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No tenía mucho tiempo. Le costaría, tal vez la vida. Tomando las llaves de la oficina de Fyodor. Quien tuvo que salir a atender unos asuntos.

Sabía que si lo atrapaban, era hombre muerto. Corrio donde estaba Dazai. Lo vio con sus ojos cerrados, tal vez estaba dormido.

- hey, Dazai— pasó con cuidado la mano por su mejilla— despierta

-¿hmm...?

Abrió sus ojos y fue lo primero que vi, un joven y bello chico tratando de despertarlo con cuidado, con su mano en su mejilla.

Le trajo recuerdo como Chuuya lo despertaba los primeros días de casados.

- sigma...

- escucha yo

- shh, no digas nada...más...

El más alto sólo levantó un poco su cuerpo, así logrando alcanzar sus labios,era muy pequeños pero suaves.

Dudo si correspondería pero el final, lo hizo.

Era un lindo momento y sentimiento, hacia años ni besaba a nadie y hacerlo, ahora le toca el corazón que fue roto a lo largo de los años.

Se separó, mirando sus ojos claros. Que lindos ojos tiene y no lo negaba.

-¿ah...?— miro con confusión a Osamu— ¿porque...? Estás casado

- a este punto, el anillo no significa nada, al menos eso dejó Chuuya muy en claro...

- Dios...

Dejó de penar las cosas, tomó las muñecas encadenadas de Osamu. Poniendo la llave y abriendo las cadenas. Liberándolo.

— ¿porque hiciste eso? Pensé que trabajas para Fyodor...

— si pero, no puedo más

— no entiendo

— no puedo verte así. Te amo ¿esta bien? Llevo haciéndolo desde hace años, desde que llegaste.

— ¿porque nunca dijiste nada?

— porque eres casado

— si...lo se

— no quería meterme en tu matrimonio

— chuuya se metió con otro mientras estábamos casados, creo que no sería nada si te hubieras metido

— yo no soy así, yo respeto a los hombres casados

— si, se te nota

— no me gustaría destruir una familia con un pequeño

Legaron juntos a un lugar vacío, una pequeña casa vacía. Donde ahí estaba en la entrada de la sala, Fumiya bien dormido

— ¿porque está aquí mi hijo?

— me enteré de algo...

- de que

- Fyodor pensaba en tener a Chuuya y luego hacerle un lavado de cerebro a tu hijo para convertirlo en su heredero

- no, eso no es posible ¡a mi hijo no!— grito para caer al suelo, sus garganta aún dolía de la poca agua que le daban en ese lugar—

- hey, tranquilo. No grites— se arrodilló ante el, acariciando si cabello— Fyodor no sabe de esta casa, se me fue heredado hace unos años por mis padres. Nadie más que yo sabe de esta casa

- es increíble como lo ocultaste de alguien como Fyodor

- no se como lo hice

- mi hijo ¿estará bien aquí?

El reemplazo del jefeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora