Ayer, el rey Elion llegó a mi reino. Decidimos discutir el caso del clan de la Tierra, pero no llegamos a ningún acuerdo significativo. Además, tuve la oportunidad de comprender un poco más sobre mis sueños, o al menos eso creo, al descubrir quién es su consejero real. Lord Arin, el hijo de Merlin y heredero directo de su linaje, es un mago de gran poder y estaba en mi castillo. Necesito saber más sobre su historia y también sobre la chica de mis sueños.
Se me ocurrió la idea de organizar un baile de máscaras en mi palacio. De esta manera, podría perderme entre la multitud y obtener más información sin levantar sospechas. Además, quien sabe, tal vez el rey Elion tenga algo que ver con esto o incluso comparta los mismos sueños que yo.
Ordené a mis sirvientes y sirvientas que fueran al pueblo a promocionar la fiesta. Sabía que el rey de la espada se quedaría unos días en mi castillo, por lo que decidí darle una cálida bienvenida, aunque mi recibimiento estaba cuidadosamente planeado para asegurarme una noche tranquila.
La organización de la fiesta, por otro lado, fue bastante sencilla. Encontré la música adecuada y ordené a los cocineros reales que prepararan un banquete magnífico. Además, mandé hacer un vestido a mi medida en color rojo rubí, con detalles en negro y plata. La máscara, completamente plateada con detalles en rojo rubí, completaba mi atuendo. Aunque mi rostro no estaría cubierto en su totalidad, sería difícil reconocerme.
Elion caminaba por los pasillos de mi castillo con una tranquilidad envidiable, observando cada detalle de la decoración. Se detenía para admirar las pinturas y todos los elementos decorativos con un interés evidente.
—¿Necesitas un guía? —le pregunté, y él me miró a los ojos y sonrió.
—Estaba admirando esta pintura —respondió, refiriéndose a la pintura del apocalipsis, una obra creada por un sirviente que había servido a mi tatarabuelo. Nunca le había dado mucha importancia, pero su composición es ciertamente llamativa.
—Sí, es hermosa —dije, mientras su sonrisa se desvanecía lentamente, dando paso a una mirada de nostalgia.
—Mi hermana pintaba —comentó, con los ojos apagados, como si ese recuerdo no fuera del todo agradable.
—¿Qué le ocurrió? —pregunté, curiosa, pero él negó con la cabeza y volvió a sonreír.
—Me encantaría recorrer el lugar. ¿Puedo contar con la guía personal de la reina? —dijo, recuperando su tono divertido y su sonrisa, aunque mi curiosidad seguía creciendo y no quería insistir más.
—Por supuesto, joven rey —respondí, inclinándome en una reverencia antes de guiarlo hacia los jardines de mi palacio.
Los jardines traseros del palacio eran un verdadero oasis. Caminamos por senderos de piedras finamente talladas, rodeados de una profusión de flores que llenaban el aire con fragancias suaves y encantadoras. Los árboles altos creaban un dosel natural que proporcionaba un refrescante alivio del sol. — Este lugar es impresionante —dijo Elion, admirando el entorno. — ¿Cuánto tiempo llevas dedicando al cuidado de estos jardines?
— Me dedicaba cuando era una niña —respondí—. Siempre me ha gustado la jardinería; es una forma de conectarme con la naturaleza y encontrar paz, aunque ahora mis tareas no son la jardinería obviamente.
— Se nota que le has puesto mucho cariño. — Observó con interés las diferentes variedades de flores y arbustos. Nos detuvimos frente a una fuente adornada con intrincadas esculturas de piedra. El agua brotaba suavemente, creando un murmullo relajante que se mezclaba con el canto de los pájaros.
— Esta fuente es maravillosa —comentó Elion, acercándose para observarla más de cerca. — ¿Qué puedes decirme sobre ella?
— Fue un regalo de mi padre —dije, sonriendo al recordar—. La mandó construir para celebrar el aniversario de mi madre. Siempre me ha recordado a ella, y me gusta pensar que la presencia de su espíritu sigue aquí, en este lugar.
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La espada y la corona
FantasyEn un mundo donde la magia y el poder se entrelazan, dos reinos han coexistido en una frágil paz durante siglos. La reina Melione, soberana de la Corona, está atormentada por visiones y presencias oscuras que amenazan con desestabilizar su reino. Su...