Y ahí estaba, Denji, el que había matado a todo ser en ese maldito almacén. Después de que los zombis los "mataran" a el y su amigo pochita.
Denji estaba reflexionando y ¿Feliz? Yaque ya no había deuda, por qué ya no habían Yakuzas que lo obligaban, pero en parte esa "felicidad" de desvaneceria al recordar que su fiel amigo murió para salvarlo.
Denji: Pochita......te juro que cumpliré mis sueños, por ti, amigo.
*Dejo algo melancólico.*
Pero su expresión cambio cuando escucho los sonidos de un coche acercándose.
Este rápidamente se levanta y se pone en guardia, listo para transformarse.
Las puertas se abrirían y una mujer pelirroja y dos hombres robustos entraron en el almacén.
Mujer desconocida: Parece que alguien hizo el trabajo por nosotros.
*Dijo viendo la masacre.*
De pronto, alza la mirada y ve aún chico peli cenizo. (Denji)
Mujer desconocida: Que raro, tu olor no es el de un humano, pero tampoco el de un demonio.
Denji: ¡¿Quien eres!? ¡¿Que vienes a buscar aquí!?
*Dijo exaltado, está mujer no le daba buena espina.*
Soy Makima, de seguridad publica, ¿y usted?
*Hablo con una "sonrisa" que perturbo a Denji.*
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*Crédito al artista.*
Denji: S-soy Denji.
Makima: Un gusto, Denji. Mira, seré directa, te haré una propuesta que no podrás rechazar.
Denji: ¿Q-que sería eso?
Makima: Se mi perro o muere.
*Esto sorprendió a Denji.*
Denji: ¿Q-que yo gano con eso?
Makima: Ganarás un techo, comida, dinero, etc.
Denji: ¿Q-que desayunan los de seguridad pública?
Makima: Un pan con mermelada, talvez un café para acompañar.
*Pensaría Denji, está propuesta era muy atractiva; ¿Comer tres veces al día? ¿Desayunar pan con mermelada? ¡Era el paraíso!*
