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Las grandes manos de Hyunjin apresaban la cintura de Jeongin mientras sus labios se devoraban con ímpetu.

No existía nada más alrededor de ambos que la pasión desbordante que sentían el uno por el otro.

Con delicadeza Jeongin enrolló sus brazos en el cuello de Hyunjin poniéndose de puntillas para profundizar el beso.

Hyunjin entendió claramente las señales y tomo a Jeongin enrollando sus piernas en su cintura, caminando con él hacia su habitación.

Ambos sumergidos en su propia burbuja de placer, excitados y con ganas de devorarse el alma.

Fue así como Hyunjin se sentó con Jeongin en su regazo, sus manos curiosas acariciaban el cuerpo delgado por encima de la ropa mientras Jeongin lamía los labios de Hyunjin como si fuesen un elixir para él.

La ropa empezó a estorbar y con un poco de trabajo Hyunjin logro quitar la camisa holgada blanca que adornaba el cuerpo del menor, besando sus hombros pecosos con lentitud dejando leves mordidas en ellos.

Los gemidos suaves de Jeongin eran melodiosos y tan bonitos, que podrías quedarte en ellos tal cual como el cántico de una sirena.

Jeongin quitó la camisa de Hyunjin acariciando su torso trabajado, porque le encantaba lo grande y musculoso que era, se sentía protegido y cálido en sus brazos.

Sus labios se acercaron al cuello de Hyunjin dejando besos húmedos bajando por su cuello, en ese momento Hyunjin era una masita y Jeongin lo dominaba por completo, apretó sus manos alrededor de la cintura de Jeongin y echo su cabeza hacia atrás buscando más del contacto de sus labios.

Los besos bajaron a los hombros, clavículas y terminaron en el pecho del mayor, Jeongin se arrodilló mirando con deseo el cuerpo de Hyunjin sin dejar de besar y lamer cada parte de su piel, aquellos abdominales marcados y esa “V" que lo adornaba, todo era perfecto en él…

Sus manitos traviesas fueron al pantalón del mayor quitando el cinturón y dejando libre su ropa interior negra con la elástica de marca.

Con su lengua delineo aquella elástica y con sus dientes la bajo lentamente, Hyunjin abrió su boca en jadeo profundo, Jeongin era una bomba sexy y él quería que le explotará en la cara.

Jeongin empezó una danza lenta entre sus labios y el miembro del mayor, subía y bajaba con lentitud robándole siseos al mayor, los mismos que eran como corrientes eléctricas a su propio miembro.

Lo chupaba con pasión succionando haciendo ruidos húmedos volviendo loco al mayor.

Porque estaba tan sumergido en el placer que sentía todo mucho más intenso que nunca.

Quería derramarse en la boca de Jeongin, en serio quería hacerlo, pero el cuerpo de Jeongin era su perdición, lo necesitaba demasiado.

Entonces tomo la barbilla de Jeongin levantándolo hacia sus labios y en un habilidoso movimiento lo dejo acostado en la cama.

Quitó su ropa con delicadeza sin dejar de acariciar sus labios para luego bajar sus manos y acariciarlo ahí.

Cuando el placer puede mucho más que tú, el pensamiento de hacer lo correcto queda nulo en el olvido, así se sentía Jeongin porque su misión era terminar de una vez con todo, pero ahí estaba bajo el cuerpo del mayor siendo penetrado con fuerza pero pausadamente.

La estrechez de Jeongin era una locura para el mayor, quería darle con fuerza, quería hacerlo gritar, pero sabía que habría tiempo para eso después porque justo ahora estaban haciendo el amor después de una “discusión”.

Y se sentía bien, se sentía muy bien

-M-más... quiero más-

Pero luego la cordura los abandonaba a ambos y empezaban a tener sexo desenfrenado con fuerza, azotes, mordiscos y gemidos tan altos que seguramente los habían escuchado ya.

Pero ¿A quién le importa?

Lo único que Hyunjin quería era seguir escuchando a Jeongin llamándolo “papi” pidiendo más y gritando que le gustaba mucho.

Se sentía en la maldita gloria, Jeongin era su maldita gloria, era esa pasión que avivaba hasta lo más profundo de su ser, envolviéndolo en llamas de excitación y placer.

Las manos de Jeongin se aferraron a la cintura de Hyunjin y su espalda se arqueó cuando el orgasmo llegó manchando el vientre de ambos.

Mientras Hyunjin lo hizo después de dar unas embestidas más, saliendo del menor para llegar también en su abdomen.

Un desastre

Ambos respiraron con dificultad, pero con una sonrisa en sus labios, Hyunjin no dudo en tomarlo en sus brazos para llevarlo abrazado a la ducha, lo baño con delicadeza entre besos y caricias haciéndolo sentir el chico más mimado y consentido.

Para después alimentarlo el mismo como si fuese un niño pequeño.

Jeongin no podía sentirse mejor.

Pero como no todo era color de rosas y como lo que ambos sentían se desarrollaba en medio de una tradición, no todo podía ser tan bueno

Su madre llamó a Hyunjin, por lo que pudo escuchar la mujer le había pedido verse y Hyunjin accedió.

Jeongin se sintió decepcionado, pero las palabras de Hyunjin lo hicieron pensar.

-Hacer esto juntos ¿Recuerdas?-

Fueron esas palabras las que quedaron en su mente aún y cuando llegó a su casa y vio a su madre irse con Hyunjin.

¿Qué había querido decir? Se sentía nervioso y ansioso, no sabía qué hacer o como descubrir a qué se refería Hyunjin.

Fue mucho más tarde cuando su madre llegó con un semblante decaído y le dijo:

-Otra vez seremos tú y yo en casa, Hyunjin me pidió tiempo…-

Fue ahí cuando Jeongin supo que Hyunjin estaba tomando todo muy enserio…

OnlyFans +18.     (Adaptación Hyunin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora