Capitulo 4.

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-Aff, que sueño.

Digo mientras me estiro en la cama y abro los ojos para que ver la hora.

-Buenos días.

Merodea una dulce voz por el cuarto.

-Gi..gi, pero ¿como? ¿Que paso ayer/hoy?

-Digamos que fue la mejor noche de tu vida. Se podría decir así.

-Aunque no lo creas, lo ha sido. Pero tengo un problema.

-Dime amor.

-¿Que paso después que tomamos la botellas de vodka?

-Digamos que pasaron muchas cosas. Creeme, aun me duele.

Por mi mente pasaron muchas cosas. Lo primero que pensé fue en que tuvimos sexo. Lo segundo fue que ella se volvió loca y me violó. Lo tercero fue que nos seguimos besando hasta quedarnos dormidos.
Cualquiera de las tres pudiera ser, solo Geogertte sabe la respuesta.

-Vale, ¿Que hora es?

-9:37am, ¿Tienes algo que hacer?

-Si, pero no recuerdo bien. Creo que esa bebida me afectó mucho.

Se acerca muy despacio.-Creo que deberías de descansar un poco más. Yo me tengo que ir, tengo algunas cosas que hacer.

Culminó diciendo después de darme un beso en la frente.

-Es..ta bi..en.

Se paró, se vistio y se fue.

Me quede pensando, sobre lo que había ocurrido entre ayer y hoy. Todo parecía mentira, pero en un cierto modo era verdad.

-Creo que debería ir a casa, mama debe de estar preocupada.
Decía mientras me ponia los bóxer, calzetas, vaqueros y camiseta.

Una vez listo. Salgo de la habitación, camino por el pasillo, desciendo por las escaleras, abro la puerta y marco con una línea imaginaria un mapa hacia mi casa.

Es raro que una persona tan extraña como yo, se haya conseguido a una chica como aquella. Si nos ponen a los dos juntos, perfectamente se puede ver que somos diferentes, tanto física, como mentalmente.
Pero esa diferencia, nos une.

-Llegué.-Dije mientras giraba la perilla de la puerta.

-¿Donde rayos andabas?.-Preguntaba un poco furiosa mama.

-Recuerda que ayer era el cumpleaños de Mariano. Así que me decidí a ir allí, y pasar un rato con el. Pero parece que me tome mucho tiempo.

-Tu comida esta en el microondas. Me iré a un viaje de trabajo, así que vendré dentro de una semana. No inventes y cuidate mucho hijo.

-Vale, cuidate. Bendición. Y buena suerte.

-Dios te bendiga, gracias.

Llego un taxi, mama volteo. Me tiro un beso y entró.
Supe desde ese momento, que tenia que aprovechar una semana solo. Solo, significaba correr desnudo por la casa. Hacer reuniones, fiestas. Y otra loca cosa que se me ocurriera de momento.
Termine de entrar a la casa y me dirigí a la cocina, observe los deliciosos panqueques que me preparo mama.-Se fue y ya la extraño. JAJAJA.-Mi risa sarcástica sonó en toda la casa.-Mejor me voy a cepillar.

Subo las escaleras, camino por el pasillo y entro al baño. Cojo el cepillo, coloco un poco de pasta y empiezo mi limpieza matutina.

-¡Listo!

Le lanze una sonrisa al espejo, y vaya dientes. Relucían como nunca.

Salí de la habitación y baje hacia la cocina.

Nunca, pero siempre.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora