97-. enferma

154 18 53
                                    

Personaje: padre Will
Advertencia: enfermedad cerebral y muerte.
Inspiración: la arquitectura.

Me había cansado con la mujer más maravillosa del mundo y era feliz con ella, todas las mañanas se levantaba antes que yo y me preparaba el desayuno…

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Me había cansado con la mujer más maravillosa del mundo y era feliz con ella, todas las mañanas se levantaba antes que yo y me preparaba el desayuno…

Alma había llegado a Essex siendo bastante joven, yo aún no era vicario… y cuando la vi quedé profundamente enamorado de ella.

Había entrado a los terrenos que los pueblerinos usaban para que las vacas pasaran y se ganó que una vaca con un becerro la correteara haciéndola caer al piso.

—¿Está bien?– me acerque a preguntar.

—claro estoy tomando un descanso, ¿Que no ve?– me dijo con una sonrisa.

—claro– sonreí también –vi el incidente con la vaca, permítame ayudarle, mi casa está a unos metros– ofrecí

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—claro– sonreí también –vi el incidente con la vaca, permítame ayudarle, mi casa está a unos metros– ofrecí.

—le agradezco– habló aliviada.

Se puso de pie pero hizo un gesto de dolor, no me lo pensé y la cargué sobre mi hombro como si fuese costal, cosa que a ella le pareció divertida.

—y dígame, ¿Cómo se llama?– pregunté. Sentí como se recargaba sobre mi espalda.

—Soy Alma… solo Alma– note de inmediato que era un tema difícil para ella –¿Y usted?

—soy William Ransome– sonreí. Seguí caminando hasta llegar a mi casa dónde la baje en un sillón –puedes quitarte el vestido, lo lavaré y cuando esté listo podrás irte– sonreí.

Ella se apresuró a sacarse el vestido sucio, me sonrió avergonzada y me lo dió. Era de una tela muy fina así que lo lave con mucho cuidado, lo tenido y regrese a dentro con ella.

—muchas gracias– dijo avergonzada.

—No ha sido nada, ¿Me dejas revisar tu pie?– pregunté con educación.

—no creo que sea correcto– nego.

—no te podrás ir si no reviso tu pie– la mire

—esta bien– se giró como si no quisiera ver lo que haría.

one shots [TWH] Vol. 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora