencia de Seungcheol y la manera en que siempre encuentra la forma de estar presente, incluso en los momentos más pequeños.

La mañana siguiente, Jihoon recibe un mensaje de Seungcheol: "¿Llegaste bien a casa anoche?" Aunque no responde de inmediato, su corazón se acelera al ver el mensaje. Sabe que Seungcheol está intentando mostrar su preocupación de manera sutil, sin presionarlo.

Al salir de su clase, encontró en su escritorio una pequeña caja con su chocolate caliente favorito, aún humeante. La nota adjunta solo decía: "Para mantenerte cálido en días fríos. -SC". Jihoon no pudo evitar sonreír ante el detalle, aunque intentó no pensar demasiado en ello. Otro día, Jihoon se encuentra con una sorpresa en su casillero: un libro que había mencionado en una conversación casual con Seungcheol hace meses. En la portada, hay una pequeña nota adhesiva: "Pensé que te gustaría. –SC". Este gesto resuena profundamente en Jihoon, quien se da cuenta de que Seungcheol no solo lo escucha, sino que también recuerda los detalles más insignificantes.

Día tras día, Seungcheol seguía dejando pequeños post-its en lugares que Jihoon frecuentaba. En la puerta de su casillero encontró uno que decía:

"Recuerda que eres más fuerte de lo que piensas."

En la cafetería, otro decía:

"Este lugar no es el mismo sin tu risa."

Poco a poco, estos detalles empezaron a romper la barrera que Jihoon había construido. Un día, mientras estudiaba en la biblioteca, Seungcheol se acercó y, con una sonrisa tímida, le dejó un libro en la mesa.

Redención ; jicheolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora